Miles de personas rendirán culto a cráneos humanos, muchos de ellos de difuntos olvidados.
En víspera de celebrar el culto a las “ñatitas”, la administración del Cementerio General recuerda la prohibición de ingresar bebidas embriagantes, comida, la misa y bendiciones a los cráneos se realizarán desde tempranas hora de la mañana.
El administrador del Cementerio General, Ariel Conitzer, informó que para esta festividad las puertas del Cementerio General estarán abiertas a partir de las 8.00 hasta las 17.00. “Tendremos el control de ingreso de bebidas alcohólicas en las puertas”, dijo.
Habrá controles en el ingreso de las personas en “la puerta uno, puerta cuatro y la puerta nueve y para el desalojo las puertas número nueve, dos y ocho serán de salida”, informó el administrador.
Cada 8 de noviembre, se celebra el culto a las ñatitas, tradición andina que aglomera a personas creyentes, que agasajan a cráneos humanos para que “el alma”, inmerso en la calavera, les traiga protección de eventuales problemas; los propietarios-creyentes consideran “sagrado el altar” donde se coloca a la ñatita; noche anterior a esta festividad, los creyentes preparan un ritual hogareño con hojas de coca, alcohol y cigarrillos.
Tras un sondeo realizado por EL DIARIO, dos de cada diez personas creen en este tipo de ritualidades. “Sus ancestros han creído en eso, entonces, siguen creyendo en sus ñatitas. Dicen que ayudan, pero no creo”, manifestó Juana Bautista, vendedora de empanadas cerca del Cementerio General.
NO TODOS CREEN
No obstante de la arraigada tradición paceña, muchos feligreses aseguran que “el muerto está enterrado”, por lo que para muchos es indiferente, por lo que se inclinan por el respeto a las creencias distintas.
Desde el punto de vista antropológico, las sociedades necesitan creer en algo la gente que vive en soledad está más vinculada con esta creencia, necesitan algo visible para protegerse. Entonces, las “ñatitas” son seres que quieren encontrar la verdad”, según refirió el sacerdote y antropólogo Cleto Calle.
“Todos pensamos que hacer una ritualidad con las ñatitas es una profanación, pero el espíritu de las personas que han fallecido son retenidas en este mundo por los creyentes, a través de las calaveras. Hay espíritus buenos para ver el fututo y también existe espíritus para hacer daño”, sostuvo el sacerdote Calle.
MILES DE VISITANTES
De acuerdo con lo previsto por la Administración del Cementerio General, este 8 de noviembre se espera la visita de al menos 30.000 personas que rendirán a las “natitas” sus ofrendas de flores, cigarrilos, coca y alcohol considerándolas como miembros de su familia.
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