"Lo que no le puede faltar a la ñatita es su corona de flores. Este es un festejo que no llena tanto como Todos Santos, pero igual buscan las coronas para sus calaveras”, contó una vendedora de flores del Cementerio General de La Paz. Este sábado 8 de noviembre, se reeditará el rito de origen aymara en el que se festeja a un cráneo para recibir favores del mismo.
Según la tradición, se venera estos restos de difuntos para que el alma, representada por el cráneo, proteja la casa y dé favores a quienes le cuidan. Las "ñatitas” están todo el año el casa de su portador pero son ch’alladas durante el mes de noviembre.
"Es una costumbre prehispánica que consiste en sacar el cráneo para realizar un ritual a la muerte. La percepción andina ve a los difuntos como dioses de segundo grado o deidades que ayudaban en el trabajo agrario”, explicó el investigador del Museo de Etnografía y Folklore (Musef), Milton Eyzaguirre.
Según el especialista, esta tradición se transformó con el tiempo y el sincretismo con las costumbres católicas. "Se inició como una fiesta encubierta pues muchas autoridades no estaban de acuerdo con las costumbres andinas. Antes se sacaba los restos de los muertos y se les hacía dar vueltas por la plaza y por diferentes espacios públicos”, contó Eyzaguirre.
En el Cementerio General de La Paz, las floristas ya se preparan para esta fecha. "Lo que más llevan son las coronas. Sólo preparamos los arreglos de tres bolivianos, porque la gente que llega no quieren pagar más. Por lo general viene gente humilde aunque he visto de todo”, comentó la vendedora de flores, Ángela Chuquimia.
"Llegan muchas personas con sus calaveritas y les hacen bendecir aquí. En la mañana van a la iglesia y después las adornan y las ponen al aire libre para que la gente les vaya a rezar. Algunos se reúnen y toman junto a las calaveras para festejarles en su día. Nunca faltan los que se exceden y llegan a estar borrachos, pero eso más bien ya no es tanto como antes”, explicó Chuquimia.
El alma, según precisa la tradición permanece en el cráneo y debe recibir cuidados especiales para que pueda devolver beneficios a la familia de sus portadores. Las ñatitas son arregladas con coronas de flores, panes, sombreros, gorras y cigarrillos. "El que cuida a la calavera le hace fumar, tomar y la adorna para que esté bien. De esta forma, según la creencia urbana, las ñatitas van a responder con favores como dinero, protección o salud”, aseguró Eyzaguirre.
Una de las costumbres -explicó- que todavía se mantiene en los sectores rurales es la de adornar con panes y de pedir cuidados para los cultivos una semana después de Todos Santos. "Las coronas de pan, las frutas y las flores ayudan, en el entorno rural, a controlar el clima y a mejorar las cosechas. Originalmente ese era el objetivo de las ñatitas: ayudar a que el clima sea óptimo para la siembra y a fructificar los campos”.
La fiesta de las ñatitas se celebra en la octava de Todos Santos (8 de noviembre), sin embargo la fecha dependerá de la comunidad o el periodo agrícola en los diferentes pueblos. Los devotos no son sólo aquellos que portan una calaverit sino también aquellos que asisten a la fiesta a rezarles a las "deidades” andinas.
Cada cráneo debe tener un nombre para conmemorar al alma. Así, cada año se celebra un preste a su nombre para alegrar al difunto. Aunque no acepta, la iglesia no rechaza el rito.
Ritual a la ñatita
Festejo La costumbre andina celebraba a los muertos todo el mes. Actualmente, el festejo se realiza sólo el 8 de noviembre
Día especial Los lunes son dedicados a los muertos. Por esa razón, los portadores de ñatitas cuidan y alimentan a las calaveras en ese día.
Veneración El cuidado y rezo le sirve, según la costumbre, como retribución por los favores que el alma concede a la familia portadora.
Las ñatitas pasan por un proceso de selección
Actualmente, las personas eligen cualquier cráneo como ñatita para recibir los favores de los ancestros, sin embargo esto no es aceptado dentro de las costumbres andinas. Los sueños, la muerte y los yatiris podrían determinar si es un alma positiva o es negativa.
"Según la tradición, no cualquier calavera puede ser ñatita. Deben ser seleccionadas para que sean de ayuda”, explicó el investigador del Museo de Etnografía y Folklore (Musef), Milton Eyzaguirre. El primer proceso de selección es el sueño en el que el alma deberá presentarse ante su nuevo portador para ofrecerle su apoyo. "Esta costumbre se ha perdido con los años”, añadió.
La segunda característica que debía tener una calavera para convertirse en una ñatita a es contar con la aprobación de una entidad espiritual conocida como Chaman Q’ana. Este sabio debía poner a prueba a la calavera para determinar si era de un alma que puede proteger y ayudar, y no de un espíritu que atraiga desgracias. "Algunos todavía mantienen esta costumbre”, aseguró Eyzaguirre.
Finalmente, otro factor importante para ser una ñatita es que la persona hubiera muerto de forma violenta o con sufrimiento. "Según la creencia antigua, las personas que morían en un accidente o de formas violentas o con sufrimiento dejaban parte de su alma en el hueso. Por esa razón el difunto todavía podía cuidar a la familia”, dijo el especialista del Musef.
Pese a la transformación que ha sufrido esta tradición, Eyzaguirre aseguró que gran parte de estas costumbres se mantienen, unidas a la tradición católica. "Y se renuevan constantemente”.
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