Wednesday, July 31, 2013

Hay largas filas para las mesas de la Pachamama



En la ciudad de La Paz ya se observan largas filas para comprar las mesas de ofrenda para la Pachamama, que tradicionalmente se realizan en agosto. La Razón visitó los puestos de la familia Sáenz en la calle Max Paredes, uno de los puntos más requeridos.

La tradición de ofrendas a la Pachamama es en agosto; sin embargo, algunos creyentes de la práctica andina prefieren comprar sus mesas a fines de julio, razón por la que desde el fin de semana hubo largas filas en los sectores donde hay mercados.

Uno de los puntos con más ajetreo es el de la familia Sáenz, adonde acuden entre 250 y 300 personas para adquirir entre una y ocho mesas en el mes de agosto. Se trata de las hermanas Irma y Asunta Sáenz, y Blanca Sáenz, quienes se ganaron la fama de tener “buena mano” para preparar las ofrendas. Ellas instalan mesas desde hace más de 50 años en sus puestos frente a la Subalcaldía del macrodistrito Max Paredes.

En la última semana de julio, las filas en este lugar tuvieron entre 80 y 100 personas por día. Algunos de ellos aseguraron que prefieren comprar ahora, porque después la fila “es peor”. “Las señoras preparan bien y siempre se cumple, por eso vengo hace ya diez años”, expresó Corina Lara.

Tuesday, July 30, 2013

Año Nuevo Andino-Amazónico podría recibirse en Sorata

Con el propósito de incentivar la visita de los turistas al municipio de Sorata, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, indicó que en el 2014 realizarán actividades para la llegada del Año Nuevo Andino- Amazónico en la región valluna.

“Me dijeron que en Sorata hay lindos lugares turísticos, ahora ya tenemos caminos para llegar desde La Paz en dos horas, dos horas y media. Quisiéramos apoyar a los hermanos del campo. Al turismo en Sorata”, expresó.

Al respecto la Secretaria Departamental de Turismo y Culturas de la Gobernación de La Paz, Natalia Quispe, dijo que se incentivará más sitios arqueológicos, en valle para impulsar a los comunarios en la imagen turística.

Sostuvo que es necesario incentivar no solo recordarlas en fechas conmemorativas, sino, realizar actividades donde el turista pueda venir al país, específicamente al departamento paceño y generar ingresos económicos, principalmente a las comunidades y empresas.

“A partir de Tihuanacu, se está viendo otros sitios más, otros lugares y municipios para poder promocionar el año nuevo aymara. Ejemplo en septiembre se lleva a cabo una actividad en la Isla de la Luna, eso hay que apoyar”, sostuvo Quispe.

Expuso que se pretende realizar trabajos específicos, en conjunto con el Viceministerio de Turismo y Culturas para planificar proyectos a futuro.

La localidad de Sorata se ubicado en la provincia Larecaja a 150 km de la ciudad de La Paz, tiene un clima templado y está ubicado al pie de uno de los nevados más altos de Bolivia, Illampu.

Sorata cuenta con espectaculares sitios para visitar como la ruta Sorata- Lacatia, Chillata, y la laguna glaciar. También se puede visitar la gruta de San Pedro o Chussek Uta, el mirador Eminapi, Ullunlija y el valle de Sorata.

Según datos del departamento de turismo de la Gobernación paceña, uno de los glaciares más hermosos es el Nevado “Jankho Uma” se encuentra a 6.427 m.s.n.m. al suroeste del macizo Illampu. El nombre de esta montaña proviene de la lengua aymara y significa “aguas cristalinas”.

Monday, July 29, 2013

Yatiris sugieren tres tipos de ofrendas para la Pachamama

En dos días se inicia agosto, conocido en Bolivia como el mes de la Madre Tierra o Pachamama, y los yatiris preparan para esta ocasión tres tipos de ofrendas: la mesa especial, Chacaltaya y wawa.

Durante el mes de la Pachamama se deben ofrendar tres mesas a esta deidad andina. Mientras más compleja sea, mejor retribuida será la persona, según los expertos consultados.

“Es la temporada principal del año porque tiene que ver con la fortuna económica. Todo el mes se enfoca al crecimiento económico, para que haya más ganancias en el trabajo y los negocios, dependiendo a lo que se dedique la persona”, explicó el médico kallawaya Vicente Trujillo.

Desde tiempos ancestrales, en julio se empieza a buscar la fortaleza para los negocios o actividades económicas y agosto es propicio para las buenas ganancias, cosechar lo que se ha sembrado.

Por ello, la tradición dice que en agosto la Pachamama tiene “más apetito” y estará gustosa de recibir toda ofrenda. Se la debe retribuir generosamente.

Los especialistas recomiendan hacer hasta tres ofrendas durante el mes, pero la primera deberá ser el primer día, a tempranas horas de la mañana.

Para este año, además, se preparan tres tipos de ofrendas, que varían por su tamaño, la cantidad y calidad de los elementos y el precio (ver recuadros).

Cada maestro (kallawaya, yatiri, chamakani) tiene su propio criterio para armarlas, según lo que su consultante requiera.

Trujillo comentó que para que el agradecimiento a la Pachamama sea más efectivo se requiere un mensajero. En su caso, él trabaja más con plantas y velas, que coloca delante de un altar levantado para una calavera (ñatita).

“Agosto es la fiesta de la Pachamama. Todos los espíritus esperan ilusionados la ofrenda”, dijo Trujillo. En la calle de Las Brujas (Linares) se puede encontrar todos los accesorios para la mesa.

Sunday, July 28, 2013

Challa Grande revive ritual del Toro Tinku

La comunidad de Challa Grande en Tapacarí revivió el Toro Tinku, una fiesta ancestral en la que los toros más bravos de la zona se enfrentan. Según los antecedentes históricos, el ritual comenzó a practicarse en 1900. Esta vez los pobladores reunieron a sus 18 mejores animales para echarlos al ruedo, con el fin de recuperar una de sus tradiciones ancestrales.

El desafío convocó a más de 400 personas, entre lugareños y pobladores de distintos sectores del municipio de Tapacarí, que además de observar el duelo de los toros participaron de la feria anual de la agricultura y la ganadería, que contó con una gran oferta de animales desde burros, llamas hasta ovejas .

