Adela Cárdenas: cabellos negros, sonrisa amplia y madre de ocho hijos. Adela Cárdenas se ganó el cariño de cientos de personas que le llevan flores, comparten con ella un cigarro, coca, algo de beber y todas sus penas.
A "Adelita”, como la llaman sus amigos, me la presentó Roger, un pequeño de 12 años, a finales de septiembre en Sucre. Habían pasado 19 años de la trágica muerte de la madre de cabellos negros y sonrisa amplia.
Hace milagros y ayuda a los que sufren porque ella sabe de penas, dicen, y su historia es muy similar a las de Inocencia de Oruro, de los asesinos caritativos de Tarija o de los cuerpos cremados del cementerio de Potosí. Todos son milagrosos, dicen.
El alma milagrosa de Sucre
"Adelita es la almita milagrosa de nuestro cementerio”, dice Roger con orgullo, mientras me guía por uno de los pabellones del campo santo de la Ciudad Blanca. En uno de los últimos nichos, al borde de un pasillo, las plaquetas que cubren toda la pared dan fe del cariño y agradecimiento de los fieles de Adelita: mensajes como "Gracias por el favor recibido”, "No olvidaré tu ayuda”, retribuyen sus "milagros”.
"En vida ha sufrido mucho, pero ha sido bien luchadora. Ahora ella nos ayuda, nos escucha y cumple nuestras peticiones de salud, trabajo y familia”, relata Catalina viuda de Ordóñez, que junto a su hija prende cigarros en la pequeña reja que resguarda el nicho. En medio de los fierros, desde una fotografía, los ojos brillantes de Adelita parecen leer el corazón de sus visitantes.
"La han matado, por eso su alma se quedó en este mundo”, dice Roger que, aunque está prohibido para los menores de 16 años, trabaja de guía "clandestino” en el cementerio sucrense.
Siete años antes de que él nazca, el cuerpo de Adelita fue encontrado quemado y cercenado cerca la localidad de Yotala. "Dicen que su esposo la vio con un amigo y por celos la mató con una pedrada en la cabeza. Vidal Cruz confesó su delito y aún cumple su condena de 30 años sin derecho a indulto en el penal de San Roque”, cuenta Roger a unos visitantes que lo escuchan atentos mientras se persignan frente al recinto que guarda una parte de sus restos de Adelita.
"Sólo la mitad de su cuerpo está aquí, la otra mitad la enterraron donde fue hallada, camino a Yotala”, explica doña Catalina mientras invita a los presentes a prender una vela y masticar coca. "Allá le han preparado una apacheta donde el primer lunes del cada mes van a visitarla. Le dejan comida, bebida y toda clase de regalos”, añade antes de encender un sahumerio.
En Todos Santos esa apacheta se llena de gente que lleva manjares y grupos de música. "Es toda una fiesta, pronto va a ser como un preste”, dice la señora.
"Si va a ir debe llevar mondongo y gaseosa”, recomienda la hija de doña Catalina que hasta entonces rezaba en silencio. "A ella le gustaba mucho ese plato, o por lo menos eso dicen los que van”.
Al igual que los gustos de Adelita, los primeros milagros o la forma en que se hizo popular es incierta. "Creemos que fueron los familiares o amistades los que pasaron la voz, pero eso no importa. Lo que importa es la fe y el cariño que le tenemos”.
Inocencia, la "santa” de Oruro
A Nayra Cardozo, una quirquincha de corazón, como se autodenomina, la historia de Adelita le recuerda a Inocencia, la "santa” de su natal Oruro. "Inocencia es nuestra alma milagrosa, para verla llegan de todas partes del país y del exterior”, dice.
Al igual que en Yotala, los primeros lunes de cada mes, y sobre todo en Todos Santos, la tumba de Inocencia se llena de flores, de platos tradicionales, de dulces y juguetes acordes con la edad a la que dejó de existir.
