En el atrio de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), estudiantes de tercer año de la carrera de Trabajo Social promovieron un evento con la participación de cientos de estudiantes.
“El objetivo es difundir a la sociedad el mensaje de llevar en alto nuestras tradiciones. Queremos que para los jóvenes y los niños no les sea extraño conocer el significado de cada uno de los elementos que deben estar presentes en la mesa que recibe a las almas”, manifestó Mónica Cahuaya, estudiante de la UMSA
Todos Santos es una celebración que se extiende por todo el territorio boliviano. Su esencia está marcada por la llegada de los ajayus o almas de los difuntos, para quienes los deudos preparan un buen recibimiento que incluye la preparación de una variedad de masas como las t’antawawas, bizcochuelos y panes con forma de escaleras, así como alimentos y bebidas preferidos en vida por los difuntos.
“Tenemos todos los elementos tradicionales, pero además de mostrarlos, los estudiantes explican al público el significado de cada uno de ellos”, agregó María Limachi, también de la UMSA.
Entretanto, es frecuente encontrar en las plazas o en las puertas de instituciones educativas una serie de mesas negras con todos los elementos de las mesas tradicionales.
La plaza San Francisco, en el sector de la iglesia La Merced, la plaza Camacho, alcaldías, gobernaciones y los campos feriales son los sitios frecuentes en los que se encuentran todo tipo y estilos de mesas.
La fiesta de Todos Santos marca en el calendario andino el umbral del tiempo de jallupacha (de lluvias), cuyo carácter es esencialmente femenino, es decir, tiempo de crecimiento de las plantas.
En las ciudades, el estilo del armado de la mesa varía mucho según las creencias y los gustos de quienes la realizan, mientras que en algunos sectores de El Alto y en las regiones provinciales, Todos santos es una festividad que implica una gran celebración y la visita casa por casa, así lo explicó Justa Mariaca, amauta de la urbe alteña.
“Las oraciones y las visitas se generan con mayor frecuencia, consiste en elevar oraciones para que los difuntos de la familia protejan el hogar, la siembra y lleguen sin dificultades hasta el cielo”, explicó Mariaca.
Entretanto las ciudades deben enfrentar en una guerra no declarada la continuación de las tradiciones bolivianas o la adopción de otras extranjeras.
No comments:
Post a Comment