Saturday, November 2, 2013

Almas nos visitaron y retornan a su morada

Muy temprano estuvieron las masas y alimentos que al difunto le gustaba, esperando el horario exacto para su llegada, pues a las 12:00 horas de ayer estaba toda la familia frente a la mesa para prender velas y comenzar a rezar por su visita, algo enigmático, pero están muy enraizadas en nuestro medio, como parte de las tradiciones bolivianas.

Al medio día de ayer, llegaron las almas e hicieron recordar que en su momento estuvieron entre nosotros o moraron en esta tierra y dejaron sus huellas y seguro los recordaremos a perpetuidad a las almas que en “silencio llegan” y luego retornan a sus moradas.

Mucho tiene que ver los gustos del difunto para poner la mesa, donde los reciris hacen su labor con zaquillos en mano, buscando los mejores lugares para recolectar cantidad de panes, pues se dice que en esta fecha los pobres se inundan de panes, pues son los primeros en rezar dentro el cementerio o fuera de ella.

Los platillos de comida a gusto y sabor, pues durante 24 horas se reza al difunto, aún más en la despedida de hoy también al medio día, donde se tiene que agotar todos los alimentos, entendiendo que esa entrega de alimentos servirá al difunto para su retorno, pues el agua es muy importante y otros líquidos, que en variedad se viene implementando cada año en las mesas, pues dependiendo del “gusto del difunto”, que tuvo en vida.

Desde muy temprano, el cementerio general estuvo abierto y muy frecuentado, como siempre y en estas fechas el municipio desplaza un gran contingente de efectivos para el control, que ayudan al movimiento de personas que asisten a las tumbas dentro del cementerio y en las afueras, las personas arman sus mesas para hacer rezar de manera pública, pues quien desee hacerlo recibirá una buena bandeja de productos “hay que perder la vergüenza”, dice Jorge que vino de la zona sur, con el único objetivo de involucrarse más en su costumbre “como es que uno puede rezar y ganarse productos. Me gustaría, que cuando no esté ya en la tierra, me hagan este honor de reverenciarse con una mesa como la que hacen. Mis padres no hacen esto y es por eso que quise evidenciar personalmente nuestra costumbre”, dijo y se perdió entre el gentío del cementerio.

El cementerio al medio día estuvo muy controlado, sin embargo no fue tanta la frecuencia, pues muchos se dedicaron a limpiar las lápidas y gran parte esperaron a las almas para rezarle y hacer rezar con música entre medio, mientras que para para hoy se tiene previsto una masiva asistencia y quedará copada tanto las instalaciones del Campo Santo como las calles adyacentes, donde se armarán mesas de todo tamaño para despedir a la almas que nos visitaron durante 24 horas.

LA FLORES POR LAS NUBES

De manera especulativa las vendedoras del mercado de la flores en el cementerio, hicieron subir los precios, pues un pequeño ramo costaba 10 bolivianos, la media docena de rosas 40 bolivianos y otros 50, 60 hasta 70 bolivianos.

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