La madrugada del 1 de agosto muchas personas y familias tarijeñas realizan ofrendas a la Pachamama una costumbre occidental que muchos la hacen propia en nuestra región dando muestras de gratitud a la tierra por los favores recibidos y solicitando además prosperidad, salud, trabajo, educación, amor, éxito, aspiraciones y anhelos que se pide a la Madre Tierra que según reza la tradición andina desde que inicia el primer día del agosto, la boca de la tierra estará abierta para retribuir con generosidad la fe de quienes la invoquen.
El Kallawaya, Raúl Mamani Sosa, originario de Potosí, Provincia de Charcas, vive en Tarija hace más de 20 años y presta servicios para diferentes rituales y ceremonias de forma ambulante en Tarija, explicó que esta costumbre de ofrendara a la Madre Tierra responde a la necesidad de agradecer su protección, “de ella dependemos en vida porque nos da comida, agua, nos cuida nuestros cultivos y animales por eso hay que darle ofrenda para retribuirle”, dijo.
Estas ofrendas se pueden hacer durante todo el mes de agosto donde las estrellas, el sol y la luna están en posición-aseguró el Kallawaya. “Para nosotros devolverle es un valor fundamental, es el ayni donde antes de recibir vamos a entregar todos los elemento que recibimos, se simboliza el untu o grasa de llama, en los vegetales, la coa, la coca y flores”, explicó.
Ancestralmente las illas son lo pequeñito que queremos simboliza-añadió, “nuestra energía, poder que está representado por la quilla en una serpiente, si queremos una casa está representando en pequeñito que va a proyectar a lo grande que queremos que se cumpla, si queremos una pareja vamos a proyectar una parejita, si queremos energía, un hogar, dinero, fertilidad, prosperidad todo eso lo representamos con illas”, dijo.
Cada elemento en “la mesa o sahumerio” tiene un significado que se traduce además en agradar a la Pachamama es por eso que también cumplen un importante rol los aromatizantes, dulces, confites y palo santo que representan la dulzura que se invoca en el hogar para que reine el cariño y el amor.
Las mesas cuestan entre los 10, 15, 20, 25, 50 hasta 100 pesos bolivianos, hay de todo tipo de precio, incluso de Bs 2, dependiendo de lo que se busque muchos desean agradecer o solicitar en abundancia, otros simplemente quieren manifestar su respeto y gratitud con más modestia y sencillez.
Mesas de ofrenda
Simona Janco, hace aproximadamente 25 años que vive en Tarija y ofrece su conocimiento sobre la medicina natural, sahumerios y yuyos, en un puesto fijo en la avenida Domingo Paz, ella se dedica a esta actividad desde muy pequeña ya que aprendió el oficio ayudando a sus padres que recibieron instrucción desde los abuelos, originarios de la localidad de Caguayo, provincia Tomas Frías de la ciudad de Potosí.
Asegura que durante estos días la adquisición de las mesas para sahumerio están siendo muy constante ya que en Tarija mucha gente recurre a estas prácticas guiados por lo bien que funcionan para el éxito, productividad, salud y otros beneficios.
“Son las amistades que transmiten esta información sobre lo mucho que favorece el agradecerle a Dios y a la Tierra por los favores recibidos. Antes comenzaba esto con la gente del campo ahora la gente de la ciudad busca para hacer sus mesas, gente que salió adelante piden los secretos, cómo pueden hacer entonces buscan y uno los orienta, mucha gente tarijeña lo hace y les va bien, así lo dicen, están más motivadas e incentivadas para querer hacer de nuevo cada año”, explicó Simona.
Dependiendo de lo que se quiera invocar en el primer día de agosto las mesas se prepararán de todo color, existen las blancas para la salud, las de colores, todo consiste en añadir los “misterios” (especie de fichas pequeñas hechas de azúcar) en relación a lo que se desea.
“La costumbre es ofrendar a la tierra un buen sahumerio que esté preparado ya sea para la salud, trabajo, dinero, estudio, movilidades, empresas. Un sahumerio o mesa está compuesto de varias yerbas y dulces para ofrendar a la tierra, ponemos para la suerte para el trabajo, negocio con los misterios que son dulces amasados y hervidos de azúcar, algo positivo bueno rico”, añadió.
La mesa se hace también en base a la coa que es una yerba que significa abundancia prosperidad, el dulce la grasa de llama o el untu, los confites, bombones, rositas, misterios que son para el negocio, la Pachamama pidiendo de rodillas ofrendando a la Madre Tierra, la hormiga para el trabajo, todo ello rodeado por la lana que simboliza la confraternidad, alianza y unión, este círculo que rodea a la mesa tiene colores, rojo para la amistad, amarillo para el dinero, azul para la protección el verde para la salud.
El misterio del sapo para la tierra, para la abundancia el tututo que es la bolsa de la abundancia, el banco para el dinero, en fin una serie de representaciones en fichas dulces que deben ser 12 o 24 misterios o al menos siempre en número par para colocar a la ofrenda.
“El ritual debe hacerse en la madrugada antes que caigan los rayos del sol, según la creencia es ganar al astro sol a la salida con la ofrenda hecha, ya que en este mes la tierra se abre en lo mítico, muchos piden por salud y bienestar de la familia sobre todo porque cuando se tiene salud el resto llega”, dijo.
Temido mes de agosto
Para muchos el inicio del mes de agosto es atemorizante pues se transmitió la creencia de que pueden ser días que traigan muchas cosas malas, esto sobre todo se considera cuando no se tiene por costumbre hacer la ofrenda para la Pachamama que es celosa y castiga.
“Agosto no es un mes mal, mucha gente lo piensa así, pero es un mes de la tierra donde se ofrenda para pedir algo bueno y esta de devuelve. Si una persona es buena en esencia, tiene la predisposición de hacer las cosas bien, entonces te ayuda y vas agarrando el camino; pero cuando la esencia es mala, porque hay personas malas que se sahúman para el negocio para arruinar al otro, les puede ir bien pero será por corto tiempo porque el que siembra bien cosecha bien, no se puede engañar a Dios”, aclaró Simona Janco.
A veces lo malo en la vida también llega por acciones de nuestros antecesores-aseguró la entendida, “Uno sahúma con buena fe, pide por necesidad por querer que le vaya bien en la vida y no saben porque les va mal y puede ser por un mal de hace tres generaciones atrás, algo que hizo el abuelo, no sabemos, por eso hay que pedir perdón, interceder por esas almas ya que si eres esencia del bien no será difícil encontrar la luz”, dijo.
Es por eso que muchos piden por la sabiduría y para no salirse del buen camino ya que siempre existen enemigos que tratan de poner baches, para ellos también hay que pedir le perdón, Janco, aseguró que con frecuencia recomienda a las personas que recurren a ella que sepan aprender del dolor ya que la única forma de salir adelante es dando gracias a Dios y a la Tierra por los alimentos, por la salud y ante esto comprometerse a ayudar a la gente.
“Como todo hijo a un padre agradece por lo bueno y por lo malo que le dio, es una manera de retribuir a la tierra para que nos siga dando salud, prosperidad, abundancia, protección para nuestros hijos y así llevar una buena vida con oportunidades, esto no es magia es simple agradecimiento a la Tierra y a Dios”, manifestó.
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