Mucha gente se alista para el tradicional martes de ch'alla, con la compra de serpentinas, cereales, confites, pétalos multicolores, globos, entre otros, en la oportunidad se hará entrega de ofrendas a la Pachamama, relató Delfina Mejía, una de las comerciantes.
Con una botella de alcohol, muchas personas ya iniciarán la jornada de hoy la tradicional ch'alla de sus oficinas y negocios, pues ricos y pobres entienden que la hora de agradecer a la Pachamama y el próximo martes se concretizará el pedido en sus respectivos hogares.
En las áreas rurales desde muy temprano ya se escucha el tronar de los cohetillos y los techos parecieran que están cubiertos, con frutas como el durazno, confites, entre otras.
Cada rincón es ch'allada con alcohol en su mayoría, otros prefieren la cerveza o vino, pues esperan la prosperidad y mejores oportunidades de desarrollo en el futuro.
Desde temprano algunas familias ya van colgando los banderines multicolores, los globos y demás figuras que adoran la casa.
Mucha gente realiza sus compras en los diferentes puestos de venta, mientras que muchas comerciantes también aprovechan en exponer sus productos que fueron preparados con anticipación de un mes.
Delfina Mejía, que tiene su puesto de venta en la calle Illampu, es una de las comerciantes que durante más de 15 años ofrece al público diferentes motivos de ch'alla, ayer ella estuvo ofreciendo confites y varios granos de colores dorados y plateados.
"Se están llevando para ch'allar terrenos, casas, movilidades en vez de la mistura se utiliza esto, se mezcla con confites y flores. Se ch'alla para tener mucha abundancia. Las bolsas grandes están a Bs 10 y las pequeñas Bs 5", dijo Mejía.
La tradicional ch'alla es una costumbre inculcada por los abuelos, tradición del área rural que fue incursionándose en las ciudades, debido a las migraciones.
Friday, February 28, 2014
Realizan preparativos para martes de ch’alla
Ventas y oficinas se ch’allan con granos bañados en oro y plata
Cebada, lenteja, arvejas, quinua y maíz bañados en oro y plata son símbolos de la abundancia, que se añaden en el preparado de una ch’alla de oficinas y negocios. La tradición también manda hacer una "mesa dulce” para la ofrenda a la Pachamama.
El Carnaval de La Paz comenzará al mediodía de hoy con la tradicional ch’alla de las oficinas y los negocios, después siguen las casas y autos para agradecer con este ritual a la Madre Tierra.
Ángela Mejía, una de las vendedoras de los productos que se usan para el ritual, explicó que se debe preparar cuatro bandejas llenas de confites de colores, pétalos de flores, cebada, lenteja, quinua y se las pone en las esquinas de la oficina o negocio.
Después se procede a rociar con alcohol, vino y coca, para finalmente terminar con el reventado de los cohetillos. "Esto es para alejar a las malas energías”, comenta Mejía.
Según Lourdes Maldonado, quien heredó esta tradición de la ch’alla de sus abuelos, es importante añadir a lo anteriormente señalado azúcar, arroz y canela, para que exista abundancia en el negocio u oficina.
Ella recomienda echar todo lo preparado de la bandeja a los cuatro lados del negocio y dejarlo hasta que se retorne a trabajar. En el caso de las viviendas, sugiere dejarlo por una semana para después limpiarlo.
De lo que se trata, dice Maldonado, es darle a la Pachamama un "buen plato de comida dulce”, como cuando uno se sirve bien.
La lenteja, arveja, quinua, haba, frijol y cebada bañados de color oro y plata simbolizan la abundancia para el negocio. A éstos también se suma los chocolates, en forma de monedas, como una novedad.
Las personas también realizan una k’oa con un mesa dulce para la Pachamama, una ceremonia que se realiza al ingreso o en el centro de oficinas y negocios, según explicó Ángela Mejía.
La "mesa dulce” se vende en las calles Sagárnaga y Santa Cruz y su precio oscila entre los 20 bolivianos y 300; mientras más elementos contiene la mesa dulce, el costo es más elevado.
