Wednesday, December 24, 2014

La magia de las tradiciones navideñas en la tierra chapaca



A pocas horas de la noche buena, la ciudad de Tarija intensifica su espíritu navideño. Pesebres, adornos, papanoeles, juguetes, trenzadas y luces están por todos lados, tanto a cargo del Gobierno Municipal de Cercado como también de personas particulares.

Las trenzadas, los pesebres humanos, las adoraciones, las misas e incluso las colectas forman ya parte de la agenda navideña chapaca. “El tarijeño es muy solidario y es en esta época, donde más lo demuestra, recolectando juguetes y alimentos para los pobres”, asegura el ciudadano Juan Carlos López.
Al hablar de la navidad en Tarija vienen a la mente tiempos coloniales, tradiciones y rituales, reflejados en la fiel devoción al Niño Jesús.
La Navidad tarijeña fue estudiada por académicos como el Folclorologo y Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua, Víctor Varas Reyes, quien escribió agudas observaciones que vivió durante las fiestas de navidad de antaño.
También el musicólogo internacional y crítico de artes Mario Estenssoro se refiere a la navidad y a la íntima relación que existe sobre la interpretación de esta fiesta entre el Sur de Bolivia (Tarija, Camargo) y el Norte de Argentina (Salta y Jujuy).
De igual manera la documentó el folclorista, Eduardo Valencia Paz, de quien compartimos algunos fragmentos.

Las trenzadas
Según René Aguilera Fierro, escritor y poeta tarijeño, las trenzadas son probablemente una de las costumbres más antiguas de Tarija, han tenido sus variaciones, pero mantienen sus bases ancestrales en cuanto a su riqueza espiritual, a su modesto colorido y a la espontánea entrega al ritual de la danza infantil.
En la actualidad, se ha modificado un poco la presentación religiosa, quizás como consecuencia de los artificios plásticos y de la propia electrónica; asimismo, por la idiosincrasia que prevalece en la época, los regalos se han mercantilizado y el comercio se ha extendido a todos los rincones del departamento. No obstante, se conserva la diversión, la ingenuidad de los niños y confraternidad entre ellos.
La trenzada es una danza alrededor de un palo largo que tiene cintas de lana de colores, donde el niño danzante toma una cinta y baila al compás de un bombo y quenilla que interpretan un villancico. Los danzantes arman figuras con las cintas como la canastilla doble y simple, y pausan su baile con canticos de villancicos.
!!Destrezen la “trenza” y vuelvan a trenzar, que el Rey de los cielos se va coronar eso es la trenzada¡¡ dice parte de un villancico.

Los nacimientos
La costumbre de los arreglos y nacimientos, es tan antigua como la fundación de la ciudad de Tarija, puesto que con la llegada de los españoles a América, llegó también la religión con todos sus ritos y costumbres.
Al asentarse en la Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa en 1574, las damas enseñaron a sus niños el arte de los arreglos de los nacimientos del Niño Jesús. De esta manera, pesebres sencillos, hermosos y adecuados a las condiciones de vida de sus moradores fueron traídos de España, junto con los diversos adornos de la época, los que paulatinamente fueron transmitidos a los criollos y nativos, quienes a su vez introdujeron elementos de su propia creatividad y gusto.
Eran famosos los Niños provenientes de España, tallados en cera de castilla, los de Portugal y luego vinieron a reemplazarlos los niños provenientes de México y del Perú, estos últimos se difundieron rápidamente por todo el continente. En la actualidad es raro encontrarlos y su posesión es motivo de orgullo y jactancia hereditaria.
No obstante, según relata la historia, el criollo aportó en la medida de sus posibilidades y aptitudes, primero alentado por los sacerdotes y luego por su propia iniciativa, dando lugar a Niños tallados en madera, piedra y arcilla.
Antiguamente se acostumbraba instalar los arreglos de nacimientos de niños, en un ambiente de la casa, donde se oraba y se adoraba mediante la expresión de danzas cantadas, las que se conocieron como villancicos navideños, ejecutadas por niños y niñas.
Estos arreglos consistían en una humilde cuna de paja, instalada dentro de un establo de madera, en la que velaban al niño los tres reyes magos, Baltasar, Melchor y Gaspar- María y José- además de varios pastores con sus animales domésticos y salvajes.
También en el pesebre había frutas como duraznos verdes, uvas, choclos y albahacas, además de diversos juguetes, artesanales primero, luego de yeso y finalmente industriales.
“En torno a estos personajes y animales, se decoraban los detalles del nacimiento del Niño Dios, pudiendo estar los arreglos sobre una mesa o en el suelo, donde se acondicionaban las macetas con plantas, gajos de sauces y chacras”, explica Fierro.
Algunas veces, cuando el tamaño del Niño-Dios lo permitía, era vestido con elegantes batas confeccionadas con finas telas, bordadas con hilos de oro y plata. Incluso, hubo épocas en las que la comuna tarijeña auspició concursos de arreglos de nacimientos, lo que incentivó e incrementó la creatividad popular.
Aunque en la actualidad persiste, desde tiempos lejanos, en ciertas familias se arreglaban nacimientos por tradición, ya sea por devoción o por adorno. La visita estaba reservada estrictamente a la familia y excepcionalmente a los amigos más íntimos, muchos de estos Niños eran provenientes de España o del Cuzco (Perú).
“Lo interesante de los arreglos de nacimientos, es que en su mayoría estaban dedicados a las adoraciones, cuyos horarios variaban, pero generalmente se iniciaban por la tarde, a fin de aprovechar la luz del día, luego se hizo extensivo a horas de la noche, lo que se combinaba con las trenzadas. El espectáculo era siempre el mismo, el guitoneo de las trenzas y las filas de los chicos y chicas a fin de reservarse un espacio en el ruedo”, relata la ciudadana, Lourdes Paz.