El responsable de Culturas, Turismo y Deporte del municipio de Tapacarí, Hilarión Medrano, dijo que durante la feria de agricultura y ganadería en Challa Grande “también se realiza el Toro Tinku o pelea toros”.

“Auspiciamos todas las actividades culturales para poder revalorizar y recuperar la cultura de las comunidades”, dijo.

Los ganadores del Toro Tinku son premiados con alimentos y herramientas de trabajo. “Los incentivos que trae el municipio son víveres y herramientas de trabajo para los mejores productores tanto en ganadería como en producción agrícola (papa, quinua y chuño) y para los ganadores del tradicional Toro Tinku”, explicó.

El Toro Tinku se caracteriza por ser un encuentro entre toros machos adultos, que sostienen una pelea hasta que surge un vencedor; no necesariamente se requiere que uno de los animales muera, debido a que cuando el toro acepta su derrota huye. Esta actividad se realiza en la mayoría de los distritos de Tapacarí como: Ramadas, Tunas Vinto y Challa. Es una feria que se la realiza “hace más de 20 años, cada 25 de julio”, agregó.

El concejal de municipio de Tapacarí, Luciano Villca, indicó que: “El Toro Tinku es una actividad sobre todo cultural que se la realiza en las ferias para que las personas se sientan orgullosas de sus animales, en este caso de los toros”.

“En este sector de Challa Grande también vienen comerciantes de Oruro y de algunas provincias a comprarse toros y otros animales como burros, llamas, ovejas”, dijo.

“Es importante indicar que los toros, después de la Pascua, comen, se alimentan con todo tipo de forrajes, algunos se mantienen y otros engordan, también se debe recalcar que después de la época de carnaval comienza la época de reproducción y de esta forma aparece el Toro Tinku”, explicó.

Villca manifestó también que en el este sector de Challa Grande “tenemos distintos tipos de música como la tarqueada”. El dirigente de la subcentral originaria, Juan Villcarana, expresó: “En este sector están los mejores toros, que son alrededor de 200, algunos compiten en el Toro Tinku y otros se venden”.

“En esta feria van a participar entre hombres y mujeres, alrededor de 400 personas que vienen de distintas comunidades y sectores como de Pongo, Oruro y Cochabamba”, agregó.

Villcarana dijo que como parte de esta feria también “se realiza un trueque (intercambio sin dinero) de productos locales como ser papa, quinua y chuño”. (Más datos en lostiempos.com)

FERIA ANUAL DE AGRICULTURA Y GANADERÍA

El dirigente de la subcentral originaria de Challa Grande, Juan Villcarana, informó que “esta feria se caracteriza por la comercialización de productos de la región y de artesanías”.

Villcarana dijo que esta feria anual de agricultura y ganadería “se la realiza hace aproximadamente 20 años, cada 25 del mes julio”.

“En productos agrícolas ofrecemos: papa, chuño y quinua, además de la comercialización de toros, llamas, ovejas y burros”, agregó.

La comunidad de Challa Grande es una de las pocas en las que se mantiene una feria tradicional. Esta comunidad, perteneciente al municipio de Tapacarí, está ubicada a 106 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, siguiendo la carretera que conecta Cochabamba con Oruro.


Friday, July 26, 2013

RITUAL CULTURAL EN CHALLA GRANDE Toro Tinku, demostración del poderío agropecuario

Challa Grande (provincia de Tapacarí), a 107 kilómetros de distancia de la ciudad de Cochabamba, es escenario del concurso tradicional del Toro Tinku, que se realiza cada 25 de julio y reúne a cientos de personas con el objetivo de medir el desempeño agropecuario de sus habitantes.

La población de Challa Grande se encuentra al borde de la carretera y al pie de algunas colinas que se mezclan con el color de las casas hechas de adobe.

Un clima propio de la zona andina del país caracteriza el lugar. El viento mueve el pelaje de las llamas y ovejas que son expuestas para ser comercializados o intercambiados; entre ellos, se encuentran algunos toros sujetos con sogas a la tierra que "esperan su turno".

El Toro Tinku es una manera indirecta de competir para definir el poderío de la producción agropecuaria, ya que ganar el concurso es un indicador de que se realiza una buena labor agrícola y ganadera.

"Vemos la potencialidad de cada familia, que produce la parte ganadera y agrícola. Esta zona tiene potencial en producción camélido y bovino", expresó Justino Chambilla de la Central Regional Originaria del Ayllu de Aransaya,

La competición

Los comunarios de la zona se preparan con un mes de anticipación para participar del Toro Tinku y de la Feria Agrícola y Ganadera, que se desarrollan simultáneamente.

Aguardan que los primeros retadores se encuentren al pie de la colina, donde existe una especie de canchón rodeado de muros y algunas construcciones que son usados para resguardarse de alguna eventualidad dentro el concurso.

No existe una inscripción previa a la pelea, las personas deciden en el momento si su ganado concursará.

El comienzo es lento, los animales se ponen frente a frente y se empujan con los cuernos y luego se separan. "Los toros son sabios. Saben si van a poder ganar", explica Chambilla.

Las personas se limitan a poner frente a frente a los vacunos y a la primera muestra de huida, los contendientes son separados. Por su parte, las autoridades de las diferentes comunidades fiscalizan el evento, tomando nota del desarrollo de los encuentros.

Los toros bajan la cabeza y chocan sus astas y comienza una puja, hasta que alguno desiste y se separa.

Los colores de los animales ayudan a diferenciarlos. El toro de color negro con una línea roja en la cabeza aparenta ser el más fuerte, se enfrenta a otro y lo hace huir despavorido y mugiendo.

El público ríe ante el escape de algunos toros, mientras consumen los alimentos que se ofrecen en la feria. Nueve retos se desarrollan y termina el Toro Tinku.

Luego, todos los espectadores se dirigen hacia la construcción que alberga la oficina de sus autoridades y una comisión decide sobre el desempeño para elegir a los ganadores.

Es un día de competencias ya que los habitantes también concursan en las categorías de artesanía, gastronomía, ganadería y Toro Tinku.

Los premios son herramientas de agricultura, frazadas, enseres de cocina y el reconocimiento de la comunidad.

Este año ganó Don Crispín Falso, dueño del toro negro con rojo, de la comunidad de Condorini. "Es la primera vez que vengo", comenta feliz al recibir su premio.

