La celebración del Año Nuevo, este primero de enero, está arraigada en la sociedad cochabambina, pero es más intensa en la ciudad que en el campo.
Se imponen las cábalas frente a las tradiciones que son propias de la cultura y de nuestros abuelos. En algunos hogares se practican ambas.
Dos investigadores de la cultura boliviana, uno desde el lado de la antropología social y el otro desde la cosmovisión andina, coincidieron en que esta celebración, que es parte del ciclo gregoriano, romano y cristiano, solo busca impulsar el comercio.
Asimismo, recordaron que en el campo esta fecha no tiene ningún significado. Se maneja otro calendario o ciclo festivo anual, donde el Año Nuevo Andino se festeja el 21 de junio, cuando comienza un nuevo ciclo agrícola.
En la ciudad, hay una mezcla de todo, por lo que recomendaron centrarse en lo espiritual, en la fe y en el verdadero significado que tiene este día.
Pese a esto, reconocieron que hay ocho tradiciones que son las que están más arraigadas y se practican a la medianoche del miércoles 31 de diciembre.
LO CULTURAL Desde la antropología, el investigador José Antonio Rocha explicó que hay tres tradiciones.
1.- LA Q’OA. La tradición reza que se debe preparar una q’oa especial por el Año Nuevo. Es una ofrenda a la Pachamama y los seres tutelares, señaló Rocha.
“Es un dar y recibir. Agradecer por lo que se tiene y pedir que sigan las bendiciones. Es un agradecimiento y un pedido”, manifestó.
2.- METAL. En estos días previos a la celebración también se acostumbra “ver la suerte”.
Según Rocha, esto permitirá saber qué es lo que depara el futuro.
Recordó que en estas fiestas, consideradas grandes, la lectura de metales es una tradición.
3.- VISITAS. Otra cuestión humana, que es parte de la tradición, es el compartir uno con el otro.
“Es una cuestión humana y nuestra porque ninguna celebración se entiende sin estos actos”, aseguró.
Consideró que las fiestas de Año Nuevo han dejado de lado esta tradición de las visitas y la unidad.
4. LA LIMPIA Como parte de la cultura también está la limpia, que puede hacerse con un yatiri o en la casa. El yatiri o brujo utiliza hierbas y realiza un ritual basado en la oración para limpiar el cuerpo y el alma de una persona, indicó la yatiri Yesmi Uría.
Añadió que en la casa la tradición es limpiar y ordenar para alejar las vibras negativas y permitir la entrada de buenas energías.
LAS CÁBALAS Las más comunes son cuatro y es a través de ellas que se quiere llegar a interpretar algunas cosas de la realidad que nos rodea. En este caso está el subir las gradas, comprar ropa interior roja o amarilla, alistar maletas y comer uvas.
Rocha advirtió que estos elementos no son propios de nuestra cultura, pero se van adquiriendo por contactos con otras poblaciones y viajes. Vienen acompañadas del comercio.
Para profesor de culturas andinas Wilfredo Camacho son solo supersticiones creadas por las personas.
5. LAS GRADAS El subir las gradas a la medianoche significa progreso y éxito. Es un pedido que se hace para seguir avanzando para adelante y también para arriba. Hay personas que incluyen el contar dinero mientras suben las gradas para atraer la fortuna.
6. LA ROPA INTERIOR Cambiarse la ropa interior justo a las 12:00 es otra de las tradiciones para atraer la suerte. El color amarillo significa dinero y prosperidad mientras que el rojo es amor y fertilidad. Otros colores por los que también se optan son el blanco que significa pureza y el verde esperanza.
7. MALETAS Quienes están con deseos de emprender un viaje, ya sea de negocios o de placer, tienen la oportunidad de que se haga realidad si cumplen esta tradición. Se trata de alistar una maleta con algunas prendas y caminar por la casa con ella a la medianoche o simplemente dejarla en la puerta.
8. LAS UVAS Pero la que más se impone de estas tradiciones, que son traídas de afuera, es la de comer 12 uvas. Por cada una hay que pedir un deseo para cada mes del año.
El origen de esta tradición es España. Los viticultores creían que al repartir un sobrante de la cosecha entre la población, alentaría el consumo y atraería la buena suerte.
Más datos.
Creencia.
También hay otras prácticas propias de Año Nuevo como el deshacerse de objetos sin uso, vaciar cajones, tiras cosas inservibles. Significa que se está buscando nuevos proyectos y oportunidades.
La pareja
El cambio de prendas con tu pareja también se practica, principalmente entre los jóvenes.
Si se quiere mantener una relación estrecha e intima con la pareja, el próximo año, se debe cambiar una prenda.