"No se llamaba Inocencia, la gente le puso ese nombre porque era casi una niña cuando murió, era inocente”, explica Cardozo. En los 60, la niña fue encontrada muerta en una tienda de artefactos en Oruro. Los reportes policiales señalan que el tendero intentó abusar de ella y la mató con 24 puñaladas.
"Lo que no se sabe es qué pasó con el asesino, parece que fue trasladado a La Paz, aunque la gente dice que los propios reos lo mataron”, relata Nayra, mientras caminamos por el cementerio. Tras su muerte nadie reclamó el cuerpo de Inocencia y nadie pudo dar datos de su identidad o su procedencia. Conmovidos, algunos comerciantes del cementerio se hicieron cargo de la tumba de la niña hasta hace unos cinco años, cuando el último de ellos también falleció.
En las paredes del nicho de Inocencia el humo de cigarros y los sahumerios dejaron marcas negras que se extienden. Botellas de cerveza negra, de alcohol y bolsas verdes de coca se amontonan en el suelo.
"Le piden por los hijos, por la salud, el trabajo y para la pareja. El cariño que le tienen es increíble”. En Oruro, la curación de una señora de la tercera edad es el milagro emblemático de Inocencia, que convoca desde hace años a más fieles. Aseguran que el alma tiene el don para devolver la salud a los enfermos.
A días de Todos Santos, en los hogares de los creyentes se vive la alegría de recibir a los seres queridos que, tras un largo viaje, regresan por un par de días al plano terrenal. A Adelita e Inocencia las esperan cientos de fieles que se han convertido en amigos y confidentes.
Este año, tras encontrar estas historias, nuestra mesa de difuntos -cubierta con un mantel negro y llena pasankallas, frutas, chicha morada y t’antawawas- tendrá dos vasos extras. Uno con gaseosa y otro con cerveza negra que serán acompañados de charquekán, mondongo, coca, plegarias y una charla amistosa.
El fuego, un portal para comunicarse con las almas
En Potosí, las ruinas del crematorio se han convertido en el espacio donde el fuego es el nexo entre los vivos y las almas olvidadas. Platos tradicionales, frutas y pan son quemados en medio de peticiones para que retornen en forma de milagros.
"Acá antes quemaban los cuerpos que no tenían quién los reclame y que se convertían en almas olvidadas. A ellas hay que pedirle favores porque son muy milagrosas. Pero no hay que olvidarse, hay que ser constante”, explicó Amalia Rodríguez en el cementerio de Potosí.
Lo que queda del antiguo crematorio está cercado por alambres de púas que no logran evitar el paso de las personas que buscan los favores de los que partieron al más allá. En medio de las púas se prenden cigarros y bolsas de coca para que sean "consumidos” por las almas.
"Las parejitas que se pelearon, o cuando uno quiere agarrar a la otra persona, vienen a colocar candaditos al alambrado con el nombre de la pareja y hacen morder anillitos”, dice Rodríguez.
Los que visitan el lugar más frecuentemente suelen prender ramos de flores blancas en las puertas oxidadas del excrematorio. Allí encienden velas en los pedazos de los muros que se desprendieron por el deterioro de la infraestructura.
"Son buenas para encontrar lo perdido o lo robado. A mí siempre me han cumplido, claro que tampoco he pedido ser millonario de la noche a la mañana o cosas así, pero siempre me han sacado de líos”, relató uno de los creyentes, Alfredo Gutiérrez.
Para Gutiérrez y Rodríguez, hay que ser constante y no olvidar las almas por segunda vez.
Destinos para visitar en Todos Santos
BOLTUR Para el feriado de Todos Santos, la Empresa Boliviana de Turismo (BOLTUR) preparó siete paquetes a diferentes puntos del país.
Lago Entre los paquetes sobresale el de Santiago de Huata, localidad ubicada a orillas del Lago Titicaca, en una de las regiones altiplánicas donde la festividad de Todos Santos se encuentra muy enraizada. Música tradicional dará la bienvenida a esta fiesta que marca el inicio de la época fértil del calendario agrícola.