La feria

La Feria Agrícola Ganadera se realiza desde hace 20 años, sustituyendo la celebración religiosa del Tata Santiago. Este evento marca el final de las ferias anuales en la región, sin embargo las ferias semanales continúan.

Personas de distintas comunidades se reúnen desde temprano para ofrecer sus variados productos como papa, chuño, artesanías, cebada, quinua y ganado.

"Los compradores vienen de Cochabamba, de la Huachaca, de Caracollo", explicó el Concejal de Tapacarí encargado de la Comisión de Cultura, Guillermo Tomás Nina. En cuanto a los precios de los productos se puede encontrar la arroba de papa desde 30 bolivianos y "los mejores toros cuestan hasta 7 mil bolivianos" añadió Nina.

Thursday, July 25, 2013

Amautas y Municipio alteño iniciarán actividades por mes de la Pachamama

El Consejo de Amautas Indígenas del Tawantinsuyo (CAIT) y la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal de El Alto iniciarán el mes de la Pachamama con una Wilancha este sábado en el sector de la Apacheta, a la altura del kilómetro 17 de la carretera Oruro.

De acuerdo con el encargado de la actividad, Agustín Fernández, representante de los amautas de la Apacheta y Diego del Carpio, funcionario municipal encargado de la realización de esta actividad por parte del Municipio, este sábado todo comenzará con el acto de izar Wiphalas Cósmico Telúricas, donde ofrendarán a la Pachamama una llama blanca como parte de la práctica milenaria Tiawanacota.

Entre los programas más sobresalientes están varios ritos que comienzan desde el nevado Huayna Potosí que se encuentra en el Norte, llegando hasta el sector Sur donde está situado el Jachha Warakho, conocido también como el lugar de la Apacheta.

“En este lugar haremos la apertura de nuestro acto central, donde se compartirá con una wilancha junto a nuestra Pachamama, nuestros achachilas, amautas y yatiris, porque después de agosto ya entraremos a la época de la siembra y es ahí donde nosotros también explicaremos a todas las personas que nos acompañarán en los actos rituales y el significado de cada lugar del sitio sagrado de las huakhas”, señaló el amauta Fernández.

Otro de los principales objetivos de la wilancha, de acuerdo con CAIT, es que cada año se realiza este tipo de actividades en el inicio del mes de la Pachamama con la ceremonia pidiendo a la madre tierra, que en todo el mes de agosto los visitantes a la Apacheta, puedan realizar sus actividades en paz y armonía, quienes también piden, producción en sus negocios, trabajo, felicidad en sus hogares, amor y mucha suerte.

Durante el mes de agosto, miles de personas visitan el sector de la Apacheta, como creyentes de la Pachamama, que según la historia desde hace muchos años atrás, visitan especialmente gente de negocio y hasta personalidades del ámbito político, tal como recuerdan los amautas más antiguos del lugar, sin descartar la presencia de extranjeros que en la oportunidad no se hacen presente en el lugar como turistas sino también para realizar sus ofrendas.

Por su parte, el responsable de la promoción turística del Municipio, Diego del Carpio, señaló que para el efecto se ha trazado una ruta turística que será recorrida por todos los creyentes y los mismos amautas quienes recorrerán desde la llamado Apacheta más alta que se encuentra en el sector Norte de El Alto, hasta llegar al Jachha Warakho, que está en el Sur.

“Nosotros estamos realizando esta actividad con el fin de revalorizar nuestras costumbres y de esta forma mostrar a la población que en la urbe alteña contamos con lugares sagrados y durante todos estos días vivir una jornada distinta junto a nuestros amautas y yatiris”, manifestó del Carpio.

Tuesday, July 23, 2013

EL KARI (EXPERTO SANADOR DE HUESOS)

Un personaje como pocos en Tarija fue Kari, curandero famoso que trascendió las fronteras del propio terruño. Campesino de nacimiento, entendido en todos los males, pero más famoso como sanador de huesos, destacado por sus métodos nada delicados ni ortodoxos, más bien rudos, de una rudeza que daba pavor, pero con resultados asombrosamente positivos y sorprendentes.
Además de rudo y tosco, tenía un físico impresionante, medía más de un metro ochenta y cinco de estatura, de espaldas anchas como las de un deportista de lucha olímpica, llevaba puesto un sobrero de ala grande al estilo del Moto Méndez, era tuerto o bizco, nunca parecía mirar de frente, sino de “reojo”, lado o costado; hasta que un jalón, estirón o un buen remesón acompañado de un dolor infernal despertaba o devolvía a la realidad al paciente, el que ya no podía escapar porque se encontraba aprisionado entre sus no tan finas y tampoco delicadas manos.