Según una chiflera de la calle Santa Cruz, quien no quiso dar su nombre, una mesa, que incluye un sullu (feto muerto), es una "buena” ofrenda para la Pachamama. "Con llamita es mejor, así le pides tener más clientes, suerte, protección y progreso”, dijo.
Según Zulma Acarapi, otra chiflera, no es una obligación hacer una k’oa, pero advierte que en este mes la Pachamama y el Tío "tienen hambre”.
En Carnaval se agradece a la Pachamama
En el área rural, en tiempo de Carnaval se agradece a la Pachamama con el sacrificio de animales, para la fertilidad de la tierra. En el contexto urbano, los elementos que se usan se innovan, como el uso de la mixtura y los granos.
Según el investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore Milton Eyzaguirre, en el contexto de los espacios de La Paz y Oruro lo que se hace es agradecer a la Pachamama y a los Apus, entidades que generan la fertilidad de la tierra.
Eyzaguirre refiere que este ritual se da en tiempo del jallupacha (tiempo de lluvia), cuando se inicia la cosecha y la gente acostumbra a dar todo lo dulce, como las frutas. En el área urbana el agradecimiento se da con otros elementos como el arroz.
El Carnaval de La Paz comenzará al mediodía de hoy con la tradicional ch’alla de las oficinas y los negocios, después siguen las casas y autos para agradecer con este ritual a la Madre Tierra.
Ángela Mejía, una de las vendedoras de los productos que se usan para el ritual, explicó que se debe preparar cuatro bandejas llenas de confites de colores, pétalos de flores, cebada, lenteja, quinua y se las pone en las esquinas de la oficina o negocio.
Después se procede a rociar con alcohol, vino y coca, para finalmente terminar con el reventado de los cohetillos. "Esto es para alejar a las malas energías”, comenta Mejía.
Según Lourdes Maldonado, quien heredó esta tradición de la ch’alla de sus abuelos, es importante añadir a lo anteriormente señalado azúcar, arroz y canela, para que exista abundancia en el negocio u oficina.
Ella recomienda echar todo lo preparado de la bandeja a los cuatro lados del negocio y dejarlo hasta que se retorne a trabajar. En el caso de las viviendas, sugiere dejarlo por una semana para después limpiarlo.
De lo que se trata, dice Maldonado, es darle a la Pachamama un "buen plato de comida dulce”, como cuando uno se sirve bien.
La lenteja, arveja, quinua, haba, frijol y cebada bañados de color oro y plata simbolizan la abundancia para el negocio. A éstos también se suma los chocolates, en forma de monedas, como una novedad.
Las personas también realizan una k’oa con un mesa dulce para la Pachamama, una ceremonia que se realiza al ingreso o en el centro de oficinas y negocios, según explicó Ángela Mejía.
La "mesa dulce” se vende en las calles Sagárnaga y Santa Cruz y su precio oscila entre los 20 bolivianos y 300; mientras más elementos contiene la mesa dulce, el costo es más elevado.
Según una chiflera de la calle Santa Cruz, quien no quiso dar su nombre, una mesa, que incluye un sullu (feto muerto), es una "buena” ofrenda para la Pachamama. "Con llamita es mejor, así le pides tener más clientes, suerte, protección y progreso”, dijo.
Según Zulma Acarapi, otra chiflera, no es una obligación hacer una k’oa, pero advierte que en este mes la Pachamama y el Tío "tienen hambre”.
En Carnaval se agradece a la Pachamama
En el área rural, en tiempo de Carnaval se agradece a la Pachamama con el sacrificio de animales, para la fertilidad de la tierra. En el contexto urbano, los elementos que se usan se innovan, como el uso de la mixtura y los granos.
Según el investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore Milton Eyzaguirre, en el contexto de los espacios de La Paz y Oruro lo que se hace es agradecer a la Pachamama y a los Apus, entidades que generan la fertilidad de la tierra.
Eyzaguirre refiere que este ritual se da en tiempo del jallupacha (tiempo de lluvia), cuando se inicia la cosecha y la gente acostumbra a dar todo lo dulce, como las frutas. En el área urbana el agradecimiento se da con otros elementos como el arroz.
Ayer las comadres no lloraron y fueron felicitadas por los compadres
Cumpliendo las tradiciones previas a la realización del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, ayer fueron festejadas las comadres por los compadres, en retribución a la atención que recibieron el penúltimo jueves antes de la entrada devocional.
