Wednesday, August 2, 2017

Conoce la historia del palo ensebado de San Ignacio de Moxos


A diferencia de otros pueblos benianos que fueron fundados por los jesuitas en San Ignacio de Moxos recién se planta el palo ensebado el segundo día de las corridas y jocheo de toros por la Ichapekene Piesta.

Este palo es especial porque meses antes los miembros del Cabildo Indígena encargan a los comunitarios que observen el madero especial en las selvas cercanas del bosque de Chimanes o del Territorio Indígena Multiétnico (TIM).

Según el corregidor Zenón Ichu, este año el palo, de la especie piraquina, llegó al pueblo el 7 de julio con ocasión del inicio de la novena de la Virgen del Carmen, lo trajeron de la comunidad San Miguel del Apere; mide 18 metros, dos de los cuales están enterrados.

La copa está llena de ropa y utensilios que beneficiarán al osado peón que pueda sortear los 16 metros pringados de aceite quemado de motor, sebo y manteca de res.

Ceremonia

El plantado del palo es el 1 de agosto antes del mediodía, para ello unos 40 hombres usan lazos, guascas y un andamiaje especial para poder parar el recio madero.

Mientras unos se esfuerzan al plantarlo, alrededor no pueden faltar los macheteros y los achus, dos de las principales danzas por las que la Ichapekene Piesta fue declarada patrimonio cultural intangible de la humanidad, en 2012.

Si entre el segundo y tercer día de la fiesta nadie puede coronar la cima de este palo, cuenta la tradición que se agrega un día más de jocheo de toros.

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