Hablando de manos tenía unas manazas como mazos y unos dedos que parecían tenazas, con las que inicialmente saludaba al paciente y después cuando realizaba la curación, lo atenazaba desde la parte dañada antes del desmayo que regularmente ocasionaba. Con posterioridad al desvanecimiento el paciente se despertaba cagado u orinado, no sólo del susto, sino principalmente del dolor que el Kari le producía al momento de la curación.
Antes de entregarse en cuerpo y alma en manos del Kari, con solo verlo y conocerlo uno se ponía a temblar. Tal era el miedo o pavor que se apoderaba de uno, que deseaba salir corriendo cuando caía en cuenta que ese ser gigante, casi mitológico, era quién le iba a tratar de una quebradura o torcedura de huesos o de cualquier otro mal, con métodos cercanos o propios de la era cuaternaria.
A diferencia de los días que corren, donde existen corrientes de opinión que hablan de unificar la medicina ancestral o tradicional con la medicina occidental o por lo menos de integrarla en las estructuras oficiales de la salud estatal, por la década de los sesenta-noventa; Kari sanador criollo, se convirtió en el terror y la competencia de los médicos de la ciudad y de la medicina occidental, al punto que hemos perdido la cuenta las veces que el Colegio Médico de la Capital intervino en su intento por inhabilitarlo en el ejercicio de la profesión. Se lo acusaba de ejercer ilegalmente la medicina y en suma se consideraba su saber incómodo a los intereses de los matasanos que habían estudiado en las universidades públicas.
Sin embargo, nunca lograron ponerlo totalmente fuera de competencia -salvo por periodos cortos que fue arrestado o aprehendido- más debido a metidas de pata en las que incurría y según las malas lenguas tenían que ver con algunas prácticas ilegales que nunca se esclarecieron en el ámbito jurídico del medio, como otros tantos casos de mala praxis ocasionados oficialmente. Sin embargo la enorme popularidad y demanda de la que gozaba Kari entre sus pacientes, le permitió seguir ejerciendo el curanderismo desde cualquier lugar en el que se encontraba, inclusive desde el lugar donde alguna vez guardó detención y luego en libertad hasta su muerte.
La auscultación inicial: Como cualquier médico, lo primero que hacía Kari con respecto a sus clientes era averiguar sobre los antecedentes, circunstancias o síntomas que sentían quienes llegaban hasta su consultorio popular. Si la consulta no trataba sobre huesos sino sobre otros males, primero auscultaba al paciente no con estetoscopios o algo parecido sino con sus propias manos y ojos, para ser más exactos tomándole el pulso y mirando fijamente al paciente.
Mediante su tacto prodigioso no sólo era capaz de detectar alguna rotura, fisura o fuera de lugar de cualquier hueso del sistema óseo, sino que podía percibir alteraciones del ritmo cardiaco lo que a su vez le permitía diagnosticar si el enfermo arrastraba o no otro tipo de dolencias. La observación directa del enfermo de otra parte le brindaba la ocasión de informarse sobre su aspecto general, si presentaba un aspecto pálido o más o menos amarillento, mayor o menor hinchazón del cuerpo o partes del cuerpo, el color de los ojos, lengua, manos o pies, cierto tipo de ulceraciones, etc. Las que complementaba con un análisis a ojo de buen cubero de muestras de sangre, orina y saliva para determinar una mayor o menor viscosidad de estos líquidos corporales, la existencia de impurezas o la presencia de algo anormal, lo que le permitía diagnosticar enfermedades renales, estomacales, biliares, etc. Y cuando descubría que el mal no le correspondía curar, derivaba de inmediato al paciente para su atención por la medicina occidental.
Si se trataba de huesos, averiguaba si la lesión era antigua o reciente, dónde se había producido y bajo qué circunstancias; luego ordenaba que se compraran algunos utensilios indispensables para la curación entre los que no podían faltar algodón, cartón o cartulina, retazos de madera para entablillar los miembros superiores o inferiores en caso de fractura de algún hueso, algún guato o hilo duro, retazos de goma o elásticos para amarrar, una o dos cápsulas de darbón compuesto -analgésico fuerte de fácil obtención- que ordenaba tomar con agua unos diez o quince minutos antes de cada intervención para mitigar el dolor y, pócimas o ungüentos que entregaba a modo de tratamiento dependiendo del tipo de enfermedad o problema que sufría el enfermo.
Cumplido el tiempo en que se suponía hizo efecto el calmante, empezaba la curación propiamente dicha, para lo que tomaba con sus manazas la parte afectada del paciente sea cabeza, tórax, dedo, mano, codo, brazo, pie, tobillo, rodilla o pantorrilla, que inicialmente masajeaba delicadamente como dando confianza al paciente, a tiempo que preguntaba o comentaba sobre cualquier tópico como el estado del tiempo o sobre la noticia más sobresaliente de la jornada; hasta que imprevistamente y sin ningún aviso o pre aviso, remordimiento o acto de conciencia, remataba su actuación con un fuerte apretón, jalón, estirón o aventón que no solo hacia ver estrellas a sus pacientes sino también el propio infierno.
El consultorio: El lugar de atención a los enfermos se asemejaba a un consultorio médico popular o a una clínica del pueblo; que se convirtió en algo así como la casa del jabonero, en la que el que no caía, resbalaba.
Quién ingresaba al consultorio del Kari, lo primero que percibía era un fuerte olor a alcohol, mezclado con infundia (grasa) de gallina y alcanfor característica de esta clase de inmuebles propios de curanderos. El consultorio se instalaba en el mismo domicilio que habitaba, incluía algunos ambientes a saber, una pequeña antesala de espera y a falta de ésta se recibía a los enfermos en un zaguán, donde se apiñaban en una que otra silla o en un largo madero asentada en ladrillos o adobes.
Luego se pasaba a una segunda habitación algo más grande, en la que siempre esperaba el Kari y donde los únicos que podían ingresar eran el paciente, uno o dos acompañantes que por lo general eran un familiar o un amigo muy cercano que tenían la misión de sujetar al enfermo por las axilas y no dejar que se moviera cuando chillara de dolor, cooperar adquiriendo los remedios o medicamentos requeridos y ofrecerle al aterrado amigo o pariente una especie de asistencia sicológica pre y post curación; para que superara sin mucho trauma semejante experiencia.
Lo visitaban todos quiénes sufrían algún problema óseo, pero también lo hacían a hurtadillas familiares de los médicos occidentales y los propios médicos que requerían de sus servicios; los que además no dudaban en recomendar y derivar bajo cuerda a sus conocidos porque era una forma de desviarle casi dolosamente la clientela al colega no muy apreciado y entendido en traumatología.
Métodos de curación: Variados fueron los métodos que utilizaba Kari al tratar a sus pacientes, en realidad dependían de la dolencia que los atormentara. Cuando los problemas se ubicaban en la columna vertebral, si venía enyesado luego de haberse escapado del hospital o alguna clínica particular; ordenaba o participaba directamente en el sacado del yeso para lo que se recurría a elementos comunes como tijeras, alicates, punzones de hierro o lijas.
Después colocaba al paciente de bruces sobre un “pullo” que tenía extendido en el suelo, se trepaba sobre el mismo y previo a sujetarlo por los hombros, procedía a frotarle una de sus tremendas rodillas a lo largo de la columna vertebral, comenzando desde la base del cráneo hasta llegar al coxis, una o dos veces por cada sesión, generando una explosión de sonidos similar al que se produce cuando revienta el maíz purita (tostau) dentro de un tiesto o cacerola; a los que se agregaban los gritos desgarradores de dolor que profería el infeliz que confió su integridad en las manos de no tan fino doctor.
Cuando el enfermo era un niño o una dama, convocaba a un escuálido ayudante al que ordenaba pararse encima de la espalda, para que le aplique unos pases con sus no siempre muy aseados pies, al mejor estilo de una masajista o geisha japonesa. Terminada la sesión los fajaba, es decir les envolvía el tórax con una tela, goma o cartulina con algodón y les recetaba algunos calmantes post intervención.