Estanislao Aquino, integrante del Comité de Etnografía y Folklore, explicó que estas tradiciones son de origen europeo, que tiene relación con el sistema de parentesco religioso del catolicismo.
Explicó que se nombra "compadre", al padrino de un niño respecto del cuidado de los padres; en caso de tratarse de mujer se denomina madrina, por lo que los padres se referirán a ella como "comadre".
Por esta razón el padre biológico es responsable de la seguridad del niño y el compadre es responsable de supervisar que el niño sea moralmente bien criado, una costumbre traída de Europa y que fue asumida en nuestro medio, en el siglo XX.
El día de compadres se festejaba en los talleres de varones y el día de las comadres en los mercados, talleres de costura y de hilado, quienes tenían la costumbre de abrazarse y felicitarse a la espera que los compadres también lo hagan, considerando inclusive al esposo como compadre.
Aquino informó que el plato que se servía el día de las comadres era preparado por los compadres, de preferecia un picante de gallina y como bebida se invitaba la cerveza negra o el "batido" (hecho con huevo y cerveza negra dulzona conocida como bicervecina).
Según las tradiciones, el penúltimo jueves antes del Carnaval se festeja a los compadres y el último jueves antes de la entrada, a las comadres, debido a que como segundos padres merecen una atención de gratitud por los padres de los niños apadrinados.
Estanislao Aquino, integrante del Comité de Etnografía y Folklore, explicó que estas tradiciones son de origen europeo, que tiene relación con el sistema de parentesco religioso del catolicismo.
Explicó que se nombra "compadre", al padrino de un niño respecto del cuidado de los padres; en caso de tratarse de mujer se denomina madrina, por lo que los padres se referirán a ella como "comadre".
Por esta razón el padre biológico es responsable de la seguridad del niño y el compadre es responsable de supervisar que el niño sea moralmente bien criado, una costumbre traída de Europa y que fue asumida en nuestro medio, en el siglo XX.
El día de compadres se festejaba en los talleres de varones y el día de las comadres en los mercados, talleres de costura y de hilado, quienes tenían la costumbre de abrazarse y felicitarse a la espera que los compadres también lo hagan, considerando inclusive al esposo como compadre.
Aquino informó que el plato que se servía el día de las comadres era preparado por los compadres, de preferecia un picante de gallina y como bebida se invitaba la cerveza negra o el "batido" (hecho con huevo y cerveza negra dulzona conocida como bicervecina).
Según las tradiciones, el penúltimo jueves antes del Carnaval se festeja a los compadres y el último jueves antes de la entrada, a las comadres, debido a que como segundos padres merecen una atención de gratitud por los padres de los niños apadrinados.
El Tío de la mina entre el bien y el mal
Quienes saben de la actividad minera, saben también que "no hay mina sin Tío" o más claro aún, no habrá éxito en un emprendimiento de explotación de las riquezas mineras, en las entrañas de la tierra si antes no se dispone un lugar especial para el Tío a la entrada del primer socavón.
El Tío es en realidad una escultura hecha de barro o tierra mineralizada que representa al diablo, estas figuras en algunos casos tienen la medida de un ser normal, en otros se los hace de talla descomunal y sus demoniacas características responden a la imaginación de los trabajadores mineros que se ocupan de dar forma con sus manos al Tío de la mina, una deidad andina que en el pensamiento de sus "adoradores" simboliza el bien y el mal.
¿Cuándo apareció el Tío? Es algo que no se puede precisar, pero antropólogos estudiosos de la materia refieren que hace más de 500 años atrás, esa figura muy rústica por entonces ya se encontraba en las profundidades de los oscuros socavones en las minas de Oruro y Potosí, a las que ingresaban los mineros sin saber con certeza cuándo volverían a salir, entonces en el interior de los parajes mineros pedían protección al Tío que era considerado el dueño de las riquezas naturales y a quien pedían permiso para extraer el mineral.
