Astenia Mamani, que vive en la Isla del Sol desde que nació, comenzó a las 5:00 a alistarse para recibir los primeros rayos del sol del Año Nuevo Andino 5523. Poco después, junto a su familia, miles de comunarios y turistas se encaminaron hacia el Centro Ceremonial Pallaqasa, ubicado en la parte más alta de la Isla del Sol. En ese lugar, yatiris y autoridades locales prepararon la ceremonia ritual principal de celebración.
Cuando los visitantes llegan a la cima, el sol aún no salía, pero esperaron pacientemente, al son de música autóctona interpretada por dos grupos.
Pasado una hora, los organizadores de la celebración prendieron fuegos artificales que se reflejaron en el cielo todavía a oscuras.
"Es para avisar a todos los presentes que el sol está a punto de salir. Ya llega el nuevo año”, dijo Juan Carlos Chambilla, del Viceministerio de Descolonización.
Luego, a las 7:00, el sol salió y los participantes de la ceremonia ritual elevaron sus manos para recibir la energía solar. Al mismo tiempo, un grupo de yatiris preparó una wajtha, es decir la ofrenda que se realiza cada año de acuerdo a la cosmovisión andina. "Es una ofrenda al Tata Sol, al nuevo Inti, que nos llena de energía en este momento. También es para agradecer a las wacas, a nuestros sitios sagrados”, explicó el amauta Sandro Quispe.
En el ritual participaron las autoridades, como la ministra de Medio Ambiente y Agua y el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Eugenio Rojas.
Los representantes y los yatiris bailaron al ritmo de sicuris.
"Es la primera vez que venimos”, comentó Mamani..
Sin embargo, esta celebración atrajo a visitantes de otros países como Paolita Lara, que llegó desde Ecuador. "Es muy hermosa la tradición con toda la gente de aquí y el lago. Bolivia tiene la población más indígena de toda Sudamérica y se ve especialmente en esta isla”, afirmó. Junto a ella dos estudiantes nortemericanas, Amber Pelch y Crissa Karjenes, observaron emocionadas la salida del sol.
"Creo que es muy especial, es único. Nunca vi algo así antes y creo que es realmente maravilloso. Es una forma diferente de celebrar un año nuevo”, contó Pelch.
Después, la celebración se trasladó al colegio Yumani, en el centro del pueblo, donde se reunieron todos los comunarios. "Es un día grato para nosotros. Felicidades y bienvenidos”, agradeció Félix Nina, alcalde de Copacabana. En el acto también se presentaron el grupo foklórico Awatiñas y el elenco de teatro Albor, con la obra denominada Taqi Onqoy.
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