Sunday, October 26, 2014

Los migrantes mezclan las costumbres en Santa Cruz



Las tradiciones de Todos Santos en el oriente, que se resumían en rezos, encendido de velas y colocado de flores en las tumbas de los seres queridos, ahora se ven combinadas con las t’antawawas, mesas y otras costumbres de migrantes del occidente.

“Nosotros los orientales no practicamos eso de llevar comida o t’antawawas a los cementerios, solo vamos a colocar flores, velas y un par de rezos, pero vemos que la tradición de otros lugares está aumentando”, afirma María Rivera. Las costumbres del oriente se mezclan con las tradiciones del occidente y los valles en el Día de Todos Santos, que se celebra en el país el 2 de noviembre.

Julia Juárez, que limpia el nicho de su padre en el cementerio del distrito de Pampa de la Isla, recuerda que antes en Santa Cruz los dolientes celebraban estas fechas con rezos, velas y flores. Humberto Melgar agrega que hasta se compartía un café y empanadas con los visitantes, pero más con el afán de conversar.

Mesas. En la actualidad, las mesas con las t’antawawas (panes con caretas y hechos en distintas formas), la comida, los dulces, las guirnaldas y la chicha forman parte de las celebraciones en el oriente. Cruceños atribuyen este cambio a la alta inmigración de familias de occidente y de los valles en el departamento. Según datos de los residentes paceños en Santa Cruz, la comunidad es la más numerosa, con 400.000 habitantes.

Juana León, oriunda de Potosí, señala que el próximo domingo comenzará con sus preparativos para esperar a las almas. “Este año ha fallecido mi papá y, por ser el primer año, vamos a esperarle con pan, comida, fruta y la bebida que le gustaba cuando vivía”, dice.

Catalina Flores, de Cochabamba, cuenta que alistará la comida y las t’antawawas. “Eso nos han enseñado nuestros abuelos y hoy lo seguimos practicando. Cuando llegué (a Santa Cruz) me sentía rara, porque vivo en un lugar de cambas pura cepa (cruceños oriundos), pero con el tiempo me acostumbré y ya no me incomoda poner mi mesa para las almas”.

La paceña Josefina Marquina, que le da color al nicho de su ser querido, asegura que las tradiciones del interior del país “han ganado a las del oriente”. “Acá ya es una costumbre ver t’antawawas, comidas o chicha en el cementerio”. No obstante, Suárez y Melgar criticaron algunos excesos con dicha costumbre, como el consumo de bebidas alcohólicas.


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