Las leyendas y los datos de muchos estudiosos coinciden en señalar que la deidad andina que se conoce como el Tío, tiene la capacidad de hacer el bien o el mal, dependiendo de cuánta atención y agradecimientos le ofrezcan sus devotos seguidores. Por eso al observa aún en el tiempo presente la figura del Tío en el interior de las minas, la misma está adornada con serpentinas, papel picado, no debe faltarle buena cantidad de coca y siempre debe tener un cigarro encendido en la boca, además de que cada minero rocía la figura con abundante alcohol puro.
Se cuenta que durante la colonia la Iglesia católica combatió abiertamente la existencia de las figuras demoniacas en las minas, pero fue mayor la voluntad y la veneración de los mineros que se impusieron y restituyeron al Tío de la mina, dando paso a una simbiosis que se observa en la actualidad, cuando en la figura del Carnaval de Oruro salen los diablos del averno para adorar a la Virgen del Socavón, a su vez la "Madre" de los trabajadores mineros. Algo que mucha gente no comprende, cuando se relaciona al diablo de la mina, que en el hecho real y humano del carnaval, muestra a miles de danzantes disfrazados de diablo que luego de largo peregrinaje llegan de rodillas hasta los pies de su Patrona la Virgen del Socavón, cuya figura apareció también en el interior de una caverna, allí donde ahora está el Santuario del Socavón y lugar donde los visitantes podrán ver en el Museo del Templo una réplica del interior de una mina y con la figura de un Tío, con olor a copagira (agua mineralizada) y con los detalles de lo que fueron y son las minas de la rica región andina de Bolivia, único lugar del mundo donde el bien y el mal se funden en un evento de incomparable magnitud, con inigualable coreografía, con la belleza del mejor ballet callejero del mundo y con la muestra de atuendos bordados con hilos de oro y plata, mostrando la riqueza minera del occidente boliviano.
Este es un tiempo propicio para vivir una fantasía que se hace realidad a la vista y el oído, que es como decíamos anteriormente la simbiosis irrebatible entre el bien y el mal, entre la devoción y la tradición, una muestra humana que no existe en ninguna otra latitud del mundo.
Oruro a 3.706 metros sobre el nivel del mar, es una tierra eminentemente minera, aquí cobra vida la deidad andina cuando los diablos del averno ganan las calles bailando con fe y devoción cristiana en honor de la Virgen del Socavón, la Madre del Hijo de Dios.
Bienvenidos al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, así reconocido por la Unesco. Les deseamos días y horas de entretenimiento y placer, pero también de recogimiento. Que disfruten del mejor carnaval.
El Tío es en realidad una escultura hecha de barro o tierra mineralizada que representa al diablo, estas figuras en algunos casos tienen la medida de un ser normal, en otros se los hace de talla descomunal y sus demoniacas características responden a la imaginación de los trabajadores mineros que se ocupan de dar forma con sus manos al Tío de la mina, una deidad andina que en el pensamiento de sus "adoradores" simboliza el bien y el mal.
¿Cuándo apareció el Tío? Es algo que no se puede precisar, pero antropólogos estudiosos de la materia refieren que hace más de 500 años atrás, esa figura muy rústica por entonces ya se encontraba en las profundidades de los oscuros socavones en las minas de Oruro y Potosí, a las que ingresaban los mineros sin saber con certeza cuándo volverían a salir, entonces en el interior de los parajes mineros pedían protección al Tío que era considerado el dueño de las riquezas naturales y a quien pedían permiso para extraer el mineral.
Las leyendas y los datos de muchos estudiosos coinciden en señalar que la deidad andina que se conoce como el Tío, tiene la capacidad de hacer el bien o el mal, dependiendo de cuánta atención y agradecimientos le ofrezcan sus devotos seguidores. Por eso al observa aún en el tiempo presente la figura del Tío en el interior de las minas, la misma está adornada con serpentinas, papel picado, no debe faltarle buena cantidad de coca y siempre debe tener un cigarro encendido en la boca, además de que cada minero rocía la figura con abundante alcohol puro.