Aseveran algunas malas lenguas haber visto lazos, sogas o tientos de cuero colgados de los tijerales de madera que sostenían los tejados, los que utilizaba para sujetar por las axilas, pies o manos de pacientes con problemas de columna vertebral. Cuando eran sujetados por las axilas ordenaba que el enfermo se parara sobre una silla o banca de madera, la que de manera sorpresiva y brusca era expulsada, dejando al aterrorizado cliente colgado y dando de alaridos. Otras lenguas no menos filosas afirman que la forma en la que sacaba de circulación el apoyo en cuestión era mediante un simple y certero puntapié; logrando que la columna vertebral se enderezara o se estropeara definitivamente.
Además de huesos, Kari trataba otras dolencias, en una oportunidad llegó a su consultorio un paciente con problemas respiratorios propios de la estación invernal, lo atendió y le pidió que abriera la boca como lo hacen los médicos occidentales, pero a diferencia de éstos en vez de usar una delgada maderita para observar la cavidad bucal o la garganta, le introdujo sin ninguna contemplación la totalidad del mango de una cuchara de tamaño normal; ocasionando que al incauto se le desorbitaran sus ojos, a tiempo de salpicar al propio curador con un torrente de lágrimas que saltaron abruptamente de sus orbitas oculares. Posteriormente le receto un menjunje casero elaborado en base a yerbas diversas para que lo bebiera y una pócima preparada en base a grasas de diferentes animales: cocodrilo, víbora, ranas, sapos, gatos, etc. para que se untara en el cuerpo y la garganta, de acuerdo a una directiva verbal que ordenaba las cantidades y horarios en que debía usar uno u otro medicamento.
Asimismo fue muy comentado el método de curación a niños de corta edad y a personas adultas que sufrían el mal de cola, que aparecía cuando un bebé se caía de nalgas al intentar dar sus primeros pasos por cuenta propia o cuando un adulto se caía de cola. Este accidente, genera un malestar que se traduce en poco apetito, estreñimiento o diarrea y llanto continuo en el niño o dolor en la persona mayor; lo que Kari detectaba casi inmediatamente. Luego y sin ningún tipo de miramientos procedía a introducir en el ano del paciente el dedo más grande de una de sus inmensas manos, envuelto en algún nylon, con el que realizaba un brusco jalón, hasta que lograba poner en su lugar los pequeños huesitos que se ubican donde termina la espalda.
La manteada: Muchas mujeres embarazadas, como consecuencia de algún brusco o mal movimiento, caída o accidente, sufrían el cambio de posición del feto en el vientre materno, lo que ocasiona un terrible dolor y padecimiento. Son tres las situaciones que se generan al interior de la matriz: que el feto se corra colocándose de costado; que el movimiento lo sitúe en forma transversal y que se produzca la rotación total del feto invirtiéndolo en relación a su posición original. Ante estas circunstancias, Kari como posiblemente hacen otros curanderos, utilizaba un método poco convencional y criollo pero muy eficaz para revertir la situación.
Se denomina como “manteada”, que consistía en colocar a la mujer embarazada recostada en una manta o pullo, que se sujetaba por los extremos por dos personas adultas, las que mediante bamboleos y remesones más delicados que bruscos lograban remitir al feto a su posición inicial. El mismo mal se trataba optativamente mediante masajes suaves efectuados sobre el vientre materno, lo que se conoce con el nombre de “sobada”, por tener similitud con el acto de sobar la masa para elaborar el pan.
Este mal muy frecuente en el pasado, lo padecían ante todo las madres campesinas, cuando efectuaban viajes a lomo de animal, en el mejor de los casos, en camiones antiguos que recorrían por caminos de tierra y piedra apenas transitables, que provocaban tremendos sacudones en su humanidad que a su vez producían el movimiento del feto y su cambio de posición en el vientre materno. Como no existían postas sanitarias u hospitales, ni pensar en médicos en estos lugares alejados de los pueblos o ciudades, los únicos a los que se podía recurrir fueron ante los curanderos tradicionales o médicos campesinos.
Sanación de asustaus o desalmaus: No podíamos dejar de mencionar entre los diferentes males por los que se acudía donde el Kari, el de los asustaus o desalmaus, que en buen castellano significa “personas sin alma” por presentar ciertos desequilibrios emocionales que van desde un simple estado de ansiedad o stres hasta un desequilibrio mental de raíces mucho más profundas, los que se pueden rastrear desde el ámbito de la psicología o de la propia psiquiatría. Habiendo sido por tanto Kari, además de traumatólogo, sicólogo y psiquiatra.
La mayor cantidad de personas que padecían este mal, eran bebés o niños de corta edad, aunque tampoco dejaban de padecerlo los adultos y el método de curación que aplicaba Kari en estos casos, difiere radicalmente a los anteriores, ya que el contacto físico entre el curador y el enfermo era mínimo circunscribiendo el tratamiento a sólo ritos y formalismos.
Los síntomas más visibles que presentaba el enfermo tenían que ver con un continuo llanto, insomnio, pérdida total de apetito y sobresaltos permanentes del niño mientras intentaba descansar o dormir. Por lo que lo primero que solicitaba a los padres o parientes cercanos era la ropa que llevaba puesta el niño, la que sometía a algunos ritos entremezclando oraciones y santiguadas. Después, hacía sentar en una silla o banca a la madre o padre con el niño entre brazos, en torno a los que giraba rociándolos con alcohol en sustitución de agua bendita a tiempo de repetir oraciones y santiguadas, además de darle chupones en la parte de la coronilla del niño y escupir al suelo lo que supuestamente extraía con su boca, repitiendo el acto cuantas veces creía necesario.
Culminaba el proceso ordenando que los papás salieran a campo abierto y caminaran algunos metros con la ropa del niño entre manos, a tiempo de repetir una fórmula o llamado por el que se invocaba la presencia del espíritu o alma del niño y se suplicaba que regresara o no se fuera ni los abandonara, luego de lo cual solicitaba que las ropitas se mantuvieran bajo la cabecera o almohada del niño por algunos días.
El pago por la curación: Una vez cumplido el rito de curación cualquiera haya sido el mal por el que se acudía ante el Kari, no acostumbraba como los médicos occidentales a cobrar una suma fija de dinero según alguna tarifa o arancel mínimo que ponía en vigencia el colegio médico del lugar; sino que dejaba que el enfermo o su acompañante cancelara “según su voluntad”. A las personas que no tenían la posibilidad económica de pagar por los servicios recibidos con dinero contante y sonante, les permitía hacerlo mediante la entrega de otros bienes, por lo que no era raro ver en el interior de su consultorio popular: gallos, gallinas, corderos, chivas, huevos, maíz, fruta, pescado, quesos, etc. especies con los que muchos de los pacientes reconocían la labor del sanador. Lo que no significaba que dejara de expresar su desagrado, cuando alguna persona de la alta sociedad y de buenos recursos económicos se conformaba con dejarle unas cuantas monedas. Situación que se encargaba de hacérselo saber maldiciéndolo en voz baja.
Tampoco mostraba disposición para atender a jovencitas de la ciudad a las que calificaba de “chotas”, porque según su parecer eran débiles y propensas al llanto. Por lo que prefería a la gente de pueblo a las que creía más fuertes y por que soportaban con entereza las inclemencias de sus metodologías.
Más allá de todos los males que se le atribuía y de sus cuestionados así como tormentosos métodos de sanación a los que recurría, nadie pudo poner en duda el increíble tacto con que Kari fue dotado. Con solo palpar con sus prodigiosas manos y dedos era capaz de pronosticar en tiempo record –sólo algunos segundos- una fractura, fisura o fuera de lugar de cualquier hueso en el enfermo, algo que ni los mejores médicos occidentales ni los más desarrollados aparatos de Rayos x o de otra índole pueden hacer hoy. En definitiva fue un muy hábil sanador de huesos, que en la mayoría de los casos los ponía en su lugar aunque también, en algunos otros, los acababa de fregar.

