Friday, November 3, 2017

La Paz vivió ayer festividad religiosa de Todos Santos

Con diversas manifestaciones culturales, miles de familias abarrotaron los cementerios de la ciudad en recordación de sus seres queridos en una de las festividades más importantes del mundo católico. Hubo cánticos ejecutados por varios conjuntos musicales, comida, masitas y las infaltables oraciones por las almas. En el camposanto, se escucharon las canciones de la preferencia de los difuntos, abundaron las ofrendas, aunque también las bebidas espirituosas en las inmediaciones del lugar.

El administrador del Cementerio General, Ariel Conitze, dio a conocer que nueve accesos fueron habilitados para el ingreso y solo tres para la salida de las familias que realizaron la despedida de las “almas”, en la Fiesta de Todos Santos, tradición que se cumplió ayer desde las 07.00 hasta las 17.00 horas.

En la jornada, los funcionarios del municipio, en coordinación con efectivos policiales de servicio, se apostaron tanto en las puertas de ingreso, así como en las salidas del principal camposanto de la ciudad, con el propósito de evitar la internación de bebidas alcohólicas, como establece la Ley 259 de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas.

VISITANTES

Funcionarios municipales atendieron, aproximadamente, a cerca de 30.000 personas, quienes como establecen las costumbres, llegaban si bien desde las primeras horas al cementerio, pero pocas horas después la intensidad fue mayor. Esta situación por momentos se hizo incontrolable, ya que desde pasado el mediodía, los dolientes en mayor número hicieron sus ofrendas a los difuntos con las tradicionales de masitas de maíz blanco, (pasank’alla), fruta, refrescos y platos de diversa gastronomía para agradar las preferencias de las almas.

ORACIONES

Luego de los consabidos rezos, alrededor de las 13 horas los dolientes, invitaron a grupos de trovadores criollos y otros que con solemnidad del caso, ofrecieron Ave Marías y cánticos populares. Los grupos luego de momentos extenuantes, ya que el sol de noviembre estuvo a plenitud, se hicieron acreedores a las ofrendas, con las cuales llenaron, la mayoría de ellos, saquillos con masitas de diversas formas. Otros rezadores llevaban aguayos multicolores repletos de masitas, cañas de azúcar y otras ofrendas con el fruto de su trabajo.

Por los pasillos del cementerio y en los espacios abiertos, grupos de conjuntos folklóricos y muchos otros con instrumentos de viento, también aguardaban su turno, para ser convocados por los jefes de familias. De acuerdo al contrato verbal los instrumentistas pudieron complacer a las almas con tres temas musicales, en tanto, otras tonadas algo lastimeras resonaban en las inmediaciones de los angostos pasillos. Y así con alegría centenares de familias despidieron a sus seres queridos.

TARIFAS

Los costos de los grupos variaron desde 30 a Bs 80, dependiendo del tipo de conjunto y el número de integrantes. Menudearon solistas con voces bien afiatadas, otros grupos en cambio ejecutaron a dúo las canciones solicitadas. Se escucharon también grupos de música autóctona para deleite de las almas y dolientes que esta vez muchos tuvieron que abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas.

“Desde las 17.00 se definió la hora del cierre de las puertas del cementerio, con la finalidad de que toda la gente que estaba en el interior del camposanto abandone el mismo”, dijo Conitze. A partir de esa hora, el ingreso se hizo más restringido.

La instrucción de las autoridades se cumplió con pocas excepciones y a las 19.00 horas prácticamente volvió la paz al cementerio. El funcionario señaló que a esa hora fueron canes amaestrados, quienes colaboran con los encargados del control del camposanto, aunque en las afueras algunas familias decidieron continuar con la recordación de sus difuntos.

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