Las velas
Si son de distintos colores atraen las bendiciones. Es una por cada mes. La vela amarilla atrae la prosperidad, la roja, da suerte en el amor, la blanca claridad y espiritualidad, la verde para la salud y la naranja para la sabiduría e inteligencia.
Lo malo
Quemar un papel o muñeco significa que se quiere deshacer del recuerdo de personas ingratas o que nos causaron pena, o de situaciones malas.
Concluye un ciclo e inicia otro
Según el antropólogo José Antonio Rocha, este primero de enero lo fundamental es pensar que se termina un ciclo y empieza otro.
Para esto, se deben acompañar los diferentes elementos que ya fueron mencionados y forman parte de nuestra tradición.
La base de todo esto, según Rocha, es la fiesta, hecho muy común en todas las sociedades del mundo.
“El ser humano vive siempre con la intención de salir de la cotidianidad e iniciar una nueva etapa y este paso es la fiesta”, explicó.
Por su parte, el investigador y profesor de culturas andinas Wilfredo Camacho recordó que en esta fecha del año lo importante es la unidad familiar, la fe y la esperanza.
“Se ha tergiversado la espera del Año Nuevo, se busca lo material y no se ve la parte espiritual”, indicó.
Lamentó que los jóvenes traten de imitar las tradiciones de afuera, donde hay alcohol, excesos y se pone en segundo plano a la familia.
En las áreas rurales el festejo se guarda para el 21 de junio por el inicio del ciclo agrícola
En las áreas rurales no se festeja el Año Nuevo el primero de enero sino el 21 de junio.
Según el antropólogo José Antonio Rocha la sociedad boliviana urbana es la que ha hecho suyo el Año Nuevo, adquirido del mundial, pero eso no sucede en el campo.
En los días previos y posteriores la preocupación de los campesinos está en cómo atender las chacras, qué pasará con las lluvias y si habrá riego para sus cosechas.
“La Navidad y el Año Nuevo no se viven como en la ciudad que está invadida por el comercio y donde se imponen más las tradiciones de afuera que de adentro”, manifestó.
Dijo también que las familias en el campo están interesadas en diversificar su economía y no así en los regalos o las fiestas.
DIFERENTES Por su experiencia, aseguró que solo en los pueblos urbanizados existen algunas muestras de celebración, pero son diferentes.
“Ni siquiera toman en cuenta la q’oa que para ellos es en febrero o marzo para agradecer por los primeros frutos”, acotó.
El investigador y profesor de culturas andinas Wilfredo Camacho consideró que el momento sociopolítico y cultural que se vive ha hecho que se apague, aún más, la fiesta de Navidad y Año Nuevo en las provincias.
“Se ha querido irradiar desde las parroquias y las instituciones coloniales, pero se extingue fácilmente”, aseguró.
Las mayores celebraciones se dan el 21 de junio y el 21 de diciembre, el solsticio de invierno y de verano, respectivamente. Tienen un significado trascendental en el campo. En la primera fecha se agradece por la cosecha y en la segunda se pide a la Madre Tierra que el proceso de maduración llegue a feliz término.
El significado de la carne de cerdo y los cohetillos en los rituales
Comer una abundante cena en base a la carne de cerdo y lanzar cohetillos o juegos pirotécnicos, es parte de las costumbres que son propias de nuestra cultura y están reconocidos, principalmente en la ciudad. También existen algunas supersticiones para lograr un buen augurio del Año Nuevo.
El festejo comienza la noche del 31 de diciembre. Generalmente, se prepara un plato que lleva como ingrediente principal la carne de cerdo, que representa abundancia y prosperidad.
“Como es un animal que come avanzando hacia adelante, representa también la entrada al nuevo año”, explicó Carmen Céspedes, mientras vende la carne en el mercado de La Cancha. Interpretó también que comer pollo es todo lo contrario por lo que no es recomendable.
“El pollo escarba hacia atrás y eso es retroceso”, dijo.
Esta comerciante tiene una superstición, es por eso que advirtió que durante la transición entre la noche vieja y el Año Nuevo no se deben tener cuchillos, tijeras o cosas filosas porque “cortan la suerte”.
Pero la fiesta no es tal si no hay la pirotecnia que, según la tradición, espantan los "malos espíritus y malas energías" de los hogares de ahí que a la medianoche los ciudadanos prenden cohetes y cohetillos para despedir lo malo y recibir los bueno.
Finalmente, hay quienes prefieren viajar en estas fechas, considerando que Bolivia pertenece al hemisferio sur, consecuentemente, las fiestas de fin de año coinciden con las vacaciones de verano. Los viajeros buscan destinos desde donde pueden absorber energías positivas para el resto del año.
Así en medio de la esperanza de mejores días, prosperidad, paz, amor y fortuna, miles de bolivianos se aprestan a recibir este 2015, en medio de un panorama político que estará marcado por las elecciones.
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