Como es característico en Tarija para esta celebración católica, los principales centros de abasto vendieron chicha y ajipa, productos tradicionales para esta fecha en el valle central, en una representación local de lo que viene a ser el cuerpo de Cristo, por ende, a comparación del pasado año, el precio de estos productos subió considerablemente.
Corpus Christi es la festividad de la Iglesia Católica que se remonta a los años 1192 a 1258, que se extendió hasta ahora. Esta actividad es realizada en cientos de países del mundo, el objetivo principal es proclamar y aumentar la fe de los fieles, adorando al santísimo sacramento que es representado por el vino y la hostia.
La celebración es realizada el siguiente jueves al octavo domingo después del día de resurrección. Es decir, 60 días después del Domingo de Resurrección. Durante esta festividad, los católicos realizan una procesión acompañados del párroco, todos en general veneran la hostia.
Sin duda esta actividad para los fieles de la religión es importante, debido a que Corpus Christi o cuerpo de cristo, es el santísimo sacramento, el cual invita a los participantes a dejar atrás las diferencias, arrepentirse de sus pecados como asumir con responsabilidad el reto de seguir por las sendas que siguió Jesucristo.
Para la Iglesia Católica es “fundamental” asistir al templo en este día, por esa razón, el párroco de la Iglesia de San Lorenzo, Vladimir Mamani Solís, en su discurso dijo de la necesidad de unirse como “hermanos” y llamó la atención de quienes usaron el feriado como excusa para consumir bebidas alcohólicas.
“No se excusen en Corpus Christi para emborracharse” dijo en el sermón, antes de salir con la procesión alrededor de la plaza del lugar. Similar situación se vivió en los demás templos de la ciudad de Tarija.
Vendedoras y productoras de chicha llegaron desde las distintas comunidades de Cercado, Avilés y Méndez, hasta la ciudad para comercializar la bebida más cotizada en esta festividad.
Los precios de las ajipas subieron a comparación de la pasada gestión; antes se encontraba las más pequeñas desde Bs 1, ahora ascendieron a Bs 3. La botella de chicha estaba a Bs 18 los 3 litros.
Juana Figueroa Salinas una productora de El Valle de la Concepción comercializa la chicha de uva hace 12 años, es la encargada de preparar esta bebida para todos los gustos “tiernitas y fuertes”. La novedad fue el zumo de uva que también vendieron a los niños. “Para los niños hay zumito de uva, nada macerado” dijo Figueroa Salinas.
En el Mercado Campesino, un número reducido de vendedoras se encontraban en el sitio donde hace meses atrás fue el incendio de los predios de la Central Regional de Cooperativas Agropecuarias de Tarija Cercat. En este sitio, los precios se mantienen al igual que en el centro de la ciudad.
Juan Carlos Mendoza Alfaro compró alrededor de 30 botellas argumentando que la familia es numerosa y que nadie quiere quedarse al margen de la fiesta. “Es para chicos y grandes, llevo tiernita para los niños, fuerte para los adultos”.
Tarija y su historia
Antiguamente en Tarija se marcaban los extractos sociales y connotaciones para la festividad de Corpus Chisti, había dos procesiones, una, salía de la Iglesia de San Roque; a las 10:00 de la mañana, recorriendo la actual calle General Trigo, plaza Luis de Fuentes y Vargas, calle Sucre, Cochabamba y nuevamente al templo. Ésta actividad reunía a gran cantidad de gente, porque participaban campesinos y pueblo en general.
A las 16:00, los asistentes eran pocos, ya que sólo participaban familias acomodadas o adineradas que realizaban arreglos del altar principal y también mesas estacionales; es decir, el lugar donde el Santísimo Sacramento se quedará unos minutos mientras realizan una oración.
Al día siguiente de la festividad católica, las familias de sociedad asistían a bailes privados, los caballeros vestían trajes caros, sombrero y bastón. Pero las damas iban con elegantes vestidos. En el evento corrían bastantes bebidas.
La ajipa y porqué se la usa
Como las familias acomodadas bebían bebidas europeas y muy finas, los campesinos y pueblo en general no contaban con la economía y el dinero suficiente para comprar las copas y el vino, es por eso, que todos se trasladaban hasta la calle Cochabamba antes denominada Calle Ancha para tomar chica en copas hechas de ajipa.
En el lugar, las casas particulares colgaban en la puerta una bandera de color rojo para llamar a la población y de esa manera iniciar el regocijo.
Distintas personas tocaban tonadas al son del erque y la caja, lo que servía para anunciar la proximidad de la fiesta grande de Tarija como es San Roque.
Desde ese entonces, fue utilizada la ajipa, enflorada con rosa pascua, ilusiones y hasta albahaca. Por lo general, toman una cuchara para empezar a sacar el interior de la misma, llegando a formar un estilo de cáliz, similar al que utiliza el sacerdote a la hora de preparar la Eucaristía.
La copa de ajipa significa el cáliz y su contenido la sangre de Jesús, los arreglos florales representan la belleza, brillo y solemnidad del encuentro del alma con Dios.
Lo propio significa brindar con los semejantes. Este brindis era un honor y una distinción que no se podía evitar ni rechazar, a la vez que proporcionaba alegría y esparcimiento.
El año 1990, el programa televisivo ‘Cultura y Folklore’ de Milton Balanza incentivó a las vendedoras de los mercados de Tarija para que retomen la tradición, lo que llamó la atención, logrando reestablecer la costumbre nuevamente.
Actualmente
Para esta fecha, cientos de personas buscaron las famosas ajipas enfloradas en los principales centros de abasto de la ciudad.
Los turistas, especialmente extranjeros preguntaban por esta representación de cáliz.
La mayoría de la población tarijeña degusta mínimamente una pequeña cantidad para no quedarse fuera de la actividad, que hoy es cultura y gran atrayente.
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