La llegada de las almas está marcada por el esfuerzo de los familiares que este año deben invertir más recursos para armar el mast’aku o mesa que representa los tres niveles de la existencia (el cielo, la tierra y el inframundo), con el objetivo de que tenga todo lo que en vida le gustaba al difunto.
Hay t’antawawas de 20, 30, 40, 50 y 100 bolivianos; urpus de 3 y 5 bolivianos; rosquetes, bizcochuelos, chambergos desde 3 bolivianos; canastas pequeñas desde 8 el par; escaleras en 15 y las coronas de plástico o masa de pan en 30. Las flores también están caras: la docena de rosas que antes costaba 8 y 10 bolivianos ahora se oferta en 15 y 20; los gladiolos llegan hasta 30 bolivianos; los jazmines, astromelias y otras variedades están por encima de los 15 bolivianos.
Con todo, los familiares de los difuntos, especialmente, los que cumplen un año de fallecidos realizan un esfuerzo económico para armar la mesa, que según la tradición debe estar lista para este 1 de noviembre al mediodía. En tanto que el 2 toda la ofrenda se trasladada al cementerio, sobre todo en el campo, donde los niños acuden a rezar por el alma a cambio de uno de uno de los manjares.
Tradición
La actividad en los talleres dedicados a la elaboración de dulces aún era intensa a pocas horas de Todos Santos. El propietario de una de las dulcerías de Quillacollo, Milton Montaño, contó que cada año los pedidos son más diversos, porque la gente busca aquello que más apreciaban sus seres queridos: un auto, una máquina de coser y hasta un barco. La preparación precisa de mucha habilitad, pues, si bien todo empieza con la masa de caramelo, luego hay que dar forma a una diversidad de figuras antes de que el preparado se enfríe.
Este año la novedad son las retroexcavadoras que se vende desde 50 bolivianos. Sin embargo, hay pedidos clásicos como jarritas, floreros y canastas. Según Montaño, en promedio se elaboran 8 diseños distintos cada año, la mayoría de ellos a pedido del cliente.
En Arani, la tierra del pan y del viento, las panaderías elaboran las tradicionales t’antawawas (guaguas de pan) hechas con harina de trigo y decoradas con caretas.
Según la costumbre, el Día de Difuntos las imágenes de pan se intercambian por rezos, especialmente de niños que acuden a las casas o cementerios para orar por el alma.
Una de las panaderías de Arani que elabora las t’antawawas de trigo, Mamaqonqachi, presentó una variedad de imágenes, entre ellas la de una mujer con rasgos indígenas.
La Gobernación ha ratificado la vigencia del horario continuo para este viernes en el sector público. En tanto que los privados deberán negociar la aplicación de esta normativa.
La Policía ha anunciado la puesta en marcha y en vigencia de un plan de seguridad para el 2 de noviembre en el Cementerio General, para el control de los ingresos.
Celebraciones para recordar a difuntos
TODOS SANTOS. Es una festividad de origen católico que se conmemora el 1 de noviembre, según lo establecido en el calendario Gregoriano, con el fin de rendirles tributo a todos los santos que han realizado algún bien a la humanidad.
DÍA DE DIFUNTOS. Se recuerda el 2 de noviembre y es una síntesis de una visión cristiana y ancestral, que se realiza para honrar la memoria de los difuntos.
SAN ANDRÉS. Después de la despedida de las almas comienza la fiesta de la wallunk’a (columpio nativo), que representa los ciclos de la vida.
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