Thursday, June 25, 2015

La lectura de cartas, estaño, cerveza, coca y huevo son algunos de los fetiches utilizados por yatiris

La lectura de cartas, estaño, cerveza, coca y huevo son algunos de los fetiches utilizados por yatiris que ofrecen en las calles céntricas de esta urbe la posibilidad de que los ciudadanos puedan conocer su suerte.

Diferentes calles y avenidas entre ellas el distribuidor, la avenida Carrasco a la altura del reloj o la avenida Juan Pablo II son algunos de los lugares donde yatiris entre hombres y mujeres se concentraron con sus indumentarias propias del Tahuantinsuyo, además de sus implementos, como pequeños manteles de aguayos donde colocaban las cartas y la coca se convierte en uno de los atractivos para que creyentes, agnósticos y sólo curiosos veían con gran expectativa.

En el caso de las mujeres yatiris, la lectura de la suerte en un vaso de cerveza, huevo o estaño echado a un balde de agua, fueron los instrumentos utilizados de acuerdo a la demanda de quienes buscaban no sólo conocer su futuro, sino como poder revertir las palabras de la adivinadora cuando el pronóstico no era el más halagador.

La mayoría de las personas que solicitaban este servicio trataban de agacharse lo más cerca de quienes realizaban la lectura de los fetiches utilizados cada 24 de julio, luego de la noche de San Juan, que de acuerdo con Clemente Mamani es el momento en que se limpian los astros y se puede adivinar con claridad el futuro de la gente que quiere conocer y prevenir algunas malas señales.

Mamani junto con su esposa logran realizar esta lectura de la suerte con preferencia en los pueblos como Tiahuanaco o Copacabana, donde los turistas se sienten atraídos por estos procedimientos inusuales de las personas que supuestamente se convirtieron en adivinos, después de que un rayo les cayó y pudieron lograr sobrevivir.

“Todos los años nos trasladamos a El Alto, porque es donde la gente más busca conocer su surte, ellos creen más en esta actividad y se logra mayor demanda”, explica de manera escueta con la posibilidad de evitar ser perjudicado por las interrogantes y dejar de atender a su clientela que en su mayoría mujeres adultas.

Mientras que los varones pocas veces reconocen creer en estas prácticas ancestrales y primero verifican como aplican este procedimiento y cuánta certeza pueden tener antes de aceptar y solicitar el pronóstico de su futuro. Quedando casi arrodillados frente a los resultados de una acción que se relaciona con verter el estaño caliente al interior de un balde, donde el agua fría logra congelar este metal, ocasionando que quien demando su lectura, este concentrado y atento en las explicaciones del yatiris, demostraba una plena concentración que de seguro no aplicó ni cuando postulaba a algún estudio o empleo.

“Está bien me ha dicho que todo me ira bien, tengo algunos pequeños problemas de dinero y no puedo mejorar, es por eso que el yatiri me ha hecho una preparación para que nada malo me pase”, expresaba Juan quien con cierta mirada pensativa conoció su futuro, guardando un puñado de lanas, billetes de alasitas y dos amuletos, entregados por quienes ofrecen su trabajo de leer la suerte.

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