Monday, March 27, 2017

Municipio anunció premios de “Miniaturas de Alasita 2017”



La Secretaría Municipal de Culturas anunció que dará a conocer los nombres de los ganadores del Concurso Municipal “Miniaturas de Alasita” 2017.

El jurado calificador estuvo compuesto por: Herminio Ríos Angulo, en representación de la Asociación de Talladores; Ruth Yolanda Quispe, representante de Aapap El Prado; y Luis F. Vedia Saavedra, en representación de la SMC del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz. Todos ellos, personalidades entendidas en el campo de las artes populares.

Según la convocatoria y en sujeción a sus atribuciones y común acuerdo, el jurado determinó:

EL GRAN PREMIO EKEKO 2017. Guillermo Edwin Rodríguez Cartagena, por la obra “Fortuna y Suerte”, con un premio de Bs 5.000 y diploma de honor.

ORFEBRERÍA Y PLATERÍA. Boris Rueda Colque, por la obra “Mesa de la Fortuna”, con un premio de Bs 4.000,00 y diploma de honor.

VACIADO EN YESO. Santiago Espinoza, con la obra “Platos Tradicionales de La Paz”, por un premio de Bs 2.500,00 y diploma de honor.

TRABAJOS DE HIERRO, COBRE, BRONCE, HOJALATA Y OTROS METALES. Donato Fernandez Moreno, por la obra “Máscaras”, con un premio de Bs 2.500,00 y diploma de honor.

TRABAJOS EN MADERA: Raúl Quispe Choque, por la obra “Galería de Arte en Madera”, con un premio de Bs 2.500,00 y diploma de honor.