Se cuenta que durante la colonia la Iglesia católica combatió abiertamente la existencia de las figuras demoniacas en las minas, pero fue mayor la voluntad y la veneración de los mineros que se impusieron y restituyeron al Tío de la mina, dando paso a una simbiosis que se observa en la actualidad, cuando en la figura del Carnaval de Oruro salen los diablos del averno para adorar a la Virgen del Socavón, a su vez la "Madre" de los trabajadores mineros. Algo que mucha gente no comprende, cuando se relaciona al diablo de la mina, que en el hecho real y humano del carnaval, muestra a miles de danzantes disfrazados de diablo que luego de largo peregrinaje llegan de rodillas hasta los pies de su Patrona la Virgen del Socavón, cuya figura apareció también en el interior de una caverna, allí donde ahora está el Santuario del Socavón y lugar donde los visitantes podrán ver en el Museo del Templo una réplica del interior de una mina y con la figura de un Tío, con olor a copagira (agua mineralizada) y con los detalles de lo que fueron y son las minas de la rica región andina de Bolivia, único lugar del mundo donde el bien y el mal se funden en un evento de incomparable magnitud, con inigualable coreografía, con la belleza del mejor ballet callejero del mundo y con la muestra de atuendos bordados con hilos de oro y plata, mostrando la riqueza minera del occidente boliviano.
Este es un tiempo propicio para vivir una fantasía que se hace realidad a la vista y el oído, que es como decíamos anteriormente la simbiosis irrebatible entre el bien y el mal, entre la devoción y la tradición, una muestra humana que no existe en ninguna otra latitud del mundo.
Oruro a 3.706 metros sobre el nivel del mar, es una tierra eminentemente minera, aquí cobra vida la deidad andina cuando los diablos del averno ganan las calles bailando con fe y devoción cristiana en honor de la Virgen del Socavón, la Madre del Hijo de Dios.
Bienvenidos al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, así reconocido por la Unesco. Les deseamos días y horas de entretenimiento y placer, pero también de recogimiento. Que disfruten del mejor carnaval.
Hoy se efectúa la ch’alla de las oficinas cumpliendo costumbres y tradiciones
Hoy en horas de la mañana se realizará la tradicional ch’alla en oficinas públicas y privadas, cumpliendo costumbres y tradiciones en agradecimiento a la Pachamama o Madre Tierra los favores recibidos durante el pasado año.
Estanislao Aquino, investigador y antropólogo, manifestó que la ch’alla es una ceremonia de reciprocidad con la Pachamama, que se basa en el acto de regar la tierra u otro bien, con alcohol y elementos simbólicos como una mesa dulce, en la que se incorpora la hoja sagrada como se conoce a la coca.
Explicó que la ch’alla en el campo consiste básicamente en cubrir la tierra con pétalos de flores y enterrar una olla de papas cocidas, cigarros, hojas de coca y alcohol para alimentar a la Madre Tierra, mientras lo hacen, beben y le ofrecen cantos y bailes.
El día oficial del ritual de la ch’alla en la zona Andina y especialmente en Oruro, se efectúa el martes de Carnaval, pero se adelanta este acto para el viernes en oficinas públicas y privadas antes de la entrada de peregrinación.
Las personas fueron apropiándose de esa costumbre debido a que en el distrito minero de San José, los trabajadores cumplían con esta tradición el viernes, ya que el martes no podían acudir a la mina a cumplir con la tradición de la ch’alla.
Esta actitud fue asumida también en empresas e instituciones tanto privadas como públicas hasta convertirse en una costumbre que se cumple en medio del tronar de dinamitas en la mina y cohetillos en la ciudad.
En la mina se esparcía además la sangre de un toro negro por ser un simbolismo al tener un color íntegro, inclusive sus pesuñas, solamente sus ojos y su boca eran de otro color.
En algunos centros mineros, cuando cumplen sus ritualidades, utilizan llamas negras, en otro lado estilan sacrificar una oveja sin tomar en cuenta el color y otros usan la plata labrada y el gallo colorado para pedir un buen augurio.
Viendo este ejemplo, algunos artesanos, comerciantes y oficinistas se acostumbraron a realizar la ch’alla el viernes porque esos centros laborales, el martes no se abren, no funcionan o no atienden a la población.
Estanislao Aquino, investigador y antropólogo, manifestó que la ch’alla es una ceremonia de reciprocidad con la Pachamama, que se basa en el acto de regar la tierra u otro bien, con alcohol y elementos simbólicos como una mesa dulce, en la que se incorpora la hoja sagrada como se conoce a la coca.
