En Tarija el martes 9 de enero, desde las 6:00 de la mañana, inició el festejo por el último día de las fiestas de Carnaval, jornada que las familias aprovechan para sahumar vehículos, inmuebles, negocios, todo esto dependiendo de la costumbre que tenga el entorno.
Festejo
El martes de albahaca, conocido también como de ch’alla, fue celebrado tanto por el centro de la ciudad como en la periferia, durante la jornada fueron apreciados distintos grupos policiales y municipales, que realizaron un control estrictos en diferentes zonas.
La directora de Orden y Seguridad del Gobierno Municipal de Cercado, Delia García Oblitas, dijo que formaron un grupo interinstitucional, para realizar patrullajes a la mayoría de los barrios, uno de sus principales objetivos fue evitar el excesivo consumo de bebidas alcohólicas, para descartar hechos de violencia que son desencadenados por personas ebrias.
Asimismo, enfatizó que controlaron a las vendedoras, para concientizar a la venta responsable y no indiscriminada, pues en varias oportunidades se observó cómo los comerciantes expenden sin importar el estado en el que se encuentra el consumidor.
Rito
El rito del sahumerio consiste en encender carbón, en un recipiente que por lo general que esté en desuso, después vaciar la paleta con aroma que fuera adquirido de acuerdo al gusto, es decir a la petición, ya sea para “agrandar” su negocio o para la prosperidad del mismo.
Otros optan por uno que sea para los vehículos, teniendo la esperanza de que el año venidero logre otro motorizado y para un terreno, todos son con el objetivo de tener el doble o más para el año.
Susana Aramayo, propietaria de un terreno, camión y vagoneta, inició desde tempranas horas con el sahumerio, mientras caminaba alrededor de los inmuebles decía. “Que para el año tenga un auto más, casa de dos pisos”.
Cuando fue consultada del porqué repetía esa frases, respondió, “que es costumbre y tradición, pero cuando lo haces con fe, el próximo año apareces con dos” afirmando que todo lo que piden se cumple al pie y la letra, porque el “tío”, o sea que según la creencia Satanás ayuda.
Significado
En un sondeo realizado a los que festejaban el martes de albahaca, aseguraron que “ch’allan” para que el próximo año obtengan el doble de lo que tienen en la actualidad, es decir por “invitar” alguna bebida a la tierra, obtendrán mayores beneficios.
Según uno de los entrevistados, cuando una persona “invita” a la tierra y a su administrador, obtiene mayores beneficios por su desprendimiento, ya que no se abstuvo de “brindar”, con la tierra, lo que ayuda a “ser premiado”.
[El sahumerio para atraer la buena suerte y ahuyentar lo malo.] Costumbres diferentes
Si bien algunas de las personas prefieren enflorar y adornar sus inmuebles, otro grupo importante, compra cerveza para ch’allar sus propiedades, pretendiendo que para la próxima gestión tenga mayor beneficio.
Andrés Bedoya, adquirió tres cajas de cerveza, según él, pretende dar gracias “al tío” para que le vaya mucho mejor y reciba sorpresas el año entrante.
Pero si bien un buen porcentaje, de personajes prefiere “ch’allar” otro grupo de personas prefiere, adornar sus vehículos con globos, serpentinas y albahacas, además de sahumar con incienso y rociarla con agua “bendita”.
Mercados
Para los comerciantes, es importante realizar el sahumado respectivo a sus puestos, pues todos los vendedores, deciden enflorar sus negocios para que durante todo el año obtengan beneficios, más aún si consiste en ampliar su comercio e ingresos económicos.
Si bien la fuente laboral ayuda a contribuir a la economía familiar, los comerciantes decidieron sahumar en primer lugar el negocio, por eso acudieron a las 08:00 para abrir sus casetas y “ch’allarlas” con cerveza, alcohol, agua bendita u otro elemento.
En el centro capitalino, el constante flujo comercial marcó la mañana del martes, pues durante las primeras horas, un grupo importante, homenajeó al “martes de carnaval”. Incluso se pudo ver a ciudadanos con cervezas en la mano, caminaban por el casco viejo, brindando con sus amigos y conocidos, deseando que este carnaval sea fructífero y lo menos posible negativo.
Periferie
Los barrios periurbanos, fueron uno de los lugares más concurridos, pues los vecinos optaron por trancar algunas de las calles, el objetivo era festejar, sin importar la clase social, pues lo principal era tener ganas y alegría.
Música de todo género y a todo volumen, alegró a los vecinos, quienes sentados en sillas, bancas, taburetes, coreaban al ritmo de la música peruana, boliviana, puertorriqueña, argentina y tarijeña.
Aidé Escalante, vecina de la zona Los Chapacos, aseguró que en “el barrio” existe mayor libertad y confraternidad para compartir con amigos y conocidos.
Área rural
Si bien el centro de la ciudad, fue el centro de las celebraciones, el área rural también tuvo festejos, después del mediodía cientos de personas se trasladaron hasta las comunidades de Lajas, Turumayo, Tarija Cancha, Sella y el barrio San Luis, con la intención de probar la chicha de maíz y de uva.
En estas comunidades, se acostumbra a vender chicha por medida, es decir un litro por 5 o 6 bolivianos, dependiendo del lugar al que se visita.
Para la comunaria de Sella Méndez, Érica Cazón, los visitantes empiezan a llegar desde el mediodía, pocas personas optan por almorzar en el lugar, ya que después de beber la tradicional chicha, recién buscan algún aperitivo.
[Las tiendas y comercios también fueron arreglados.] Comercio
Al igual que en cualquier actividad, el comercio se impone y ésta ocasión no fue la excepción, pues uno de los mercados más concurridos como es el Campesino, fue centro de ventas, en puertas del mencionado centro de abasto, mas propiamente en la avenida Froilán Tejerina, además de la calle Comercio, donde más de cuarenta comerciantes instalaron sus puestos.
La comerciante, Susana Copa, a quien le faltaban manos para atender a sus clientes, reveló que vende hace más de cinco años, lo más buscado para el martes fueron los sahumerios, globos, incienso, alcohol, serpentina y las infaltables albahacas y rosas.
“Tenemos de todo, surtidito para que el cliente no tarde en hacer compras”
Si bien todos los insumos para realizar el rito eran cotizados, las bebidas tradicionales como chicha y vino también fueron buscados, pero también vendieron cerveza, utilizada fundamentalmente para ch’allar, así pasó una jornada más, la última del Carnaval Chapaco y los días de feriado.
Bermejo
Una costumbre que se realiza con mayor fuerza en los departamentos de La Paz, Potosí, Oruro, Cochabamba pero poco a poco fue creciendo en otros departamentos y en la ciudad de Bermejo, no podía ser de otra manera, una ciudad donde alberga a residentes de diferentes departamentos de Bolivia, ésta tradición también pudo ser realizada.
Ya desde el lunes, las vendedoras ofrecen a todos los clientes una variedad de sahumerios, para vivienda, tienda, negocio, vehículos, hasta para ch’allar a la madre tierra.
No falto la serpentina, la mistura, la coca, el cigarro, el alcohol, el vino, la cervecita y la chicha, para realizar la ch’alla, pidiendo a la madre tierra, mayor prosperidad en todo lo relacionado a la producción agrícola.
Al respecto el profesor Héctor Ricaldi, dijo que ésta costumbre es una forma de compartir con la familia y conocidos, además como que bolivianos se debe buscar que la tradición no se pierda con los años.
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