Wednesday, March 22, 2017

Cada vendedora prepara hasta 2 mil mesas de q'oa al día en Carnaval

Más de dos mil mesas rituales para la tradicional q´oa (ofrenda ritual a la Madre Tierra) son preparadas por cada una de las vendedoras en el mercado La Pampa. El precio de las mesas oscila entre 10 y 800 bolivianos, según el pedido del cliente. Todas las mesas, desde las más económicas hasta las más caras contienen básicamente cuatro elementos: q´oa (planta aromática), unto (grasa) de llama, dulces (confites y misterios) y la ch´alla (coca, cigarro y alcohol), hasta ahí, el precio es de 10 bolivianos, según explicó, Norma Salazar quien se dedica a esta actividad en el mercado La Pampa. Según el yatiri y amauta, Paulino Calizaya, estos son los elementos básicos que nunca deben faltar en una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra). A esto se suman innumerables elementos, dependiendo del lugar y la persona que hace la ofrenda. En Cochabamba existen varias asociaciones de personas dedicadas a la venta de q´oa, que suman alrededor de 150 personas, concentradas principalmente en los mercados La Pampa, Calatayud, 10 de Noviembre de Quillacollo (Plaza de papas), Sipe Sipe y Vinto. Pero existen decenas más que preparan en tiendas y domicilios particulares. Solo en el mercado La Pampa donde están aglutinadas alrededor de 60 personas dedicadas a esta actividad, se genera alrededor de 3.600.000 bolivianos, según los cálculos realizados si el ingreso promedio por q’oa fuera de 30 bolivianos. IMPORTANTE Calizaya resalta que, antes de comprar cualquier mesa e incluso antes de iniciar el ritual se debe tener en claro que el Carnaval coincide con el tiempo de producción y cosecha en las tierras agrícolas por lo cual también es un tiempo de agradecimiento y compartir con la Pachamama por todos los bienes recibidos. "No pedimos, ofrendamos… porque todo lo que nos da la Pachamama es en ayni (reciprocidad). Tampoco podemos pedir y pedir, también hay que convidar, agradecer, retribuir, compartir". Bajo estos preceptos, no cualquier persona puede preparar una mesa. "Tienes que tener un don. Para esto se nace. A veces la gente prepara de acuerdo a lo que ha visto y no es así", acotó. Entre los sabios andinos que el Viceministerio de Medicina Tradicional de Bolivia acredita para este y otro tipo de trabajos están los yatiris, amautas, jampiris, colliris y aysiris. En Cochabamba son alrededor de 600 personas que portan su credencial, pero también el certificado de registro emitido por Ministerio de Salud. Pero también hay quienes se resisten a este registro. ¿Cómo saber si la persona que habitualmente prepara su mesa tiene el don para ese trabajo? Calizaya explica que una forma práctica es ver si cuenta con el Registro Único de Médicos/as tradicionales, parteras/os y naturistas del Estado Plurinacional de Bolivia. En Bolivia, más de cinco mil personas y en Cochabamba, más de 600 cuentan con este registro que es avalado por un Consejo Departamental de Medicina Tradicional (Codemetra). La segunda manera es llamando al responsable de la Unidad de Medicina Tradicional del Servicio Departamental de Salud (Unimetra/SEDES), Jesús Gómez 71784152; o al representante del Codemetra, Omar Andrade. Pero también hay expertos que prefieren mantenerse al margen de todo registro y realizan su trabajo de manera anónima en sus domicilios. "Uno ya se da cuenta, si durante dos o tres años consecutivos le ha ido bien, es que esta persona sabe, pero hay también el riesgo de que le haya salido de casualidad". Calizaya explica que hay diferentes tipos de preparado, según el lugar donde se encuentra o para qué será la ofrenda -casa, terreno, auto, estudios, familia. Una mesa de Carnaval básicamente debe tener: q’oa (planta aromática), unto (grasa) de llama, dulces (confites y misterios) y la ch´alla (coca, cigarro y alcohol). A ello se añadirá illas (plaquetas de azúcar con figuras) de autos, viajes, negocios, casa, frutos secos y otros alimentos como el maíz, que son del agrado de la Pachamama. Existen elementos que definitivamente no deben estar en esta temporada como las misturas que es para alegrar el ambiente pero no para la mesa, los billetes de dólares, euros o bolivianos ya que son propios de alasita, tampoco las figuras del santo Santiago con la creencia de que defenderá o protegerá, pero esto no se hace cuando se está convidando a la Pachamama. Hacer pedidos como alejar la envidia, las brujerías, conseguir pareja y otros que requieren preparados especiales no corresponden, ya que al ser un tiempo de ofrenda y convidar a la Pachamama, el resultado puede ser contraproducente. "Hay otros días y rituales para esos pedidos que no son en Carnaval. Estos días estamos convidando y agradeciendo a la Pachamama". En las ventas de q’oas en mercados populares se pueden encontrar, por ejemplo, polvos mágicos, que básicamente son tierra de hormigueros, para curar a los enfermos o líquidos contra los hechizos, para llamar clientes o al dinero. Esencia “No pedimos, ofrendamos… porque todo lo que nos da la Pachamama es en ayni (reciprocidad). Tampoco podemos pedir y pedir, también hay que convidar y agradecer”. Comerciantes añaden un nuevo amuleto Desde hace dos años un nuevo amuleto es vendido por las comerciantes en el mercado La Pampa. Se trata del “dólar de oro”, un billete impreso en un material plástico con relieves dorados. “Tienes que sahumarlo en la q’oa y guardarlo en tu billetera”, explicó Soraida Aima en el mercado La Pampa. Cada región tiene su estilo de preparado El preparado de la q’oa varía de acuerdo a la región y a lo que se va a ofrendar. No es lo mismo para los valles que para la zona andina, las regiones de minas o las lagunas. Además, cada mesa tiene un preparado especial si se trata de chacras, de familia, de negocio, camino, mina o de los huertos de la casa. 4 Datos del Certificado de Registro El Certificado de Registro otorgado por el Ministerio de Salud y Deportes a los médicos tradicionales que tienen permiso para preparar la q’oa posee cuatro datos: el nombre, la categoría, la especialidad y la fecha.

Saturday, March 4, 2017

Los “paicheños” y sus singulares tradiciones



Los “paicheños” son gente que comparte un vínculo común en sus costumbres y tradiciones, visiblemente enraizadas en el canto y el baile. Poseen un carisma cultural que mantienen aún en la distancia.

