Thursday, August 17, 2017
Agosto de q'oas muestra el culto a la Pachamama
DESDE BS 10
Los martes y viernes son los días en los que más q'oas se venden, porque se dice que son más apropiados para presentar las ofrendas a la Pachamama. Estos preparados se venden desde Bs 10 hasta Bs 500, todo depende de su contenido.
En el Mercado Campesino se suelen ofrecer braseros y carbón para los creyentes de esta práctica andina.
Se dice que es el mes para pedir suerte, pero también es aquel en el que pueden ocurrir desgracias, una ambivalencia que mueve a cientos de personas a rendir culto a la madre tierra para que su apetito no los devore y los bendiga
La tradición dice que en agosto la Pachamama se abre con un hambre tan insaciable que incluso puede llevarse la vida de aquellos quienes no la alimenten, mientras que retribuirá enormemente a los que le brinden ofrendas. Sin embargo, más que por miedo, es por fe que cientos, sino miles de personas cumplen con la tradicional q’oa durante este mes.
Los martes y los viernes son los días preferidos para aplicar esta tradición que si bien tiene su seno en el altiplano, se ha extendido enormemente a lo largo del país, por lo que incluso en Sucre es cada vez más común que los martes y viernes de este mes las calles se impregnan de incienso y otras especias que se compran de la popular calle de las q’apachakas que se traduciría a las que tienen especias (q’apachaka: especia).
En esta recta de aproximadamente 30 puestos se ofrecen q’oas de todo precio, desde Bs 10 hasta Bs 500, todo dependiendo del gusto del cliente y de qué cosas quiere que tenga su preparado para la Pachamama.
Uno de los puestos más solicitados sólo durante la mañana del 31 de julio, a horas de iniciar el mes de la Pachamama, vendió cerca de 70 q’oas, es decir que tuvo un ingreso de al menos Bs 700, sólo si se considera que todo lo que vendió fue al precio más bajo de su oferta.
El lugar, atendido por tres mujeres de forma rápida por la exigencia de la fila, además contrata al menos dos guardias de seguridad privada para ordenar a sus clientes que aumentan en el curso de las horas y durante todo el mes.
Vendedores de distintos puestos aseguran que estas fechas su clientela se mueve en cientos al día.
“Sí, vienen decenas –¿cientos?– sí, hasta cienes llegan”, comenta la comerciante Lucía Calani, de la tienda llamada “Mano poderosa”, un nombre acorde a su negocio en el que los compradores buscan vendedores con una “buena mano” para armar la ofrenda a la madre tierra.
Calani ofrece además sahumerios, velas, amuletos y fetos de llama o vicuña que acompañan la q’oa junto con algunas hojas de coca, cigarro y la ch’alla con vino y singani o alcohol.
El preparado, servido sobre papel periódico, tiene incienso jallp’a (tierra) llamado así porque no es puro y tiene resabios de tierra; el puro se usa sólo para las llamadas “glorias”, sahumerios especiales que se realizan en domingo de Pascua. Además, cuenta con unas figuras especiales hechas de azúcar y que representan en algunos casos escenas deseadas como personas arando la tierra y cosechando varios frutos, como tiendas, autos, familia y amor, entre otros.
En sí, todo lo que uno se imagine y desee.
“La q’oa tradicionalmente está llena de dulces y ahí piden todo lo que quieren, casa, amor, trabajo, lo que vos quieras puedes pedir y en las figuritas se pone porque a la Pachamama le gusta lo dulce. También se usa el singani y el vino para la ch’alla de la Pachamama, aunque preferentemente algunos hacen con alcohol porque es más fuerte que el singani”, cuenta Calani.
Ella recomienda a sus clientes que q‘oen con fe para que todos sus pedidos se hagan realidad y les llegue suerte y dinero, y recuerda que “se hace q’oa para dar impulso a la Pachamama para que nos bendiga con salud, dinero, amor”, aunque reconoce también que este mes es considerado como en el que pasan cosas malas porque junto con la llegada del dinero despiertan “el tío y la tía”, dos personajes que representan al diablo dentro de las minas.
“Entonces pides dinero y el tío y la tía cobran y por eso es mes malo, por eso se q’oa para que no cobren y para que no nos pase nada y todo eso se revierta y su furia nos dé dinero, salud, trabajo”, aclara sobre la dualidad de este mes, en el que se pide, pero también se entrega para asegurarse el pedido o incluso la vida.
UNA DE LLAMA Y OTRA DE MIEL
Las q’oas más caras son aquellas que tienen fetos de llamas disecados que se exponen en estos puestos llenos de hiervas y peculiares olores. En fila y colgados son expuestos a los compradores y también a los curiosos, de hecho, no falta la presencia de uno que otro turista en estas calles.
