Bolivianos de las áreas rurales y de algunas ciudades iniciaron hoy el mes de ofrendas a la "Pachamama" o "Madre Tierra" con rituales ancestrales para agradecer por los bienes logrados en el último año y pedir una renovada prosperidad.
La costumbre de entregar ofrendas a la "Pachamama" en agosto era, hasta hace unos años, casi exclusiva de indígenas y campesinos que las practicaban en los lugares más altos de las zonas rurales, conocidos como "apachetas", para agradecer por la fertilidad de la tierra e iniciar un nuevo ciclo agrícola igualmente próspero.
Sin embargo, estos rituales ahora también se han extendido a las ciudades, donde la gente celebra las llamadas "coachadas" o peticiones a la "Madre Tierra" para bendecir sus vehículos, casas o negocios y pedir salud, dinero y bienes para toda la familia.
Uno de los principales rituales se efectuó hoy en la plaza Mayor de San Francisco, en La Paz, y fue encabezado por kallawayas (médicos aimaras) que llegaron desde la provincia Bautista Saavedra, cuna de esa cultura, reconocida por la Unesco como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en 2003.
"Este ritual es un agradecimiento a la Madre Tierra y al Cosmos. En estas fechas empieza la fertilidad, cada persona puede poner la semilla a la tierra, pues se abre la boca de la Pachamama y agradecemos para emprender nuevos proyectos, nuevos pensamientos", explicó a Efe el kallawaya Freddy Quispe Llanos.
Agregó que la ofrenda que se entrega a la deidad es "una paga con toda fe, con todo corazón, con todo cariño" por todos los bienes recibidos y otros nuevos que vendrán.
Las ofrendas contienen distintos elementos pero, según Quispe, en ellas son imprescindibles el "untu" (grasa de camélido), los dulces y las hojas de coca o bien las k'oas, que son plantas ceremoniales. También incluyen alimentos, alcohol, flores y fetos de llamas que, según quienes las venden, murieron de forma natural.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, también entregó una ofrenda en el cerro Pajchiri, situado en la localidad de Achacachi, para agradecer a la "Pachamama" por la producción de alimentos y pedir su protección para el Gobierno, según un comunicado de esa institución.
"Venimos aquí a pedir con humildad a nuestro 'achachila' (divinidad que habita en las montañas) poderoso y guerrero Pajchiri que proteja a nuestra Patria de los abusos de los poderosos, para que nos vaya bien como país y que sigamos subiendo y mejorando nuestras condiciones de vida", sostuvo la autoridad.
García Linera llevó una prenda de vestir del presidente Evo Morales para que, a través de la misma, pueda recibir la bendición de la "Madre Tierra", a la que pidió que proteja al mandatario "de los gobiernos malos, de los envidiosos y de los poderosos que quieren hacer daño".
Además del ritual encargado por la alcaldía de La Paz a los kallawayas, los comerciantes y artesanos hicieron sus propias ofrendas en las calles aledañas a la plaza de San Francisco.
Mercedes Vega, una artesana de la calle Sagárnaga, dijo a Efe que el 1 de agosto acostumbran a hacer los rituales para "agradecer y pedir" a la "Pachamama".
"En este día ofrecemos a la Madre Tierra, como ella nos da el alimento, hoy nosotros también le damos", señaló Vega, mientras se preparaba para compartir con sus compañeros un pequeño "aptaphi" o banquete comunitario.
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