Explicó que la ch’alla en el campo consiste básicamente en cubrir la tierra con pétalos de flores y enterrar una olla de papas cocidas, cigarros, hojas de coca y alcohol para alimentar a la Madre Tierra, mientras lo hacen, beben y le ofrecen cantos y bailes.
El día oficial del ritual de la ch’alla en la zona Andina y especialmente en Oruro, se efectúa el martes de Carnaval, pero se adelanta este acto para el viernes en oficinas públicas y privadas antes de la entrada de peregrinación.
Las personas fueron apropiándose de esa costumbre debido a que en el distrito minero de San José, los trabajadores cumplían con esta tradición el viernes, ya que el martes no podían acudir a la mina a cumplir con la tradición de la ch’alla.
Esta actitud fue asumida también en empresas e instituciones tanto privadas como públicas hasta convertirse en una costumbre que se cumple en medio del tronar de dinamitas en la mina y cohetillos en la ciudad.
En la mina se esparcía además la sangre de un toro negro por ser un simbolismo al tener un color íntegro, inclusive sus pesuñas, solamente sus ojos y su boca eran de otro color.
En algunos centros mineros, cuando cumplen sus ritualidades, utilizan llamas negras, en otro lado estilan sacrificar una oveja sin tomar en cuenta el color y otros usan la plata labrada y el gallo colorado para pedir un buen augurio.
Viendo este ejemplo, algunos artesanos, comerciantes y oficinistas se acostumbraron a realizar la ch’alla el viernes porque esos centros laborales, el martes no se abren, no funcionan o no atienden a la población.
En viernes de Ch’alla Rituales mineros piden mejoras en su trabajo
El viernes de ch’alla los mineros de cooperativas y empresas acostumbran a realizar diferentes rituales pidiendo mejoras en su trabajo, además agradeciendo a la Pachamama (Madre tierra) y al "Tío de la Mina" por los beneficios otorgados durante la gestión.
El presidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Oruro (Fedecomin), Agustín Choque indicó que en carnavales cada año se hace el agradecimiento a la Pachamama y al "Tío de la Mina" para que puedan otorgarles la riqueza minera en las diferentes cooperativas.
Manifestó que cada cooperativa comienza con las ofrendas de acuerdo a sus costumbres, por ejemplo algunos cooperativistas desde el jueves en la noche ingresan a interior mina para alcanzar la mesa y otros el viernes al mediodía comienzan con los rituales.
"Tienen diferentes modos de agradecer a la Pachamama, como federación nosotros apoyamos con los rituales a la madre tierra, al tío y al creador para que las cooperativas siempre estén de subida y puedan mantener a sus familias" sostuvo.
Señaló que por ejemplo en Morcocala cada cuatro años entregan dos toros, en Santa Fe entregan 4 llamas, en la cooperativa San José 6 llamas, manifestó que la idea es que tiene que subir o mantenerse, pero nunca bajar la ofrenda.
Asimismo mencionó que se hace el agradecimiento a los aviadores que son el cerro negro pabellón, el tata Sabaya, el Posokoni y otros para que puedan seguir otorgando minerales.
Aseveró que muchas veces estos rituales son dirigidos por yatiris varones, los horarios ideales para iniciar los rituales son a las 12 del mediodía o a la medianoche.
El presidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Oruro (Fedecomin), Agustín Choque indicó que en carnavales cada año se hace el agradecimiento a la Pachamama y al "Tío de la Mina" para que puedan otorgarles la riqueza minera en las diferentes cooperativas.
Manifestó que cada cooperativa comienza con las ofrendas de acuerdo a sus costumbres, por ejemplo algunos cooperativistas desde el jueves en la noche ingresan a interior mina para alcanzar la mesa y otros el viernes al mediodía comienzan con los rituales.
"Tienen diferentes modos de agradecer a la Pachamama, como federación nosotros apoyamos con los rituales a la madre tierra, al tío y al creador para que las cooperativas siempre estén de subida y puedan mantener a sus familias" sostuvo.
