La región indígena originaria, histórica, cultural y turística de Peñas, aglutina en su jurisdicción geomorfológica a dos poderosos y majestuosos ayllus de Tapacarí y Cóndor Apacheta, estructura social organizativa del antaño de las comunidades indígena originarias situadas en la meseta altiplánica, engalanada por la bellísima Madre Naturaleza, enriquecida por la vida natural estampada en la cosmovisión andina de la región.
La vasta geografía de la región de Peñas es depositaria de excelsas y milenarias riquezas culturales ancestrales que florecieron en esta parte del terruño, dejando como herencia imperecedera recursos paisajísticos naturales de singular originalidad que, a pesar del inexorable decurso del tiempo, quedan como silenciosos testigos de un pasado glorioso y supersticiosa, cobija en su seno una diversidad de patrimonios históricos y legendarios, en cuyos panoramas se refleja el esplendor cultural, socioeconómico y productivo, hermosura por sus particularidades artísticas.
La vitalidad de la riqueza cultural de la región se fortalece a través de la práctica de usos y costumbres ancestrales y milenarias ejercidas por las autoridades originarias, políticas, organizaciones sociales y comunales y los miembros de la comunidad entera (pasmarus y komunario wawas).
Las costumbres como patrimonio ancestral y milenario ejercidas por las autoridades originarias están expresadas en el poderoso libro viviente de la naturaleza, la cosmovisión y la historia oral, de los cuales tenemos:
La consagración (la posesión) de las nuevas autoridades originarias de los ayllus de Tapacarí y Cóndor Apacheta (Tata Mallku y Mama T’alla, Tata Santoruma y Mama Santoruma 1er. voto Paña maki, Tata Santoruma y Mama Santoruma 2do. voto Lluq’i maki ), el cual se realizó el 1 de enero (Año Nuevo) en un acto público en medio de aplausos y vitoreo de la gran Jach’a Marka Peñas, fecha que asumieron el mando de autoridad del ayllu, ceremonia especial originaria y comunitaria, vestidos de su indumentaria propia que caracteriza la región: ponchos y aguayos de color verde matizado de colores vivos y naturales, nuevas ch’uspas e incuñas, el wak’i; los varones portan el niño (chika salta niño) en el brazo derecho, la wara o el bastón de mando (rey tata), silvina en la cintura(chicote) y pututu.
La ceremonia ritual ofrecida por las nuevas autoridades originarias de los ayllus se realiza en varias oportunidades durante el mes de enero (según usos y costumbres existe un rol interno entre las autoridades originarias), consiste en preparar una "mesa dulce y q’uwa" alcanzando a la "Pachamama" (willja) con una wilancha de oveja (la región se dedica en la crianza del ganado ovino), brindando la ch’alla y el pijcheo de coca (Inal mama) a las deidades protectoras de la naturaleza y, luego se ofrece la kanka (alimento preparado a base de mote de maíz, haba, chuño phuti y carne retostada) a la comunidad circundante, una forma de pedir suerte, salud, bienestar y progreso de la comunidad (komunario wawas).
El rudeo o la muyt’a originaria comunitaria, consiste en que las nuevas autoridades originarias de la gestión, previo un acto ritual en el lindero o mojón (Linda) realizan visitas de familia por familia en sus casas a los miembros de la comunidad y el ayllu, haciendo la giratoria en forma circular de derecha a izquierda. Esta actividad se realiza en dos (2) momentos: el primero inicia después de la primera willja (7 de enero) a cargo de Tata Santorumas, recurriendo el thaqi a pie; el segundo empieza la última semana de enero a cargo del Tata Mallku, Tata Santorumas y un Niño (secretario), cabalgando en caballos o potros como jinetes, actividad de espectacular trascendencia.
Al concluir la muyt’a (1 de febrero por la tarde), se concentran en la oficina del Jatún Tata (primera autoridad política), a través de una ch’alla ritual, las autoridades originarias (Tata Mallku y Mama T’alla, Tata Santoruma y Mama Santoruma Paña maki, Tata Santoruma y Mama Santoruma Lluq’i maki) de ambos ayllus (Tapacarí y Cóndor Apacheta), acompañadas por un conjunto musical (pinkillada), pasmarus y komunario wawas, en medio de una alegría comunitaria ancestral, cada autoridad originaria se concentra en sus kaviltus correspondientes en horas de la noche (vísperas de la Virgen Candelaria) para realizar el desarrollo del kaviltu comunitario (kaviltu anthapi), actividad ancestral originaria de relieve, costumbres culturales; extendiendo al día siguiente (2 de febrero) se continúa con el desarrollo del kaviltu anthapi, con ch’allas y costumbres, en medio de la alegría al ritmo de la pinkillada
El proceso de realización de la actividad de usos y costumbres a cargo de las autoridades originarias proseguirá desarrollándose en los próximos días de los carnavales, Semana Santa y toda la gestión según el calendario originario o wata purichiy.
No comments:
Post a Comment