Como cada año, el feriado de "Todos los Santos" aglomeró masiva asistencia en los cementerios que existen en el municipio, pues según las tradiciones bolivianas el alma de los difuntos que llegaron a los hogares el primero de noviembre al mediodía, retornan a su morada al día siguiente en similar horario, y son despedidos por sus familiares "hasta el año que viene", con una serie de rezos y tradiciones.
"Hemos venido a despedir a nuestras almitas, es nuestra tradición venir en familia en Todos Santos al Cementerio (General), a ponerles florcitas, y acompañar a nuestros difuntos hasta el mediodía, porque a esa hora ellos regresan al cielo y solo nos queda decirles hasta el año que viene, que los esperaremos con su comida favorita", expresó con acongojo, el señor Nicasio Huayllani, quien junto a sus hijos acondicionaba el nicho de un familiar fallecido.
Desde tempranas horas de ayer, la población orureña visitó el Cementerio General de Chapicollo en la zona Noreste, Iroco en la parte Oeste, cementerio Jardín en la parte Norte, y el camposanto de Vito en la zona Sur de la ciudad, para despedir a sus difuntos.
De acuerdo a las costumbres del país y sobretodo de la zona andina, los difuntos llegan a sus hogares el primer día de noviembre, para ello, los familiares preparan una mesa especial con ofrendas y alimentos que al fallecido le gustaba, se dice que el alma del difunto se queda compartiendo por 24 horas en el lugar que destinan a su espera, y lo despiden en el camposanto donde yace su cuerpo, algunos con una simple visita y otros repartiendo los panes y dulces restantes del día anterior, pues niños y adultos se acercan con oraciones y canticos singulares a cambio de alguna ofrenda para despedir a las "almas" de la mejor manera.
"Hay que esperarles con su comida favorita, con masitas, tantawawas, y frutas que le gustaban, si le gustaba alguna bebida también hay que esperarle, en todo ese tiempo no hay que dejar la tumba (altar) solo, porque el alma se siente triste o se enoja, eso de acuerdo a su carácter también que haya tenido (en vida), siempre tiene que haber gente acompañando la tumba, y quienes amanecen son quienes ayudan a destumbar y todo lo que se pone de ofrendas se reparte", explicó el señor Javier Quispe.
FERIADO
En el feriado del 2 de noviembre mucha gente se reunió para pasar un rato en familia, pero otras personas se dedicaron al comercio, pues las calles adyacentes a los panteones de la capital se convirtieron en espacios idóneos para el expendio informal, uno podía hallar a su paso desde la venta de comida, hasta el de enseres y artículos que fácilmente se encuentran en mercados o centros de abasto.
No comments:
Post a Comment