Según Andrés Rodríguez, oriundo del lugar, el paicheño expresa su identidad con orgullo y con una fuerte inquietud por preservar y transmitir generacionalmente esta cultura coplera y festiva.
El cantón Paicho, segunda sección de la provincia Méndez, se encuentra a 80 kilómetros de la ciudad de Tarija, pero se tarda dos horas y media en llegar, debido a que al estar en Iscayachi se debe tomar un camino de tierra que serpentea por la serranía.
La producción agrícola y la pequeña ganadería mantienen la economía de la zona, sin embargo el área de producción no es muy amplia y esto no permite un mayor desarrollo económico. Esto se debe sobre todo al fuerte índice de migración. Los paicheños migran a la ciudad de Tarija, Santa Cruz y a la república Argentina, principalmente.
“Todos se van, a la Argentina o a Tarija y ya no vuelven, tenemos muchos problemas con la mano de obra, no hay quien trabaje”, se queja don Manuel Subia y explica que en Argentina hay una importante comunidad de paicheños que quizá por la nostalgia buscan mantener sus tradiciones y organizan fiestas al estilo del “pago”, cantan coplas y bailan cueca.
Pero los que quedan poseen pequeñas parcelas que sólo permiten que la gente sobreviva en el lugar, esto se debe a que los productos de la zona tienen alto precio en el mercado, entre ellos: la nuez, el durazno, las conservas y el queso de cabra. Los paicheños lamentan el no poder expandir más sus áreas de cultivo.
Sin embargo, pese a la fuerte migración ningún paicheño que se precie de serlo deja olvidadas sus tradiciones. La copla, el baile con su peculiar rueda de “eses” es sin duda un fuerte vínculo para esta gente.

Identidad y cultura
Ha quedado demostrado que los paicheños mantienen una fuerte representación en Tarija en actividades culturales, deportivas y folklóricas, eventos que realizan principalmente por motivos de apoyo y beneficencia.
Gustavo Rodríguez Velásquez, natural del cantón Paicho -administrador de empresas, que hoy se dedica al tema de transporte en la ciudad de Tarija- destaca que todos sus paisanos tienen un gran amor por su tierra.
“Ninguno deja de volver a su pueblo o ha vendido su pequeña parcela, todos tratamos de conservar nuestro lugar en Paicho, algo que nos une es el tema cultural y la afectividad a nuestras costumbres y tradiciones. Aquí en Tarija participamos en diferentes actividades culturales apoyando a eventos que organizan instituciones”, explica.
Revela que en Argentina también cuentan con un centro de residentes paicheños, que está muy bien organizado y que se ha convertido en un referente cultural de Tarija.
“Lo que más preserva un paicheño es su identidad, nuestra forma de interrelacionarnos con el canto y el baile que tiene ciertas diferencias con el resto de otras comunidades del valle central de Tarija. La forma de convivir y la forma de expresarse es muy diferente inclusive con las comunidades que colindan con nuestro cantón”, explica.

Cuando un paicheño
se vuelve adulto
Dentro de su calendario folklórico cultural bastante arraigado, el paicheño es más conservador en su tradición y no pierde la real esencia de lo que es su cultura, ya que procura conservar sus costumbres y actividades, tal como se vinieron realizando hace más de cien años atrás.
Ejemplo de ello es la fiesta del Carnaval que para ellos es mucho más seria y comprometedora, ya que en este periodo se realiza la presentación de los jóvenes que pasan a la edad adulta.
“Un señorita que cumple los 18 años se prepara en lo que es copla, el padre tiene la responsabilidad de ofrecerle tres ternos diferentes para los tres días del Carnaval. El terno es la vestimenta: desde las ojotas, la pollera, la manta, el caballo que para los que tengan mayores posibilidades tendrá montura forrada con plata blanca”, cuenta Gustavo.
De ahí en adelante la joven tendrá la libertad para asistir a las fiestas. En el caso de los varones la costumbre es más conservadora. La presentación se la realiza a partir de los 21 años de edad, al igual con sus tres respectivos ternos por día.
“Esta costumbre es como lanzar por primera vez a un artista al escenario, la gente aprecia quién es el mejor jinete, quién viste el mejor terno y quién es el mejor coplero o la mejor coplera”, cuenta.
Gustavo revela que los que destacan en estas tres cosas, antiguamente, tenían hasta mejores oportunidades para conquistar en el Carnaval.
“Si algún joven se aventuraba a los 15 ó 16 años a ir a la fiesta, la comunidad veía que ese joven se creía ya adulto y a partir de ello se le exigía todas las obligaciones con la comunidad como ser el tema de trabajo en la prestación vial y los trabajos en las carreteras. Es decir, que estaba obligado a hacer trabajo social y el corregidor se encargaba de hacerle cumplir”, detalla.
Esta característica particular del cantón Paicho, en la actualidad no tiene las mismas repercusiones que antes, por el tema de las migraciones y otros cambios que vinieron con la modernidad, sin embargo los paicheños buscan mantener esta tradición.

