Cebada, lenteja, arvejas, quinua y maíz bañados en oro y plata son símbolos de la abundancia, que se añaden en el preparado de una ch’alla de oficinas y negocios. La tradición también manda hacer una "mesa dulce” para la ofrenda a la Pachamama.
El Carnaval de La Paz comenzará al mediodía de hoy con la tradicional ch’alla de las oficinas y los negocios, después siguen las casas y autos para agradecer con este ritual a la Madre Tierra.
Ángela Mejía, una de las vendedoras de los productos que se usan para el ritual, explicó que se debe preparar cuatro bandejas llenas de confites de colores, pétalos de flores, cebada, lenteja, quinua y se las pone en las esquinas de la oficina o negocio.
Después se procede a rociar con alcohol, vino y coca, para finalmente terminar con el reventado de los cohetillos. "Esto es para alejar a las malas energías”, comenta Mejía.
Según Lourdes Maldonado, quien heredó esta tradición de la ch’alla de sus abuelos, es importante añadir a lo anteriormente señalado azúcar, arroz y canela, para que exista abundancia en el negocio u oficina.
Ella recomienda echar todo lo preparado de la bandeja a los cuatro lados del negocio y dejarlo hasta que se retorne a trabajar. En el caso de las viviendas, sugiere dejarlo por una semana para después limpiarlo.
De lo que se trata, dice Maldonado, es darle a la Pachamama un "buen plato de comida dulce”, como cuando uno se sirve bien.
La lenteja, arveja, quinua, haba, frijol y cebada bañados de color oro y plata simbolizan la abundancia para el negocio. A éstos también se suma los chocolates, en forma de monedas, como una novedad.
Las personas también realizan una k’oa con un mesa dulce para la Pachamama, una ceremonia que se realiza al ingreso o en el centro de oficinas y negocios, según explicó Ángela Mejía.
La "mesa dulce” se vende en las calles Sagárnaga y Santa Cruz y su precio oscila entre los 20 bolivianos y 300; mientras más elementos contiene la mesa dulce, el costo es más elevado.
Según una chiflera de la calle Santa Cruz, quien no quiso dar su nombre, una mesa, que incluye un sullu (feto muerto), es una "buena” ofrenda para la Pachamama. "Con llamita es mejor, así le pides tener más clientes, suerte, protección y progreso”, dijo.
Según Zulma Acarapi, otra chiflera, no es una obligación hacer una k’oa, pero advierte que en este mes la Pachamama y el Tío "tienen hambre”.
En Carnaval se agradece a la Pachamama
En el área rural, en tiempo de Carnaval se agradece a la Pachamama con el sacrificio de animales, para la fertilidad de la tierra. En el contexto urbano, los elementos que se usan se innovan, como el uso de la mixtura y los granos.
Según el investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore Milton Eyzaguirre, en el contexto de los espacios de La Paz y Oruro lo que se hace es agradecer a la Pachamama y a los Apus, entidades que generan la fertilidad de la tierra.
Eyzaguirre refiere que este ritual se da en tiempo del jallupacha (tiempo de lluvia), cuando se inicia la cosecha y la gente acostumbra a dar todo lo dulce, como las frutas. En el área urbana el agradecimiento se da con otros elementos como el arroz.
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