Fuentes: Tradición oral y experiencias personales.

Friday, July 19, 2013

Compran casitas de barro hechas por niños de la zona Santa Bárbara

Con la esperanza que pronto contarán con una vivienda de verdad, decenas de personas se dieron cita a la avenida Santa Bárbara entre 6 de Octubre y Potosí, para comprar las casitas de barro que hicieron los niños de esa zona, desde muy temprano ayer.

Los niños contaron que comenzaron a trabajar desde las 08:00 horas de ayer para que a las 17:00 horas, aproximadamente sus casitas estén terminadas para que puedan ser vendidas al precio de 30 ó 40 bolivianos.

Esta actividad es tradicional en esta fecha, como una actividad más de celebración por el día de la Virgen del Carmen, siendo los vecinos de toda esa zona bastante creyentes.

Don Silvano Martínez es un lugareño que da testimonio de su fe, pues asegura que él ya no vivía en ese sector, aunque de niño cumplía con la tradición de hacer las casitas de barro, entonces compró una casa, y en el testimonio puso la dirección Santa Bárbara y Tarija, y hoy tiene una casa en plena esquina de esas calles.

Y así, expresó que mucha gente que fue a comprar las casitas de barro, luego hizo realidad su deseo y hoy cuenta con una casa propia en el lugar que soñaron.

Una de las niñas, que laboriosamente construía su casita, Alison Condori, nos contó que fue muy temprano a traer tierra del cerro para hacer sus adobitos, que formó con cajitas de fósforos. Su casita contaba con dos habitaciones, un baño, cocina y su sala comedor, además de su patio y garaje para su movilidad.

"La tierra era blanca, así que mezclé con tierra del suelo, y con un poco de agua, desde las ocho estoy aquí. Mi casita tiene dos cuartos, baño, cocina, garaje y patio para jugar, además de rejitas para que no se caigan los niños. Mi abuelito hacía casitas de barro", dijo la niña.

Abner Flores, otro niño, expresó su gusto por haber jugado haciendo las casitas, porque fue la primera vez que participó de esa actividad, considerando que es muy divertido y que se debe tener mucha imaginación.

Otros niños también se dieron otras formas de hacer sus pequeños adobes, ayudados por sus padres, por ejemplo los hermanos, Nayerly y Joel Maldonado Tola quienes usaron un adobero hecho de madera.

Además de la actividad de construcción, en horas de la tarde se celebró una misa, luego hubo una confraternización amenizada con música de banda y otros grupos musicales.

El Gobierno Autónomo del Municipio de Oruro, brindó algunos obsequios para los niños que se esforzaron por hacer sus casitas, premiando a los que las hicieron de barro, pues se observó que otros pequeños usaron materiales prefabricados como el ladrillo para construirlas, lo que no estaba permitido.

Thursday, July 18, 2013

Oruro Niños construyen casitas de barro como una tradición de varias generaciones

Los niños de la zona Santa Bárbara hoy construirán casitas de barro como una tradición de varias generaciones como parte de la festividad de la Virgen del Carmen.

La actividad se de-

sarrollará desde las 10:00 horas en las calles Santa Bárbara, Potosí y 6 de Octubre, para luego proceder a venderlas, a un precio simbólico, a quienes quieran comprarlas, en la creencia que si adquiere una casita de barro, pronto se hará realidad la adquisición de una vivienda, por la bendición de la Virgen del Carmen.

El oficial mayor de Cultural del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO), Miguel Guerra Tolín, informó que esta actividad se desarrolla desde hace muchos años, el 18 de julio, como parte de las tradiciones, especialmente de esa zona de la ciudad.

Indicó que los vecinos del sector, solicitaron su colaboración para apoyar esta actividad en la que los niños trabajan laboriosamente, jugando y divirtiéndose construyendo.

"Queremos amplificar la invitación que hacen los vecinos de la zona Santa Bárbara, hemos comprometido apoyarles y ayudarles con obsequios para los niños que se dan a la tarea de elaborar adobitos con sus propias manos, sin ayuda de ningún mayor, construyendo sus casitas hasta en horas de la tarde, y para concluir hacen la venta simbólica de las casitas, que según la fe se hará realidad", expresó Guerra.

Es una actividad vecinal, muchas de las personas que son adultas ahora, ya han trabajado y jugado de niños con esta tradición, por lo que se pretende incentivar la misma para que se mantenga, porque es una actividad manual que tiene relación con la naturaleza y con la cultura.