Paquete Este paquete tiene un costo de 380 bolivianos para nacionales y 408 bolivianos para extranjeros. El tiempo de estancia es de dos días y una noche. Incluye hospedaje, visitas a diferente lugares turísticos, entre los que estará el cementerio, noche de cuenta cuentos, que hablará de las tradiciones de Todos Santos y un paseo en barcos a velas.
Bufeo La ruta del Bufeo es una de las novedades de BOLTUR para los que aprovecharán del fin de semana largo en el complejo turístico ecológico y arqueológico Chuchini, situado a 15 kilómetros de la ciudad de Trinidad . El costo es de 2.072 bolivianos que cubre tres días y dos noches de estadía. Alimentación, guía de turismo, traslado terrestre y pluvial.
Coroico Otra opción es el camping Dos Ríos, que se encuentra ubicado en la provincia Nor Yungas a 99 Km. de la ciudad de La Paz, a orillas del río Vagante con ingreso al río Coroico. El costo, con transporte, en una habitación doble, es de 300 bolivianos por persona, para niños 180 bolivianos.
Extremo Este paquete tiene como salida el 2 de noviembre y propone rafting más canyoning. Deportes extremos que pueden practicarse por 540 bolivianos en un solo día. El monto incluye el traslado hasta el municipio de San Pedro, en Caranavi; el equipo completo para de estos dos deportes, alimentación, guías especializados, seguro de accidentes y el curso obligatorio de rafting.
Toro Toro Por 832 bolivianos podrá disfrutar de un paseo por la tierra de los dinosaurios y las cavernas de Toro Toro. Incluye tres días y dos noches de estadía, además de alimentación y seguro de viajes.
Informes Para recabar información de estos paquetes, los interesados pueden visitar la página de Facebook de BOLTUR o apersonarse por sus oficinas ubicadas frente a la Plaza Murillo, entre las calles Ingavi y Comercio.
Dos almas de "mala fama” en Tarija
La tumbas de Jorge Fuentes y Antonio Chuquimia son dos de las más visitadas en el cementerio de Tarija, aunque pertenecen a dos asesinos enterrados el 14 de mayo de 1978.
Familias enteras dan testimonio de los milagros de los "asesinos” que no solucionan problemas de salud o de amor, sino líos de dinero o ayudan a rescatar a los hijos del alcohol, las drogas y la delincuencia. Según otras versiones, la tumba de los criminales milagrosos -en vida, asesinos- también es santuario para ladrones y malhechores.
El ritual es el mismo: los lunes los creyentes llevan flores, velas, coca, alcohol para hacer su petición. Tras recibir el favor dejan plaquetas, tarjetas, floreros o algún accesorio para adornar las tumbas.
Los periódicos locales señalan que una tarde dos jóvenes ladrones entraron a asaltar una de las casas comerciales de Tarija, propiedad de una familia notable de la ciudad. Al encontrar resistencia de los dueños, Fuentes y Chuquimia los asesinaron y huyeron.
Cuando los atraparon fueron llevados a la zona de San Luis, donde se dice que se les aplicó la "ley de fuga”.
Los cadáveres fueron envueltos en frazadas y enterrados en el último rincón del cementerio.
Al ver que los delincuentes no contaban con familia que cuide su última morada, la población decidió hacerse cargo de ellos.
Comenzaron a ponerles flores y velas con cruces para pedir por sus almas. De a poco, pedían favores y sostenían que los "milagros” se cumplían.
La fama de estas dos almas ha llegado a varios puntos del país desde donde los que necesitan su ayuda viajan para encontrar consuelo en sus tumbas.
Periódicos y canales de televisión reflejan las peculiaridades de la historia de los asesinos milagrosos, llevando su fama más allá de las fronteras.
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