Las adoraciones
Desde lejos se escucha la pompa de una banda que entona un villancico, el Niño Jesús sale en su trono de la casa, cargado por los miembros de la familia, los niños forman filas y bailan junto al compás de la banda mientras el Niño Dios es admirado por los vecinos que acompañan la adoración desde la casa de la familia devota hasta la Iglesia.
Las calles se llenan de niños adorando con felicidad y ansiosos de llegar a la misa junto al Niño Dios. En el templo el cura comienza la Misa; después de celebrar todo el rito, éste bendice al Niño con agua bendita, a la familia promesante y a los feligreses que salen de ahí jubilosamente con el Niño Jesús a su Hogar.
En la casa lo espera un agasajo con masitas de maíz, galletas, refrescos y las infaltables mistelas (licor dulce a base de esencias de frutas y singani). Todo esto es repartido para los invitados mayores que están en la sala.
El singani hasta el año 1932 se lo conocía en Tarija como Pisco. En el campo prevalecía la chicha de maíz. Los anfitriones, asimismo, preparan almuerzos o cenas para sus invitados más allegados a fin de que el acompañamiento se prolongue durante el día o la noche.
Entre los arreglos de nacimientos del Niño, se tenían los altares y grutas adornadas con sedas, detalles como siembras de pastos, trigo y cebadas, además de flores, hortalizas y frutas.

La olvidada misa de gallo
La noche del 24 de diciembre era muy especial, por ello la gente se acostaba a dormir temprano a fin de despistar a los niños pequeños y dejarlos dormidos, mientras se asistía a misa de media noche, tal era el caso de los barrios populares, ciudades como Yacuiba, Villa montes, Bermejo y pueblos intermedios.
En ciertos sectores de la población de Tarija era costumbre esperar la llegada de la Navidad, por ello, se hacía vela con arreglos y trajines a manera de espera, luego se trasladaban los adultos, acompañados de los jóvenes y de algunos niños a la iglesia a fin de escuchar la “Misa de Gallo”.
Las calles oscuras y no siempre bien conservadas, hacían que los devotos “reandaran” su ruta acostumbrada a objeto de no tropezar con piedras y aceras mal niveladas. El llamado a misa se traducía en el típico repicar de campanas de medianoche, sus sonidos tenían un aire espiritual.

El 25 de diciembre en la capital de la sonrisa En la mañana del día 25 de diciembre y hasta ahora, los niños despiertan más temprano que de costumbre a fin de encontrarse con su regalo de navidad, mientras los mayores duermen o bostezan el desvelo de la víspera.
Durante el día, las juntas vecinales y otras instituciones ofrecen un desayuno a los niños menesterosos y provenientes de familias pobres, oportunidad en la que se les obsequia “Pan de Navidad” y también juguetes.
Muchas veces esta actitud resulta inapropiada debido a la hora y a la fecha, por lo que los voluntarios se quedan con sendas ollas de leche con chocolate, pan y pan de navidad sin repartir, tal ocurrió la navidad de l997, razón por la que tuvieron que trasladarse a los barrios periféricos y al campo a fin de lograr su objetivo. En la actualidad el Gobierno Municipal da los insumos a los presidentes de barrio para que organicen las ya tradicionales chocolatadas.
Pocas familias festejaban la cena de media noche, esta costumbre se activa en Tarija luego de la década de 1950, para fortalecerse a mediados de la década de 1970; por ello, es relativamente nueva y no podría considerársela tradicional, aunque en la actualidad ha cobrado bastante fuerza. De igual manera, paulatinamente las camaretas dieron paso a los cohetes pirotécnicos de todos los calibres.
En el pasado, durante la víspera de Navidad varios restaurantes habrían sus puertas y en el Club Social se encontraban las familias y amigos para celebrar el advenimiento del nacimiento del Niño-Dios.
En el Gran Chaco, particularmente en Yacuiba, Villa Montes y Sanandita, provenientes de diferentes lugares, familias íntegras se reunían en esta fecha, del mismo modo, algunos vecinos y amigos conformaban una verdadera confraternidad en torno a la cena de la Nochebuena.
No hay que olvidarse que Tarija creció y ya no es la ciudad de los cuatro barrios tradicionales (San Roque, El Molino, La Pampa, Las Panosas) sino de más de 50 barrios, y la tradición se agrandó, pero algunas costumbres sufrieron cambios con el tiempo o quedaron en la memoria de los antiguos vecinos de la ciudad del río Guadalquivir.

Detalles de la navidad en la ciudad de tarija

Las trenzadas
Las trenzadas se realizan en todos los barrios de Tarija como también en los principales lugares de la ciudad como la plazuela Sucre

Las adoraciones
La mayoría de las familias tarijeñas celebra la Misa del Niño, en diferentes fechas y llenando todas las calles de grandes y alegres comitivas

Los pesebres
Los pesebres en la actualidad fueron evolucionando y ahora los hay modernos de diversos materiales y se los puede conseguir en centros comerciales

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