"Por eso es importante apoyar este evento, y esperamos que en otras zonas se generen estas actividades tradicionales, no copiando, pero sí que los niños se involucren en actividades que tengan que ver con las tradiciones", sostuvo la autoridad cultural del Municipio.

Tuesday, July 16, 2013

Miles de personas acuden con fe a celebrar Alasitas

Lo importante no es comprar sino tener fe para que los deseos se cumplan. Así resume la vendedora Genoveva Castellón el significado de Alasitas, cuya máxima característica se expresa hoy, a las 12:00, en Sucre cuando la gente ávida de esperanza no escatima esfuerzos para comprar casas, movilidades, sapitos, dinero y maletas, entre otros elementos que ansían tener mañana.
Castellón, una señora de 67 años de edad, de Sucre, contó que se dedica a la venta de miniaturas desde sus 14 años, y que en estos 53 años de presencia en la “feria de la esperanza”, constató que a la gente le interesa más comprar una casa.
Después, haciendo un orden de preferencia, las personas se inclinan por adquirir una movilidad, dólares, sapitos de la suerte y maletas.
A decir de la comerciante, la tradición indica que la gente debe “comprar sus esperanzas” con mucha fe a las 12:00 en punto, aunque por la gran demanda la venta masiva se extiende hasta las 14:00; después, la presencia de las personas disminuye considerablemente, no sólo en este día sino que también en los siguientes. Sin embargo, dijo que los domingos son también días de mejor venta.
Siguiendo la tradición, según doña Genoveva, una vez que se hace la compra, la vendedora realiza un suamerío en el que también pone toda su fe, para que el sueño de su cliente se haga realidad hasta el próximo año.
Cumplidos estos pasos, el comprador debe dirigirse hasta la Virgen del Carmen que está en La Rotonda para pedirle con mucha fe que su sueño se haga realidad. “La Virgencita es bien milagrosa”, aseguró.


EL PROGRAMA
La Junta Vecinal de La Rotonda de la Virgen del Carmen y la Alcaldía de Sucre elaboraron un programa especial para celebrar a su patrona y la fiesta de Alasitas.
Las actividades iniciaron el 7 de julio con una novena, mientras que ayer los vecinos embanderaron sus casas, se iluminó el frontis de La Rotonda, hubo en pequeña entrada folclórica y una serenata.
Hoy, a las 9:00, será la misa con la presencia de las Fuerzas Armadas y las 10:00, el Alcalde interino de Sucre, Nelson Guzmán, inaugurará la feria.

Programa

A las 9:00 se realizará la misa en honor a la Virgen del Carmen con la presencia de las Fuerzas Armadas y a las 10:00 el alcalde interino de Sucre, Nelson Guzmán inaugurará la fiesta de la miniatura.

Entrada folclórica y serenata abren fiesta de la miniatura


PRESENCIA. La morenada Unión Comercial participó en la entrada de anoche.


Una entrada folclórica sólo con danzas de la Morenada y una serenata fue el preámbulo de la fiesta de la Virgen del Carmen y de Alasitas, dijo el presidente de la Junta Vecinal de La Rotonda Virgen del Carmen, Teófilo Barrientos, quien, además, informó que ocho fueron las fraternidades participantes, mientras que en la serenata estuvieron siete grupos musicales.
Por su parte, la oficial Mayor de Cultura, Ana María Zanabria, dijo que intentaron que los comerciantes se asentaran lejos de La Rotonda, pero no fue posible.


Jaen y Sagárnaga Las calles mÁs cÉlebres de la paz

Muy cerca a la plaza Riosinho se encuentra la calle colonial mejor conservada de La Paz: la Jaen. También conocida como “la calle de los duendes”, tiene apenas unos 100 metros de largo, a lo largo de los cuales hay importantes museos dedicados a la historia e identidad nacional.

Por su lado, la Sagárnaga es una de esas estrechas callejuelas paceñas que exige al visitante ser escalada para poder recorrerla por completo. Su punto de partida es la plaza de San Francisco, desde donde se debe subir para apreciar la ajetreada vida de los mercados de fuerte sabor indígena.

La joyería en plata y estaño es uno de los mayores atractivos de sus puestos de venta.

Monday, July 8, 2013

Un rayo llevó a una familia al camino de la predicción

Felipe Paredes Choque, un curandero con más de 40 años de experiencia, señala que es un dotado de sabiduría que le permite predecir la suerte de las personas y curar algunas enfermedades que en muchos de los casos fueron desahuciadas por los médicos, además asegura tener la facilidad de poder cambiar este problema en una esperanza de vida para aquellas personas que creen en estas curaciones.

El experto explica que todos los dones con los que cuenta en la actualidad son producto de la caída de un rayo, mismo que habría afectado a casi toda su familia, lo que hizo que ellos también, desde su padre, se dedicasen a realizar este tipo de trabajos.

“Es como cuando eres un elegido por Dios, y según nuestras creencias todos los curanderos provienen luego de la caída de una rayo, esto sucede generalmente cuando existe una torrencial lluvia como un granizo y producto de los truenos se genera los rayos”, asevera el entrevistado.

Cuando le tocó a Felipe Paredes, sus antepasados como sus abuelos le indicaron que debe cumplir la misión de dedicarse a la sabiduría, al pronóstico y que fue señalado por los dioses y la Pachamama, quienes le dotaron de esta sabiduría para interpretar el destino y en caso de rechazar esa misión la suerte le daría la espalda, llevándole problemas a toda su familia e inclusive a sus allegados y sus descendientes.

Paredes Choque dijo que para él no fue nada difícil entrar el ambiente, debido a que de muy niño fue como ellos lo llaman un soldado de su padre, ya que él le inculcó todos sus conocimientos ayudado por el destino que le dio el privilegio de leer la suerte de las personas, momento desde el cual tuvo el don de colaborar a las personas que tienen todo tipo de problemas de salud, trabajo, amor, estudio, negocio y otros.

“Gracias a estos dones que ahora tengo, tuve la oportunidad de conocer Perú y Chile, porque la efectividad con que trabajo ha hecho que se me abra el mercado internacional, en cuanto a la remuneración económica no me quejo, porque gracias a Dios, tengo una clientela que por día me visitan más de cinco personas con diferentes problemas y eso hace que pueda vivir de manera cómoda económicamente”, aseguró Paredes.