Aunque también se usan vicuñas, las llamas tienen particular notoriedad en esta tradición porque no sólo se ofrendan a sus crías, sino también se suele usar su grasa para acompañar lo que será el alimento de la Pachamama.
Junto a la cucharada de grasa de llama se sirve una de miel que dicen que ayuda a traer dinero y trabajo, además de que endulza aún más el preparado, un detalle muy importante a tiempo de entregar ofrendas a la Pachamama.
LO QUE MÁS SE PIDE
Entre los pedidos principales están los de salud, trabajo y prosperidad. Las q’oas para las tiendas y emprendimientos de negocios son las más requeridas, especialmente los martes. La comerciante Lidia Mamani recomienda a las personas que compran preparados para su casa o la familia lo hagan en otros días del mes.
Es así que los martes suele haber compras de empresas, instituciones o de emprendedores particulares que buscan suerte y bendición de la madre tierra.
Aunque el preparado de las q’oas parece el mismo, ya cuando el cliente especifica lo que quiere los vendedores ponen un incienso particular y principalmente definen las figuras de azúcar que se usarán.
“Es casi todo igualito, pero para la venta es buena la miel y para la casa ponemos incienso para que evite envidias y luego ponemos otras cosas más, dependiendo qué piden”, comenta Mamani.
Ella tampoco llegó a contar cuántas personas la visitan en uno de estos días de alta venta, aunque revela que a veces se superan las 200.
Esperando en fila, algunos de los primeros compradores de q’oas para agosto dicen que piden salud y prosperidad y que no importa cuánto se invierte sino con qué fe.
“Vengo en Carnavales y agosto, cuando dicen que la Pachamama está con la boca abierta y en Carnavales para la prosperidad. Todos tenemos esa creencia en los conocimientos ancestrales”, comenta uno de los compradores que espera a que lo atiendan y aunque se muestra reacio a dar sus datos, cuenta que este año decidió comprar del puesto de la hermana de la vendedora a la que solía ir en otros años porque quiere ver si tiene suerte.
“Da suerte la señora, dicen todos que tiene buena mano. Yo creo que debe tener así y por eso es que la gente viene también, ella prepara bien y cuando compras de ella te va bien. Yo voy a pedir a la Pachamama para mi tienda”, comenta Sofía, la 74 de la cola.
“Siempre hay desorden, pero también cuidan (los guardias) porque reclamamos”, complementa Guillermo, otro paciente comprador, que pese a estar cerca el mediodía quiere llevarse su q’oa pronto. “Hacemos fila porque cuando hacemos la q’oada más o menos nos va y por eso hacemos esto, nos da suerte. Es como decir que a la Pachamama estamos invitando, si no invitas, algo malo pasará”, afirma.
Entre los dibujos plasmados en las placas de azúcar se encuentran autos, casas y alimentos que acompañan a personas o a imágenes de insectos como víboras o sapos.
Según la comerciante Irene Vargas, que heredó el oficio de su padre y que mantiene vigente su puesto por 60 años, estas figuras hechas de azúcar que destacan por ser notoriamente blancas generalmente son elaboradas en La Paz, aunque también se hacen algunas en la ciudad.
Para Vargas, es importante tener paciencia al atender a los compradores porque deben entender sus pedidos y “preparar bien” su ofrenda. “Para cada persona es una forma, un deseo en particular; algunas personas llevan para la casa, movilidad, animales, chacras o el estudio”, comenta.
DULCES DETALLES
“Están llevando suerte, trabajo, negocio para micros, autos, salud y para todo compran. Los clientes vienen a pedir suerte”, afirma por su parte, Norberto Acho, de Oruro de nacimiento, pero uno de los vendedores más antiguos de este sector, con unos 40 años en su puesto.
Lo particular de Acho es que es uno de los pocos que hace las figuras de azúcar de la q’oa, eso sí, gracias a la ayuda de sus hijos que pese a ser todos profesionales se dan tiempo para crear estos pequeños cuadros.
“Ponemos bichitos de azúcar, también (la figura de) la Pachamama, banco, salud, suerte, lagarto viboritas y otros, yo fabrico nomás, no mezclo y vendo purito y por eso recibe mejor la Pachamama”, asegura.
Acho cuenta que compra azúcar por quintales que luego muele para hacer una masa especial.
La mezcla “se amasa como pan” y para cortar se tiene moldes especiales. “Bonito nos hacemos para hacer llamitas y otros”.
El comerciante dice que a diferencia de otras figuras que se vende, las suyas se pueden comer porque no son alteradas con otros productos como queso, por lo que sus clientes “comen nomás” lo que hace.
Agosto es un mes ajetreado para Acho porque no sólo debe vender, sino también preparar los elementos de su q’oa que ofrece también en una gran variedad de precios junto con sus compañeros de oficio que esperan atentos a todo aquel que pase por la calle dedicada a las ofrendas, especias, medicina natural y más.
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