Los “eseros”
Algo que rescata el cantón Paicho es el baile al ritmo del erque y el canto de las coplas al ritmo de la caja. Además que la coreografía de “eses” es única en la región.
“Los ‘eseros’, como les llamamos, son dos personas que dirigen la rueda con una coreografía perfecta, que forma la figura de varias eses entrelazadas entre sí. Una persona que no sepa de esto hará cortar la rueda y ésta terminará, por eso es importante el ciclo y que todas las personas que bailen sepan de esta coreografía, que no es necesario ni ensayar porque todos los paicheños la aprenden desde niños”, explica Gustavo.
Cuenta que la tonada también tiene su característica porque es un poco más lenta y melancólica.

Un poncho de 500 dólares
Respecto a la vestimenta lo que más impresiona es sin duda el poncho del paicheño que es muy tradicional del cantón, se trata de un tejido especial con hilo fino, que se lo confecciona de forma artesanal.
En la actualidad sólo existen dos personas, ya muy mayores en edad, que realizan este tejido que lleva un proceso de elaboración de casi dos años, es por ello que el costo del poncho es de aproximadamente 500 dólares.

Una actividad
económica
En las riberas del río Paicho se han ido asentado las comunidades. En el paisaje predominan los sauces. Los árboles frutales bordean el río de trecho en trecho y las casas han sido construidas en las laderas, se trata de viviendas de adobe y piedra que le dan un encanto particular al paisaje.
En los patios se aprecian las esteras cubiertas de durazno a medio secar que pronto será pelón, uno de los productos que constituye el principal ingreso de los paicheños.

el famoso durazno de la zona y su recolección

Recolección de la fruta
Las plantaciones de durazno están a lo largo de las orillas del río Paicho, los paicheños “pallan” el durazno toda la mañana y retornan a sus casas con sus cargas a lomo de burro para continuar con la elaboración del pelón.

Actividad en familia
Las familias enteras deben dedicarse a pelar el durazno para ponerlo a secar. Es una labor ardura que lastima las manos pero que se hace sin pausa para evitar que la fruta se dañe en las huertas.

Siete años de heladas
Siete años de heladas hicieron creer a los paicheños que la producción de durazno se había terminado y este año han tenido que volver a armar sus esteras para poner a secar el durazno y convertirlo en pelón, un producto que les reporta muy buenos ingresos.

Feria de Alasita cierra con tradicional remate

Con el remate tradicional de artesanías, artículos diferentes, miniaturas y plantas, feriantes de Alasita cerrarán mañana la feria 2017, luego de más de un mes de exposición y comercio.

En esta ocasión los feriantes adelantaron que realizarán una variedad de ofertas y la rebaja de precios, razón por la que invitaron a toda la población a visitar el campo ferial, que en esta gestión tuvo una temporada mucho más prolongada en relación a otros años.

Debido a los carnavales se determinó que la Alasita funcione dos semana más, es decir hasta este domingo 5 de marzo. Este año la feria contó con la participación de cinco mil artesanos y comerciantes de la Federación Nacional de Artesanos y Expositores de Navidad y Alasita (Fenaena) que se instalaron en espacios del Parque Urbano Central (PUC).

La feria contó con un museo con más de un centenar de piezas expuestas en el espacio de los scouts, al frente del ingreso del Campo Ferial del Bicentenario, en el Parque Urbano Central.

Los artesanos invitaron a la población a comprar una variedad de artesanías en miniaturas, a degustar la gastronomía departamental y nacional como el plato paceño, conejo estirado, chicharon de pollo, el rico api y los infaltables anticuchos.

También invitaron a los visitantes a que puedan divertirse en los diferentes juegos tradicionales de la feria, como una forma de recreación y esparcimiento.

El 6 de marzo los artesanos de los ocho sectores desarmarán los puestos y recogerán todo su mobiliario. Personal de la Guardia Municipal apoyará en el ordenamiento de los vehículos que ingresarán al Campo Ferial para el transporte del material.