Entre sus clientes recuerda que en varias oportunidades recibió la visita de algunas autoridades municipales como el exalcalde de El Alto, José Luis Paredes y el actual de la urbe paceña Luis Revilla, quienes coincidieron en pedirle que la suerte le acompañe en su gestión.

En su haber tiene varios cursos de actualización efectuados en la Universidad Salesiana de Bolivia, en el programa de desarrollo y conservación del medio ambiente, su participación en cursillos de los médicos de medicina naturista de humanidad de vidas de la universidad de nueva generación.

Su participación en la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional, Asociación de Naturistas de Bolivia y el Instituto Boliviano de Medicina Tradicional.

Yatiris con 40 años de experiencia predicen el futuro en la urbe alteña

La avenida Panorámica es una de las vías más importantes de la urbe alteña y es la encargada de unir la zona Villa Dolores con La Ceja y de allí llegar hasta la zona Ballivián, sin embargo, este sector de El Alto es más que una simple ruta de acceso de automóviles.

En el lugar pueden encontrarse pequeños consultorios donde hombres y mujeres ofrecen la lectura de la suerte, predicciones del futuro y respuesta a preguntas que sólo los naipes, la coca y otros materiales podrían responder.

Adivinos, curanderos, espiritistas, consejeros, amautas o yatiris, son algunos de los denominativos que estos personajes reciben ya que ponen sus conocimientos a disposición de toda persona que se anima a conocer su futuro mediante algunas ofrendas y de esta forma preverlos hechos que vendrán para el negocio, los viajes, estudio, amor, salud o trabajo.

Uno de ellos, identificado como Felipe Paredes Choque, cuenta ya con 48 años de edad, dice ser el más antiguo del lugar y se califica a sí mismo como un espiritista con mucha fama a nivel nacional por su experiencia y el efectivo trabajo en la lectura de la suerte o la alza de mesas (huajta a la Pachamama).

“Todo lo que soy ahora yo he rescatado de mis abuelos y especialmente de mi padre, Angelino Paredes Barra, y hasta de mis abuelos, quienes son de la localidad de Chanca, provincia Murillo perteneciente a la población de Mallasa, donde desde muy niño comencé a trabajar junto a mi padre”, manifestó el yatiri.

“Fui soldado de mi padre, a mi corta edad casi desde mis ocho años, lo que quiere decir que yo aprendí mucho de él, me llevaba a todos los lugares donde trabajaba haciendo este tipo de curas en diferentes sectores del país”, añadió.

Curandero hace 40 años, hasta la fecha muestra una gran dedicación al armado de mesas para las personas, no sin antes ver la suerte de cada uno de ellos a través de la coca o los naipes, trabajo por el cual pide una remuneración que va entre los 400 hasta los 600 bolivianos. Esta labor consiste en el preparado de la mesa con todos los ingredientes y el infaltable sullu (feto de llama), junto a inciensos, copales, grasa de animales, lana de oveja de colores, vino blanco, dulces de colores y otros.

“Todo depende del tipo de trabajo que se presente, como el llamado de ánimo o susto, tiene un precio de 100 a 120 bolivianos, pero todo depende de la edad de la persona y entre ellos también tiene otros costos aparte el armado de la mesa que es más caro, aunque ahora las personas ya no quieren pagar lo que realmente cuesta este tipo de trabajitos, pero nosotros les pedimos a las personas que si quieren que todo sea efectivo no tienen que escatimar en el esfuerzo económico porque las personas que tienen fe en lo que están haciendo vencen sus problemas, porque a mi consultorio vienen personas hasta con enfermedades de cáncer que el médico no puede curarlos y fueron desahuciados”, manifestó el curandero.

Sondeo de opinión

ARMANDO ÁLVAREZ

“Todas las personas que alguna vez hemos asistido a este tipo de lugares, sabemos que existen dos tipos de brujos o curanderos, unos son falsos y otros de alguna manera tienen algo de verdad, por eso tenemos que conocer bien a este tipo de personas, porque lamentablemente muchos de ellos solamente se han dedicado a este tipo de negocio por una necesidad económica, pero también hay personajes dedicados a este tipo de trabajos que realmente tienen ese don de adivinarle la suerte a una persona. Dicen que para esto algunas personas se dedican desde muy temprana edad, casi desde niños porque tienen algunas virtudes para leer la suerte de las personas”.

FRUCTUOSO MITA

“Existen de todo hay aprendices, por eso por momentos es peligroso para las personas que asisten a estos lugares, pero todos los que alguna vez hemos recurrido a los yatiris, sabemos cuándo están mintiendo y cuando nos dicen la verdad. Hay formas de descubrirles, por ejemplo, cuando ellos están viendo la coca, aquellas personas que conocen realmente y saben leer la coca lo hacen con una seguridad que hasta no necesitan volver a repetir lanzar la sagrada hoja al tari que siempre utilizan. Mientras que aquellos curanderos que solamente tienen la intención de ganar dinero y su inexperiencia se ve en su actitud, no son nada seguros en su actitud y si tienen que decirte algún problema que tienen primero te sondean”.

CLARA CATUNTA

“Bueno yo no creo en estas personas que solamente lo único que hacen es engañar a la gente para conseguir dinero a cambio, porque la única persona que puede y tiene estas virtudes es nuestro señor que es el todopoderoso. Además yo pertenezco a una religión que no me permite asistir a estos lugares, mi esposo si lo hace aunque no estoy de acuerdo con este tipo de personas, debo respetar la decisión de las personas aunque en este caso es mi pareja el que cree en estas personas, que solamente tratan de perjudicar a sus ocasionales víctimas que de manera inescrupulosa les sonsacan dinero a la gente”.

ROSA TANCARA

“Para mí son personas nada creíbles, porque son personas normales como nosotros y que no es posible que puedan tener esos dones de leer la suerte de las personas y finalmente en algunos casos hasta se toman el privilegio de querer decidir la suerte de nosotros. Son gente que se aprovecha de la desgracias de uno porque tengo conocimiento de que a estos lugares asisten familias que tienen problemas de pareja, de salud y otras situaciones, entonces como la mayoría cree que son sabios ellos confían sus problemas y lo peor que puede pasar es que en vez de ayudarles generalmente les complican sus problemas”.