En noviembre de 2012 restos óseos humanos fueron hallados en cercanías de la Terminal de Buses de La Paz. Fueron abandonados, presuntamente, por un estudiante de medicina arrepentido que había tomado el cuerpo de un cementerio clandestino. Ese cráneo es hoy una ñatita.
"Los jóvenes piensan que es llevarse los cráneos como si nada, pero no saben cómo murió la persona y que su alma se queda en sus restos”, comenta Hortensia Valda. Tras la puerta de su negocio tiene una urna desde donde un par de gafas negras refleja el humo del cigarro que se desvanece entre los dientes de su sonrisa plana y desgastada. En el sombrero de esa ñatita hay un cintillo con el nombre "Teo”.
"Mi hijo la consiguió de segunda mano cuando estudiaba medicina, pero no sabemos de dónde lo sacaron los anteriores dueños. Entre los mismos estudiantes dicen que sacan las calaveras de los cementerios clandestinos. No saben que son almas milagrosas que te cuidan, te hacen favores y que tienen poder”, dice.
Relata que al poco de adquirir la ñatita, su hijo comenzó a tener pesadillas y en la casa -donde sólo viven los dos- se escuchaban ruidos extraños. "Una amiga me dijo que era por la ñatita y que debía hacerle dar una misa y prenderle velas los lunes para que nos proteja”. Y eso hizo.
De la misma forma Lobo llegó a manos de la familia de Marcela Barrios hace ya casi 20 años. "Mi hermana estudiaba medicina y vio un anuncio en el periódico que ofrecía no sólo la ñatita, sino todo el esqueleto”, cuenta Marcela, como quien habla de un miembro de la familia.
A diferencia de Teo, Lobo fue entregado con nombre y apodo. "La anterior dueña nos confió su nombre verdadero y el apodo que tenía. Nos dijo que teníamos que hacerle fumar, ponerle velas y celebrar su día en Todos Santos”, relata.
Su labor de cuidador es infalible y su buen humor, inigualable. "A veces las cosas se pierden y cuando no las encontramos vamos donde él y le decimos: ‘Ya, Lobo, no te pases; devolvé tal cosa, y aparece”, dice entre risas.
En una ocasión su madre despertó con el sonido de pasos en la parte alta de la casa que se hacían más fuertes. Cuando se levantó no encontró a nadie, pero vio que la puerta estaba abierta. "Él (Lobo) la despertó para decirle que algo estaba mal”.
En la lista familiar de los difuntos para la misa de salud del 2 de noviembre, el nombre real de Lobito siempre está presente. "Ha pasado del laboratorio de medicina a ser guardián de la casa y parte de la familia”.
Para el sociólogo David Mendoza, las ñatitas son símbolo de vida porque desmitifican el dolor de la muerte. "En la fiesta de las ñatitas -el 8 de noviembre- la gente viva es la que se alegra, festeja y establece vínculos familiares y cofradías en alegoría a la muerte, por medio de un objeto al que se le da vida”, explica.
En sus investigaciones encontró relatos que aseguran la compañía física de las ñatitas en situaciones de peligro. "Acompañan, cuidan e incluso hablan. Será en sueños o en una dimensión diferente es algo que aún no tiene explicación”, expresa. Mañana las ñatitas estarán de fiesta.
El Cementerio recibirá las ñatitas
Con motivo de la celebración del Día de las Ñatitas, este domingo 8 de noviembre, se reforzarán los operativos de control al interior del Cementerio General y se prohibirá el ingreso de bebidas alcohólicas. Se prevé que cientos de personas participen en el festejo de las osamentas.
"Para la celebración del Día de las Ñatitas se tomará acciones con el fin de precautelar la seguridad de los visitantes. Este domingo se prevé recibir la visita de más de 15.000 personas”, informó el administrador del Cementerio General de La Paz, Juan Carlos Parra.
Recalcó que los visitantes no podrán ingresar a las áreas verdes del lugar y sólo podrán hacer uso de los pasillos. Seis puertas serán habilitadas desde las 8:00 hasta las 18:00 de mañana.
El secretario edil de Seguridad Ciudadana, José Luis Ramallo, indicó que para el resguardo de las personas en el camposanto se desplegarán 280 efectivos de la guardia municipal.
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