A poco de que la población boliviana celebre la fiesta de Todos Santos, miles de familias buscan adquirir los productos necesarios para el preparado de las tradicionales mesas con las que esperan recibir las almas de sus seres queridos.
Para ello, EL DIARIO le presenta algunas pautas y significados de los productos más usados en el armado de estas mesas con el objetivo de que usted y su familia puedan cumplir con la tradición.
DESCRIPCIÓN
La fiesta de los difuntos, que en el mundo andino es conocida como Todos Santos, es una celebración que se inicia el 1 de noviembre cuando, al mediodía, llegan las almas de las personas fallecidas para visitar a quienes en vida fueron sus seres queridos.
Para el efecto, con anterioridad, se alistan todos los productos que debe contener la mesa para recibir las almas, teniendo en cuenta las creencias propias de cada una de las familias que han perdido algún ser querido, ya sea un menor de edad, al que se lo denomina “angelito”, o un ciudadano mayor al que se conoce como jiliri.
No debe faltar bebida y comida que fue agradable en vida para la persona fallecida, además de galletas, “t’hantawawa”, masas en forma de caballos, titis (gatos) y llamas, refrescos, cerveza, coca, frutas, bizcochuelos, dulces u otras masitas.
Entre los platos principales empleados por los creyentes se tiene el Ají de Arveja y el Ají de Fideo, pero todo depende de la tradición de cada familia.
SIGNIFICADO
Cada ofrenda y figura usada en la mesa de Todos Santos tiene un significado en el mundo andino, por lo que EL DIARIO le presenta algunos datos de interés sobre ellos.
Llama: Es la encargada de llevar todas las ofrendas que fueron preparadas por los familiares y amigos (pan, comida, fruta) y que solían ser del gusto del difunto cuando estaba en vida. Estos alimentos le servirán como provisión hasta el próximo año.
Caballo: Sirve para transportar a las almas de retorno al cielo luego de su llegada a la tierra. Otros suelen relacionarlo como un medio de transporte que apoyará a la llama para llevar carga.
Escalera: Hecha de dulce y de masa, está relacionada con almas viejas, jóvenes o de niños. Se dice que su función es ayudar en su subida y bajada durante los días en que permanecen en el mundo terrenal. En otros casos dicen también que le ayuda a llegar hasta el cielo y de esta forma alcanzar el perdón de Dios.
Corona: Es un símbolo cristiano que representa la muerte y se cree que es utilizada por las almas en el largo camino de regreso. Este producto es colocado en la parte superior de las mesas de Todos Santos, sin embargo, otras familias tienen la costumbre de colocarlas en los niveles intermedios o próximos a la escalera.
T’hantawawa: Es la representación de las formas humanas de los seres que ya fallecieron. Están hechas de masa y llevan caritas o caretitas de yeso pintadas. Por otra parte, se denomina t’hanta achachis a las masas que representan a las damas.
Caña de azúcar: Se dice que es la encargada de dar sombra al alma para sus días de sol y lluvia, además de servir de bastón para el viaje de retorno. Son colocadas en las cuatro esquinas de la mesa.
Tocoro: Tallo y flor de la cebolla, representa el bastón que necesita el difunto y es una reserva de agua para calmar su sed.
CREENCIA
- Las familias que han perdido a sus seres reciben cada 1 de noviembre el espíritu de sus seres queridos, para lo cual los seres queridos preparan una mesa en conjunto.
- Para el efecto, se invita a otras personas a que participen de este ritual y recen por el alma de la persona fallecida. Los visitantes deben ser atendidos con bebida y comida del gusto de sus difuntos.
- Este ritual debe ser realizado hasta el día 2 de noviembre, también al mediodía, con el objetivo de despachar las almas tal como llegaron, con oraciones y otros rituales familiares.
TERCER AÑO
- Al tercer año de celebrar este ritual para cada una de las personas fallecidas con los rituales familiares, se prepara una mesa especial de despedida para sus seres queridos.
- Esta tercera celebración es denominada Cacharpaya (despedida). Los dolientes arman sus mesas con una mayor cantidad de productos a las dos mesas anteriores.
- El día 2 de noviembre se lleva todo lo preparado en la mesa a la tumba del difunto donde se despide el espíritu bailando al son de una tarqueada.
LOS RESIRIS
- Los “Resiris” son personas que visitan los hogares creyentes desde el día 1 de noviembre, en que se inicia la festividad con el objetivo de acompañar la tradición y orar por el alma de la persona ausente.
- Cuando se visita a una familia lo primero que se hace es dirigirse a la mesa del altar, allí se hace una oración en memoria del difunto, acción que es retribuida con panes o comida. Esta tradición de rezar a las almas es una herencia andina que por influencia de la Iglesia Católica se sobrepuso a la fiesta de los ajayus o espíritus.
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