Señaló que por ejemplo en Morcocala cada cuatro años entregan dos toros, en Santa Fe entregan 4 llamas, en la cooperativa San José 6 llamas, manifestó que la idea es que tiene que subir o mantenerse, pero nunca bajar la ofrenda.
Asimismo mencionó que se hace el agradecimiento a los aviadores que son el cerro negro pabellón, el tata Sabaya, el Posokoni y otros para que puedan seguir otorgando minerales.
Aseveró que muchas veces estos rituales son dirigidos por yatiris varones, los horarios ideales para iniciar los rituales son a las 12 del mediodía o a la medianoche.
Monday, February 24, 2014
Alasita 2014 cierra la feria con su tradicional remate
La Feria de la Alasita 2014 cerró ayer con el gran remate de miniaturas.
La ciudadanía paceña tuvo la posibilidad de adquirir productos con descuentos de hasta 50% este fin de semana.
Alrededor de 5.000 comerciantes, entre artesanos y productores, ofrecieron atractivas ofertas a la ciudadanía que acudió este fin de semana a la feria de miniaturas instalada en la urbe paceña.
Calles y vías colmadas de gente fue el panorama que se vio a lo largo del Campo Ferial del Bicentenario, del Boulevard de la avenida del Ejército, del pasaje Marina Núñez del Prado y de alrededores del museo Pipiripi.
“Tenemos rebajas del 50% en todos los productos, sobre todo en las artesanías en yesos”, convocaba a gran voz el presidente de la Federación Nacional de Artesanos Expositores de Navidad y Alasita (Fenaena), Adolfo Chávez, agarrando una de sus artesanías elaboradas en yeso, en plena subasta.
La mayoría de los artesanos, especialmente los de yeso, se apostaron sobre la avenida del Ejército para el tradicional remate.
La actividad comenzó con un clima agradable desde las diez de la mañana aproximadamente y se prolongó hasta muy entrada la noche.
“Usted sabe que la finalidad de los comerciantes es terminar nuestros productos. Por eso seguimos con el remate hasta la tarde para que la mayor cantidad de gente nos visite”, comentó a Cambio el dirigente de los artesanos.
Variedad de productos se encontraron en la tradicional feria. No sólo miniaturas, sino también adornos de distintos materiales, como yeso, madera, tejidos, etc.
Como ocurre en toda feria, no faltó la comida. El sector de los apis fue uno de los más visitados para contrarrestar el frío peculiar en la urbe. No se quedaron atrás los anticuchos, los churros ni las humintas, que también tuvieron adeptos.
La ciudadanía paceña tuvo la posibilidad de adquirir productos con descuentos de hasta 50% este fin de semana.
Alrededor de 5.000 comerciantes, entre artesanos y productores, ofrecieron atractivas ofertas a la ciudadanía que acudió este fin de semana a la feria de miniaturas instalada en la urbe paceña.
Calles y vías colmadas de gente fue el panorama que se vio a lo largo del Campo Ferial del Bicentenario, del Boulevard de la avenida del Ejército, del pasaje Marina Núñez del Prado y de alrededores del museo Pipiripi.
“Tenemos rebajas del 50% en todos los productos, sobre todo en las artesanías en yesos”, convocaba a gran voz el presidente de la Federación Nacional de Artesanos Expositores de Navidad y Alasita (Fenaena), Adolfo Chávez, agarrando una de sus artesanías elaboradas en yeso, en plena subasta.
La mayoría de los artesanos, especialmente los de yeso, se apostaron sobre la avenida del Ejército para el tradicional remate.
La actividad comenzó con un clima agradable desde las diez de la mañana aproximadamente y se prolongó hasta muy entrada la noche.
“Usted sabe que la finalidad de los comerciantes es terminar nuestros productos. Por eso seguimos con el remate hasta la tarde para que la mayor cantidad de gente nos visite”, comentó a Cambio el dirigente de los artesanos.
Variedad de productos se encontraron en la tradicional feria. No sólo miniaturas, sino también adornos de distintos materiales, como yeso, madera, tejidos, etc.
Como ocurre en toda feria, no faltó la comida. El sector de los apis fue uno de los más visitados para contrarrestar el frío peculiar en la urbe. No se quedaron atrás los anticuchos, los churros ni las humintas, que también tuvieron adeptos.
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