Las ofrendas para la Madre Tierra no quedan al margen y se convierten en las protagonistas para el Martes de Ch’alla moviendo millonarias ventas de objetos que incluyen animales disecados como caballitos de mar o sullus (fetos) de burro, llama, cordero, vicuñas, e incluso peces o aves de diversos tamaños, según las necesidades y pedidos de los clientes.
Una visita al sector de La Pampa que agrupa a vendedores de las tradicionales q’oas muestra muy atareados a sus integrantes, ya sea recibiendo encomiendas con sus pedidos para endulzar el exigente paladar de la Pachamama, o preparando pequeños paquetes que contengan los elementos necesarios considerados fundamentales por la mayoría de habitantes en torno a sus requerimientos: buena salud, dinero o prosperidad, trabajo y abundante amor.
El pasaje especializado en estas recetas o “curas” se halla casi al centro del sector de La Pampa, donde no hay lluvia, calor, feriados o tumultos que frenen la concentración de los preparados.
“Es bueno recomendar a la gente creyente que acuda a un especialista para q’oar. Hay muchos ‘pajpacos’ (habladores) dedicados a engañar y los resultados nunca son iguales cuando lo hace alguien con experiencia y conocimientos”, relata Sandra Huayta, propietaria de uno de los puestos, quien sabe de los secretos necesarios para cada mesa y se halla en el negocio familiar cumpliendo la tercera generación involucrada en esta mística y tradicional actividad.
Loza Gutiérrez es otra de las expertas. Según cuenta, llegó de La Paz hace casi 40 años e introdujo sahumerios más detallados que antes no se encontraban en Cochabamba.
Dice que muchos de los elementos son traídos desde el Perú o Chile, y que otros son fabricados en La Paz, Oruro y Cochabamba.
“Casi todos los ingredientes de una q’oa se fabrican con azúcar porque las ofrendas a la tierra siempre deben ser dulces”; éstas además deben ser consumidas de a poco con el humo de los sahumerios”, recomienda.
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